El lifting manual que necesitas para cuidar tu rostro y eliminar el estrés

Proveniente de japón, aunque de origen chino, el masaje facial Kenkou conjuga maniobras pausadas y largas con movimientos cortos, ágiles y rápidos.

Hombre realizándose un tratamiento facial (Foto. Freepik)
Hombre realizándose un tratamiento facial (Foto. Freepik)
Estetic
21 enero 2022 | 22:00 h

Proveniente de japón, aunque de origen chino,el masaje facial Kenkou conjuga maniobras pausadas y largas con movimientos cortos, ágiles y rápidos para conseguir, en 90 minutos, una visible elevación del rostro a la vez que el cliente siente a una potente cura antiestrés.

Esta terapia ancestral, revisada por el centro de belleza Oxigen de Barcelona, es perfecta no solo para quienes demanden un protocolo facial reafirmante de efecto inmediato, sino que resulta excelente como tratamiento continuado para aquellas personas que sufran bruxismo, problemas cervicales o migrañas, para mitigar esa contractura constante que no solo acarrea malestar físico, sino que se transfiere a un rictus estresado.

Proveniente de japón, aunque de origen chino, el masaje facial Kenkou conjuga maniobras pausadas y largas con movimientos cortos, ágiles y rápidos

En su constante búsqueda de protocolos que combinen belleza y bienestar, Oxigen nos propone este ritual facial que proporciona a nivel estético una inmediata elevación de los pómulos y la comisura de los labios, el alisamiento del surco naso geniano y el entrecejo y el esculpido del óvalo facial, a la vez que, gracias a los conocimientos experimentados de las terapeutas de Oxigen y su estimulación de los puntos energéticos de rostro, cuello y escote, produce una relajación y una mejora palpable del bienestar del cliente.

El ritual se inicia con una limpieza profunda de rostro, cuello y escote, con extracciones si fueran necesarias, seguido de una exfoliación para renovar la superficie de la epidermis. Tras esta preparación se inicia el masaje de una forma muy pausada y relajada para ir aumentando la velocidad hasta alcanzar vigorosas maniobras cortas, rápidas y muy ágiles que trabajarán cada uno de los músculos faciales implicados para desbloquear y reposicionar. Tras la sección rápida del masaje, se recuperan los movimientos pausados y largos para terminar en un nivel de relajación absoluta.

Como resultado el cliente presenta un rostro relajado, en el que se han borrado completamente la expresión del estrés y las preocupaciones a la vez que se han corregido los volúmenes naturales del rostro para embellecerlos.

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