El sol, el cloro, el calor y los malos hábitos del verano han hecho que nuestra piel se exponga a una deshidratación y un envejecimiento más acelerado de lo habitual. Por ello, el otoño es la estación ideal para revertir los terribles efectos que la época estival ha dejado en nuestra piel.
''Debemos revertir la ''cara B'' del verano, no todo puede ser perfecto y debemos renovar nuestra piel a través de tratamientos cuyo objetivo sea la eliminación de manchas y la hidratación y oxigenación intensiva, para recuperar la piel de los daños solares'', explica Marina Rulló directora de los centros de Estética RAME.
En este sentido, el peeling sigue siendo el tratamiento estrella, ya que permite descubrir las capas más profundas de la piel y dejarla más homogénea, fresca y luminosa. Además, también suaviza las arrugas, trata manchas y cicatrices de acné al mismo tiempo que mejora la textura y el tono, y estimula la producción de colágeno y elastina.
Sin embargo, para que un peeling resulte exitoso debemos personalizarlo, ya que cada rostro habla y según el tipo de piel exige unos cuidados.
El sol, el cloro, el calor y los malos hábitos del verano han hecho que nuestra piel se exponga a una deshidratación y un envejecimiento más acelerado de lo habitual
Así, para la piel sensible, que inicialmente parece no apta para peeling pero que al igual que todas las pieles necesita liberarse de células muertas, lo correcto es aplicar productos no químicos y optar por cosméticos suaves, no agresivos y libres de aroma. Por todo ello, primero se realiza una limpieza facial a base de micelas, que actúan como un imán capturando impurezas, suciedad y sebo. Después se purifica la piel mediante la mezcla de aceites RAME para conseguir una mayor elasticidad, regeneración celular, efecto calmante y luminosidad en la piel.
Para los que tienen piel grasa, primero se realiza un peeling con la mezcla de aceites RAME para después proceder a una exfoliación física (para profundizar más en la limpieza del poro). Luego viene el masaje de cepillo eléctrico para realizar la higiene facial con un jabón depurador, el cual absorbe la grasa final y limpia el tejido de los restos producidos durante la exfoliación natural. Después, se aplica una mascarilla húmeda intensa para retirar la grasa restante.
Finalmente, para la piel queratósica, es aconsejable utilizar una exfoliación mecánica, ya que son pieles que acumulan en su epidermis un exceso de célula muerta por deshidratación, convirtiéndola en una piel gruesa y poco elástica produciendo el efecto de hiperqueratinosis. Por tanto, el primer paso es un peeling con la mezcla de aceites RAME. Después una exfoliación física (para profundizar más en la limpieza del poro). A continuación se aplica una loción desincrustante para poder trabajar la paleta ultrasónica, ya que con ella se retira el exceso mayor de célula muerta característica de las pieles queratósicas, a la vez que limpia lo poros más profundos. Finalizado el peeling ultrasónico se rocía la piel con una bruma de agua termal.
''La filosofía de RAME se basa en realizar trabajos en la piel lo más naturales posibles, evitamos al máximo el uso de agentes que puedan alterar o sensibilizar la piel en mayor grado para que los resultados siempre sean positivos y la piel gane en luminosidad y textura'', puntualiza Marina Rulló.