Plasma sanguíneo, lo último para rejuvenecer

Consigue una piel más tersa y luminosa gracias a una técnica revolucionaria, basada en el poder regenerador de la sangre, que frena los signos del envejecimiento.

Plasma anti-envejecimiento.
Plasma anti-envejecimiento.

Las investigaciones científicas en el campo de la medicina, consiguen que las técnicas y tratamientos estéticos avancen continuamente a pasos agigantados. Uno de los últimos logros, es la innovadora tecnología plasma rico en factores de crecimiento (PRGF), desarrollada por Biotechnology Institute.

Y es que, el Plasma Rico en Factores de Crecimiento es un tratamiento que consigue una mayor regeneración tisular, por lo que se empezó a utilizar con gran éxito en patologías clínicas varias con fines regenerativos y correctivos. Del mismo modo, se ha querido también aprovechar sus beneficios regenerativos en la medicina estética, para conseguir un mejor efecto lifting.

En efecto, “las propias proteínas del paciente ya activadas desencadenan efectos biológicos como la proliferación y diferenciación celular, de tal forma que está demostrando científicamente que ralentizan el proceso de envejecimiento natural de la piel”, afirma la doctora Irene Cruz, directora médica y especialista en rejuvenecimiento facial y corporal, del departamento de Medicina Estética del Instituto de Benito.

El plasma del propio paciente actúa como factor regenerador para la piel

¿Pero qué es realmente este tratamiento? No es más que una técnica que extrae y procesa la sangre con el fin de aislar el plasma sanguíneo que es rico en factores de crecimiento. Con esto se consigue infiltrar directamente en la zona que se desea tratar, el factor de crecimiento plasmático y plaquetario ya activado. Una vez infiltrado, el plasma actúa regenerando óptimamente todo el tejido tisular de forma natural.

Por lo general, este tratamiento solo se recomienda en pacientes a partir de los 30-45 años, momento en el que las líneas de expresión y las arrugas se van haciendo cada vez más evidentes. Esto se debe a que con el paso de los años, los niveles de proteínas estructurales de la piel, como el colágeno y la elastina, disminuyen. Por ello se recomienda el tratamiento a esas edades, para poder ralentizar el proceso de envejecimiento natural de nuestra piel.

La técnica actúa sobre cara, cuello, escote, manos y genitales, y el procedimiento dura alrededor de una hora. Las molestias suelen ser mínimas y los resultados progresivos, que comienzan a apreciarse desde la primera aplicación, pasadas las 24 horas. Por otro lado, se recomienda acudir a tres sesiones espaciadas una vez por mes, con el fin de obtener una piel más tersa y luminosa con cada nueva sesión.

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