Resiliencia cutánea, ¿qué es y cómo aumentarla?

Es la aptitud de la piel para adaptarse a las agresiones externas (polución, radiación solar, tensión psicológica) sin que sus características se alteren significativamente.

Existen varias técnicas para aumentar la resiliencia en la piel
Existen varias técnicas para aumentar la resiliencia en la piel
Estetic
13 julio 2018 | 22:00 h
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Cuando oímos hablar de resiliencia siempre lo asociamos a la capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas. Sin embargo, existe otro tipo de resiliencia y es la que tiene que ver con la piel. Esta podría definirse como la aptitud de la piel para adaptarse a las agresiones externas (polución, radiación solar, tensión psicológica) sin que sus características se alteren significativamente.

En este sentido, tras varios años de estudio sobre cómo aumentar la resiliencia de la piel, en Instituto Médico Láser de Madrid han seleccionado un conjunto de técnicas que potencian esta cualidad cutánea para prevenir o mejorar algunos signos del envejecimiento prematuro, como arrugas y flacidez.

Una de ellas es la luz roja a 633 nm, que induce reacciones de las células en la dermis profunda: mitocrondias, fibroblastos y células madre. Esta energía estimula la formación de vasos sanguíneos, lo que permite una mejor oxigenación de los tejidos y, con ella, una mejora de la firmeza y la luminosidad de la piel. Las sesiones se aplican una cada dos semanas, con una duración aproximada de 30 y 40 minutos por sesión.

Tras varios años de estudio sobre cómo aumentar la resiliencia de la piel, en Instituto Médico Láser de Madrid han seleccionado un conjunto de técnicas que potencian esta cualidad cutánea

Por otro lado, está el láser infrarrojo fraccional. La energía del láser no ablativo fraccional penetra hasta la dermis reticular mediante finas columnas de calor que producen una coagulación de los tejidos rodeada de piel intacta. Esta energía estimula los fibroblastos, células responsables de formar colágeno nuevo y de regenerar las fibras colágenas ya existentes. El colágeno tarda entre 3 y 6 meses en regenerarse y formarse de nuevo, reduciendo la flacidez y mejorando la turgencia de la piel. Las sesiones se aplican una cada 3 semanas, con una duración aproximada de entre 30 y 40 minutos por sesión.

Y, finalmente, la mesoterapia anti-ox. Deposita sustancias antiradicales a nivel subcutáneo. A su efecto preventivo, se suma una acción revitalizante de efectos inmediatos, que se traduce en una nueva luminosidad y transparencia. Realizada mediante microinyecciones, administra un coctel personalizado de vitaminas y oligoelementos, que son seleccionados para potenciar la resiliencia de la piel. Su fórmula magistral incluye ácido hialurónico (hidratación), vitaminas A, E, C y B (antioxidantes) y oligoelementos (luminosidad, reestructuración). 

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