Electrocosmecéutica, una alternativa no invasiva para mejorar el aspecto de rostro y cuerpo

Se trata de una disciplina estética que combina la tecnología de la electroterapia con la cosmeceútica más avanzada.

Cada vez son más las personas que buscan mejorar sus facciones o su silueta de manera natural y no invasiva (Foto. Freepik)
Cada vez son más las personas que buscan mejorar sus facciones o su silueta de manera natural y no invasiva (Foto. Freepik)
Estetic
17 enero 2020 | 22:00 h
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Cada vez son más las personas que buscan mejorar sus facciones o su silueta de manera natural y no invasiva. Para satisfacer esa demanda, Lamdors Global Systems creó de la mano del profesor Enrique Rangel, la electrocosmecéutica.

Se trata de una disciplina estética que combina la tecnología de la electroterapia con la cosmeceútica más avanzada. Gracias a la aparatología los principios activos penetran en mayor profundidad en los tejidos, logrando así mejores resultados. Puede utilizarse tanto en rostro, como en cuerpo. Como explica el profesor Rangel, ''es una gran alternativa a la cirugía plástica y la medicina estética, aunque también se puede usar como complemento de estas técnicas''.

A pesar de ser un procedimiento creado por Lamdors hace varias décadas, cada año se actualiza incorporando los últimos avances en estética científica.

El pilar de esta técnica reside en el MesoVac System. Se trata de una aparatología de mesoterapia electrocosmecéutica de inyección electrónica creada por Lamdors que aplica microcorrientes de permeabilidad cutánea para introducir los principios activos en las distintas capas de la piel. Así podemos rejuvenecer, estimular la degradación de lípidos, reafirmar tejidos, eliminar toxinas o mejorar la circulación entre otros beneficios.

Cada vez son más las personas que buscan mejorar sus facciones o su silueta de manera natural y no invasiva

Este dispositivo cuenta con numerosos manípulos que permiten tratar todas las áreas del cuerpo desde las más delicadas como el contorno de los ojos, hasta las zonas más voluminosas como los glúteos o el abdomen, maximizando la eficacia y los resultados visibles en tiempos mínimos gracias su tecnología trifuncional. De esta forma, se consigue el mismo efecto que con la mesoterapia inyectada pero sin necesidad de agujas, sin riesgos y evitando las equimosis cutáneas.

Cuenta con tres funciones. Una de ellas es la electroterapia de bioestimulación restitutiva tisular, que mediante la aplicación de corrientes de baja frecuencia pulsante monofásicas fijas de media onda (con periodos de impulso y pausa) y corrientes diadinámicas de impulsos sinusoidales se produce una acción estimulante sobre los nervios sensitivos provocando vasodilatación y activando el flujo sanguíneo y generando un estímulo sobre los nervios motores, lo que propicia una estimulación regenerativa de los tejidos, aumentando su potencial.

Otra función es lamesoterapia de bipolaridad electrónica controlada, el mecanismo por el cual se produce la inyección electrónica de partículas en suspensión a través del aumento de la permeabilidad transcutánea. Permite que las partículas en suspensión presentes en una solución emigren a través del campo de una corriente eléctrica continua.

La tercera función es la vacumterapia electrónica controlada, que tiene un campo de acción sobre el sistema circulatorio y preferencialmente sobre el sistema linfático en los planos superficiales y profundos. Su papel principal es restablecer el equilibrio hídrico de los tejidos y consecuentemente su absorción, eliminando las toxinas, además de aportar un mayor flujo de nutrientes de la sangre al tejido, aumentando su oxigenación y renovación celular, mejorando la calidad de las fibras y la musculatura.

Electrocosmecéutica

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