Mupirocina: cuándo y cómo debemos aplicarla

La mupirocina está aprobada para el tratamiento de infecciones de la piel causadas por microorganismos sensibles, como impétigo, foliculitis o casos de dermatitis o heridas infectadas, siempre que su extensión sea limitada

La mupirocina es una antibiótico indicado para el tratamiento de infecciones de la piel causadas por microorganismos sensibles. (Foto. Pixabay)
La mupirocina es una antibiótico indicado para el tratamiento de infecciones de la piel causadas por microorganismos sensibles. (Foto. Pixabay)
Lorena García - Redactora
23 noviembre 2021 | 10:00 h
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La mupirocina es un antibiótico que presenta una estructura química diferente del resto de grupos de antibióticos, que actúa inhibiendo la síntesis de proteínas bacterianas. Es efectiva frente a la mayoría de bacterias que provocan infecciones cutáneas, pero sin efecto frente a hongos o virus. Existen bacterias que son también resistentes a sus efectos.

Por ello, está aprobada para el tratamiento de infecciones de la piel causadas por microorganismos sensibles, como impétigo, foliculitis o casos de dermatitis o heridas infectadas, siempre que su extensión sea limitada.

Está disponible en forma de pomadas y, por lo tanto, es de uso exclusivamente por vía tópica. La dosis recomendada suele ser de 2-3 aplicaciones al día durante 5-10 días, dependiendo de la respuesta y del tipo de infección.

Debe ser tu médico quién determine la duración del tratamiento y el número de aplicaciones una vez compruebe que el agente responsable de la infección es posible que pueda ser eliminado por mupirocina. Quienes no presenten respuesta a los 3-5 días, deben ser reevaluados.

Está aprobada para el tratamiento de infecciones de la piel causadas por microorganismos sensibles, como impétigo, foliculitis o casos de dermatitis o heridas infectadas, siempre que su extensión sea limitada

Para una correcta administración, la zona a tratar debe lavarse y secarse cuidadosamente antes de la administración. Se debe aplicar una pequeña cantidad de pomada sobre la zona de piel afectada, frotando suavemente y cubriéndolo, en caso necesario, con un vendaje oclusivo o de gasa.

También se puede aplicar dentro de la fosa nasal, aproximadamente 30 mg de pomada (tamaño de la cabeza de una cerilla) con el dedo meñique, presionando posteriormente las paredes nasales entre sí varias veces para extender la pomada depositada en su interior. En caso de dificultad, también podría usarse un aplicador con punta de algodón (torunda o bastoncillo).

Por su uso tópico, prácticamente no se absorbe a sangre y es un fármaco bastante seguro. Las únicas reacciones adversas que podrían aparecer, en su mayoría leves, son reacciones de hipersensibilidad cutánea en el área de aplicación, como escozor, irritación, eritema, prurito y sequedad de piel.

En caso de contacto con los ojos, éstos se deben lavar cuidadosamente con agua hasta eliminar los residuos de pomada.

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