El algidol está compuesto por tres principios activos: codeína, paracetamol y ácido ascórbico. Forma parte de los medicamentos analgésicos y antipiréticos. Este fármaco está indicado para el tratamiento sintomático del dolor de intensidad leve o moderada, y para los estados febriles.
En general, se recomienda consultar con el médico en los casos en que el dolor no mejora o incluso empeora transcurridos cinco días de tratamiento, o si ocurre lo propio con la fiebre a partir de los tres días.
Hay algunos casos en los que no se debe tomar algidol:
- Cuando se metaboliza la codeína en morfina rápidamente.
- Durante el embarazo y la lactancia.
- Después de una extracción de amígdalas o adenoides por apnea del sueño (ya que aumenta el riesgo de sufrir efectos adversos graves).
- Y por supuesto, si se tiene alergia a alguno de los componentes del Algidol.
Y es especialmente importante consultar con el médico cuando se tiene:
- Enfermedades del corazón o los pulmones.
- Anemia.
- Asma.
- Hipotiroidismo.
- Una alteración en el tamaño de la próstata.
- Insuficiencia hepática.
De forma general, las personas que presentan estas complicaciones no deberían tomar Algidol más de tres días.