La sinusitis es la inflamación de la cavidad nasal y de los senos paranasales. La mayoría de las sinusitis están causadas por virus, sin embargo, algunas pueden estar provocadas por bacterias.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), algunos factores pueden aumentar el riesgo de sinusitis: un resfriado anterior, alergias estacionales, tabaquismo, un sistema inmunitario debilitado o tener problemas estructurales dentro de los senos paranasales.
Entre los síntomas de la sinusitis destacan los siguientes: tos, congestión nasal, moqueo, dolor de cabeza, malestar en todo el cuerpo y sensación de presión en la cara.
En casos concretos, puede ser necesaria una endoscopia nasal para detectar posibles anomalías en la cavidad nasal que facilitan que la sinusitis se convierta en crónica
Para diagnosticar la sinusitis, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) destaca que ''en condiciones normales, no son necesarias ni radiografías ni escáneres. Estas pruebas suelen reservarse para casos en los que se sospechan complicaciones o en los que resulta necesario profundizar en la causa''.
Por el contrario, en casos concretos, puede ser necesaria una endoscopia nasal para detectar posibles anomalías en la cavidad nasal que facilitan que la sinusitis se convierta en crónica.
En cuanto al tratamiento, generalmente, dado su carácter viral, la sinusitis aguda se resuelve sin necesidad de antibióticos. No obstante, pueden ser necesarios algunos analgésicos comunes para reducir los síntomas.
Asimismo, para la OCU, en cuanto a las molestias derivadas de tener la nariz taponada, los lavados salinos y los sprays nasales que contienen descongestionantes pueden producir un alivio transitorio.