Conseguir un expediente académico prácticamente impoluto durante los seis años de carrera, y luego también sacar la segunda mejor nota de toda España en el MIR, es algo que está al alcance de muy pocas personas. Por eso, no es de extrañar la decisión de la Real Academia Nacional de Medicina de España (RANME) de condecorar a Alfonso Gotor Rivera con el Premio Nacional de Licenciado en Medicina 2024, un reconocimiento que, si bien fue el propio joven médico madrileño quien se apuntó para optar al galardón en el mes de octubre, le pilló totalmente de sorpresa cuando le comunicaron, ya en enero, que había resultado ganador.
“La verdad es que no me lo esperaba para nada. Yo envié la solicitud en su momento, y luego ya pasó a un segundo plano”, reconoce Gotor Rivera en una entrevista concedida a ConSalud.es. Fue ya el 16 de enero, en la inauguración del curso académico 2025 de la RANME, cuando el médico graduado por la Universidad Complutense de Madrid recibió el galardón de la mano de los académicos, en un acto que compartió con el resto de premiados de diferentes categorías: Investigación Médica Básica, Traslacional y Clínica, Docencia y Educación Médica, Medicina General y de Familia, premios nacionales de doctorado…
“Es algo bastante espectacular y que emociona mucho, el ver a tanto médico de tan alto nivel en una misma sala. Sobre todo desde el punto de vista de alguien que está empezando en la Medicina, y que está poco acostumbrado a este tipo de actos”, asegura el residente de primer año de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venerología en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. “La Academia Nacional de Medicina es un foro científico muy interesante, especialmente ahora que está tan en boga la hiperespecialización. Cada uno está muy metido en su especialidad, y es difícil interrelacionarse con otras. La RANM tiene esa ventaja”, añade.

“Es algo bastante espectacular y que emociona mucho, sobre todo desde el punto de vista de alguien que está empezando en la Medicina y que está poco acostumbrado a este tipo de actos"
Alfonso Gotor Rivera sacó una nota media de 9,81 en la carrera de Medicina, cuando la media en nuestro país es de 7,80 (si contamos todas las carreras, se reduce hasta el 7,45). Después, en el examen MIR, acertó 187 preguntas del total de 200 que componen la prueba. “Lo más importante en carreras como la de Medicina, donde no son necesarios grandes picos de razonamiento como ocurre en Matemáticas o en otras de ciencias, es la constancia. Trabajar día a día con esquemas, con reglas mnemotécnicas, para intentar fijar todos los detalles posibles, porque la carrera de Medicina es al final un ejercicio de memorística”, recuerda.
En definitiva: estudiar mucho. “El MIR ya es otra cosa. Muchísima más ansiedad, muchísimo más agobio… te la juegas mucho, e incluso más importante que estudiar es mantener la calma, saber tener la cabeza fría y no perder los papeles”, matiza el futuro dermatólogo, una especialidad por la que, eso sí, no se decidió hasta después de terminar el examen y conocer el extraordinario número de orden que había obtenido. “Yo sabía que había una serie de ramas de la Medicina que me gustaba mucho estudiar, pero necesitaba conocer cómo era el día a día de esas ramas. Asistencia, investigación, las oportunidades que ofrecían en el tema de la patología a manejar… pero, desde luego, no lo tenía claro desde el principio”, recuerda.
Dermatología es una de las especialidades con más presencia en el sector privado después de terminar el MIR. A pesar de ello, afirma Gotor Rivera, lo que prevalece siempre es la vocación, y por eso considera que la última medida que pretende introducir el Ministerio de Sanidad en el nuevo Estatuto Marco, y que impediría a los médicos que acaban de salir de la residencia compaginar el sector público y el privado durante sus primeros cinco años como adjuntos, no va a cambiar las preferencias de elección de los futuros residentes. “Es igual para todas las especialidades, y la gente seguirá eligiendo aquella que le guste más. Lo que hará esta medida es retrasar todavía un poco más el inicio de la carrera profesional del médico” opina.
"La carrera de Medicina es al final un ejercicio de memorística”
De hecho, subraya el R1, al entrar en Dermatología se ha encontrado ante una especialidad “bastante más compleja” de lo que se esperaba desde fuera. Ahora está centrado en formarse “completamente”, incluyendo el apartado de la investigación sobre el que se está informando bien, y luego ya comenzará a pensar en la superespecialización. De momento, le llaman la atención cuatro campos específicos: Dermatología tropical, autoinmune, inflamatoria y pediátrica. “Me están gustando mucho por el patrón que van siguiendo”, apunta.
UN CURRÍCULUM DE ÉXITO A VARIOS NIVELES
El Premio Nacional de Licenciado en Medicina 2024 no solo valora el expediente académico de Alfonso durante la carrera y el examen MIR. También las publicaciones que ha realizado en todo ese periodo y las actividades en las que ha participado: proyectos solidarios, culturales… en este sentido, dentro del currículum del joven médico figura el haber el haber representado a los alumnos durante cuatro años, el haber sido miembro del comité organizador de las Jornadas de Emergencia HDOC 2023 o el pertenecer al grupo de lectura LECTIO.
Dentro de poco, además, podrá incluir otra experiencia a su currículum. Este sábado, 25 de enero, acudirá al Ministerio de Sanidad como representante de los médicos residentes dentro del tribunal que se encarga de revisar el examen MIR, para aprobar el cuestionario propuesto e invalidar, en caso necesario, las preguntas que consideren improcedentes. En este caso, fue el propio Ministerio el que se puso en contacto con él para el cargo, que, de forma remunerada, también deberá ocupar dentro de un par de semanas. Entonces, volverá a revisar el examen junto al resto del tribunal calificador, pero ya respondiendo a las reclamaciones emitidas por los aspirantes.