Al contrario de lo que ocurre en el MIR, cuyos aspirantes, dada la obligatoriedad de hacer una especialidad para poder trabajar en el Sistema Nacional de Salud, suelen ser por lo general médicos recién egresados de la carrera, lo más habitual es que los enfermeros que se presentan al EIR lo hagan después de un cierto recorrido ejerciendo como generalistas en hospitales o centros de salud, en busca de una mayor estabilidad en sus puestos de trabajo y de brindar una mejor atención a los pacientes. Sin embargo, como en todo, también hay quien desde un principio tenía claro que quería optar por la especialización de la Enfermería.
Ese fue precisamente el caso de Laura Ramírez Pe, quien es también la primera persona que eligió la especialidad de Enfermería Pediátrica en el EIR de 2025. Y es que, si bien es cierto que, siguiendo la tónica habitual, los tres primeros números de orden escogieron Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), este año ha estado marcado por una mayor variedad. Así, por ejemplo, el TOP 10 lo completan una plaza más de Pediatría y tres de Enfermería Familiar y Comunitaria. Laura nunca lo dudó desde que estaba en la carrera: hija de otra enfermera, era consciente de la precariedad existente actualmente en la profesión al salir de la universidad.
“Te llaman para contratos muy cortos, cada semana o cada mes en un sitio diferente, y a mí eso era algo que me echaba bastante para atrás. Como supongo que la mayoría de gente, yo necesito estar segura en el lugar donde trabajo, así que sabía que quería hacer el EIR tarde o temprano. En cuarto de carrera me apunté a la academia y ya empecé a prepararme”, recuerda Laura, número 5 en el EIR de 2025, en una entrevista concedida a ConSalud.es.
"Como supongo que la mayoría de gente, yo necesito estar segura en el lugar donde trabajo, así que sabía que quería hacer el EIR tarde o temprano"
Pero esta no fue la única razón: Laura tenía claro, también desde que entró en la universidad, que el futuro de la Enfermería estaba en la especialización. “No valemos para todo. Tú acabas la carrera y te pueden mandar a UCI de neonatos o a un centro de salud, y por eso creo que el EIR es una buena opción para especializarse, reduciendo el desconocimiento, los errores con la medicación y cosas así. Además, cada vez se está reconociendo más en las comunidades autónomas, porque antes solo existía la especialidad de matrona”, justifica la joven enfermera.
Esta importancia de la especialización enfermera la encontraba especialmente relevante para dedicarse a la Pediatría, una especialidad que cubre un perfil tan característico de paciente. Los niños tienen otros tratamientos y tipo de cuidados, y sus servicios, como pudo comprobar ella misma cuando en tercero de carrera rotó por Oncología Pediátrica, son “muy especiales”. A pesar de ello, Laura no tuvo claro siempre claro que quería dedicarse a esta especialidad, y no fue hasta que conoció su buen número de orden que se decidió finalmente por la Pediatría.
“La Pediatría me permitía seguir siendo enfermera tanto en el hospital como en Primaria, algo que la Enfermería Familiar y Comunitaria, que también me llamaba mucho la atención y con la que estuve dudando, no. Me parecía una especialidad muy completa, siempre me han gustado los niños, y además disfruté muchísimo en aquel rotatorio”, insiste Laura, a quien ese número de orden, que le pilló por sorpresa -“sí que es cierto que de octubre a enero me dediqué solo a estudiar, pero es algo que nunca te esperas por mucho esfuerzo que le pongas”- le ha permitido elegir el mismo hospital en el que hizo las prácticas, La Fe de Valencia.
"La Fe es un hospital muy grande, que tiene todos los servicios necesarios para aprender bien esa especialidad, y el ambiente es bastante bueno, porque también hay muchísimos MIR"
“Sabía que me quería quedar allí, porque además guardaba muchos contactos. Es un hospital muy grande, que tiene todos los servicios necesarios para aprender bien esa especialidad, y el ambiente es bastante bueno, porque también hay muchísimos MIR. Además, La Fe promueve mucho la investigación, algo que me llamó la atención desde el primer momento, porque en el futuro me gustaría hacer un doctorado. Espero obtener una formación muy completa, y creo que va a ser así según lo que me han comentado mis compañeras mayores”, destaca Laura. “En La Fe solo ofertan cuatro plazas, así que estaba con esos nervios de si me iba a poder quedar en mi ciudad o no. Cuando conseguí el número, me puse súper contenta”, añade.
VUELTA A LA PRESENCIALIDAD
Laura, como otros tantos aspirantes de Formación Sanitaria Especializada, acudió al Ministerio de Sanidad para elegir su plaza presencialmente, a pesar de que con un número de orden tan alto realmente no le hacía falta: la única manera de quedarse fuera sería que los cuatro primeros eligieran también Enfermería Pediátrica en La Fe, algo improbable a todas luces. Pero ella quería vivir en primera persona esta experiencia que llevaba sin verse cuatro años, cuando, debido a la pandemia, Sanidad eliminó la presencialidad en la elección de plaza.
Según indican desde el Ministerio, aproximadamente el 50% de los EIR decidieron optar por esta vía; el resto, lo hicieron electrónicamente desde casa. “Fue un momento súper especial. Creo que hace que el proceso sea mucho más transparente, porque ves al resto cómo van subiendo a elegir su plaza. Además, estuvo con nosotros la ministra de Sanidad dedicándonos unas palabras, y considero que fue el broche final a todo el esfuerzo”, subraya Laura.
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