Así quedaría la Sanidad con el Brexit de Boris Johnson

Los expertos descubrieron que uno de los serios problemas que provocaría el Brexit sería el reclutamiento y la retención de personal.

Boris Johnson, primer ministro de Reino Unidos. (Foto. Twitter @BorisJohnson)
Boris Johnson, primer ministro de Reino Unidos. (Foto. Twitter @BorisJohnson)
CS
5 agosto 2019 | 17:45 h
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Desde que los británicos decidieran el pasado 23 de junio de 2016 que no querían seguir formando parte de la Unión Europea, el Brexit ha acabado de un plumazo con dos líderes políticos.

Primero fue David Cameron y después Theresa May que, tras intentar aprobar sin éxito hasta en tres ocasiones el acuerdo de salida con la Unión Europea, anunció su dimisión a finales del pasado mes de mayo. Fue entonces cuando Boris Johnson cogió las riendas tras ser elegido nuevo primer ministro británico.

El conservador ha intentado aclarar el panorama asegurando que el país abandonará sí o sí la Unión Europea el próximo 31 de octubre, lo que ha generado nerviosismo entre los mercados ante la incertidumbre de no saber en qué condiciones van a poder negociar en el Reino Unido dentro de apenas tres meses, lo que ha paralizado la inversión extranjera y devaluado la libra. Pero, ¿cómo quedaría la Sanidad con el Brexit sin acuerdo de Johnson?

Los expertos insisten en que un Brexit sin acuerdo tendría un impacto inmediato y drástico que afectaría a la disponibilidad de medicamentos y vacunas, además de afectar a la financiación y dotación de personal del sistema de salud

Para ganarse la confianza de los políticos, Johnson está “decidido a cumplir” las promesas del Brexit sobre Sanidad y se ha comprometido a destinar 1.800 millones de libras adicionales (1.959,8 millones de euros) al Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS por sus siglas en inglés) para la compra de equipamiento médico y la mejora de veinte hospitales de todo el país.

Sin embargo, según han advertido los expertos, un Brexit sin acuerdo tendría un impacto inmediato y drástico que afectaría a la disponibilidad de medicamentos y vacunas, además de afectar a la financiación y dotación de personal del sistema de salud.

Precisamente, los expertos descubrieron que uno de los serios problemas que provocaría el Brexit sería el reclutamiento y la retención de personal, en parte porque se han hecho pocas provisiones para la inmigración de trabajadores de la salud al Reino Unido o para el reconocimiento a largo plazo de las calificaciones profesionales.

Y es que, desde hace muchos años, el mercado laboral británico no forma a suficientes profesionales y son los trabajadores extranjeros, muchos de ellos de la Unión Europea, los que completan la demanda, aunque el sector vive en una crisis permanente en la que siempre hay nuevos puestos por cubrir (más de 100.000 según las últimas cifras). Y desde el Brexit la situación ha empeorado con un déficit de enfermeros y enfermeras y parteros y parteras que ya se hace notar.

Datos del Consejo de Enfermería y Obstetricia del país inglés muestran que casi 5.000 profesionales procedentes de países de la Unión han renunciado en los últimos dos años y la marcha británica de la comunidad está muy relacionada. De hecho, el número ha caído a mínimos históricos y se ha pasado de 38.024 enfermeras formadas en la Unión Europea trabajando en el NHS en marzo de 2017 a 33.035 en marzo de 2019.

Y es que esta reducción del personal europeo de un 13% tiene mucho que ver con el Brexit, un 51% la consideran la razón principal, ya que muchos ciudadanos europeos no se sienten bien recibidos tras el referéndum y buscan nuevas oportunidades profesionales fuera del país.

PREOCUPACIÓN EN EL SECTOR FARMACÉUTICO

Todo este proceso de negociación del Brexit también ha despertado la preocupación e incertidumbre en el sector farmacéutico. De hecho, los proveedores sanitarios del NHS han advertido en reiteradas ocasiones que, si no se produce un acuerdo entre Bruselas y el Gobierno inglés, se corre un riesgo significativo de sufrir "una escasez de medicinas y de dispositivos médicos".

Y es que, sin un plan ni coordinación nacional podría haber escasez de medicinas y de dispositivos médicos lo que dificultaría la detención y el control de la propagación de enfermedades.

Más de 2.600 medicamentos tienen parte de la fabricación llevada a cabo en Gran Bretaña, mientras que 45 millones de paquetes de pacientes se suministran desde Gran Bretaña a los países de la UE cada mes y otros 37 millones fluyen a Gran Bretaña desde la UE.

A todo ello se suma otra de las mayores preocupaciones de las empresas farmacéuticas: el coste que supondrá el Brexit para sus arcas. 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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