En febrero fue reelegido por quinto mandato consecutivo como presidente de AESEG, ¿qué valoración hace de estos ocho años al frente de la patronal?
La valoración en ocho años ha dado muchas vueltas. Se trata de un mercado relativamente joven y hace ocho años lo era aún más. Hemos tenido algunos éxitos, por ejemplo, cuando entramos no teníamos la cantidad de compañías que hay hoy en AESEG. De hecho, hemos logrado aglutinar a casi todas las compañías más relevantes del sector y nos hemos convertido en el interlocutor que todo el mundo relaciona con el genérico. En la actualidad, todo el mundo tiene claro que para hablar de genéricos hay que hablar de AESEG. Por otro lado, está la evolución del mercado y el intentar que haya uno favorable al genérico. En ocho años ha habido mejores y peores momentos, que han estado relacionados con los vencimientos de patentes, los cambios regulatorios, la crisis… Factores que, en definitiva, no podemos controlar desde la asociación. No obstante, hemos tenido buenos años de desarrollo y ahora estamos en una etapa más estable o de menos crecimiento, lo cual también nos preocupa.
¿Cuál es la situación actual del mercado de los genéricos en España?
"Hace cuatro años crecíamos cinco puntos al año, luego pasamosa tres y ados, y, ahora, prácticamente en lo que llevamos de 2016, el crecimiento está totalmente plano"
El mercado de genéricos ha tenido una evolución en los últimos 5-6 años de doblarse, pasando demás o menos una cuota del 20% en unidades al 40%; pero si miramos atrás, hace cuatro años crecíamos cinco puntos al año, luego pasamos a tres y ados, y, ahora, prácticamente en lo que llevamos de 2016, el crecimiento está totalmente plano. Esto ocurre en un mercado en el que sacamos muchos productos cada año, lo cual es un mal dato. Es un problema y no conseguimos cambiar la tendencia y, por tanto, tenemos que intentar influir y solicitar cambios en la normativa actual que entendemos que ha tenido que ser necesaria en momentos de crisis, pero que sinceramente esa etapa ya ha pasado y hay que impulsar medidas que permitan que el genérico siga desarrollándose y no perder el objetivo principal del genérico, que es aportar una solución igual de eficaz y segura de la misma calidad pero a un precio más barato. Ahora no se nos usa como esa herramienta que aporta un precio más barato, sino para bajar el precio a la marca, y esa no es la razón lógica del genérico. La realidad del mercado dice que con este entorno no podemos crecer y no es justo para las compañías, de hecho, puede ser un problema a medio y largo plazo. Si no hay un mercado atractivo que permita la entrada de genéricos, las compañías no van a seguir apostando. Aunque los políticos tienden más al corto plazo, debemos advertirlo.
¿Cuál es el diálogo con la administración en estos momentos?
Respecto a las comunidades autónomas, desde la patronal han pedido en sucesivas ocasiones eliminar sistemas de contención del gasto como la subastas de medicamentos
"El gasto farmacéutico en farmacia no solo está controlado, sino estancado, por lo que no debería ser el foco de ninguna política de contención"
Nosotros tenemos claro que estamos por la unidad de mercado. España debería ser un mercado único con unas normas claras y, respecto a aspectos de sostenibilidad, el gasto farmacéutico en farmacia no solo está controlado, sino estancado, por lo que no debería ser el foco de ninguna política de contención. Dicho esto, debe haber reglas comunes que permitan a todas las CC.AA. a ser sostenibles desde unas reglas estatales. Estamos en contra de las subastas de Andalucía, porque ya existía la experiencia en nuestro entorno y se habían demostrado riesgos, que finalmente se han confirmado, los cuales han sido menores porque el resto de compañías seguimos estando ahí y porque, evidentemente, la distribución cuenta con nuestros productos y puede suplir el desabastecimiento de moléculas. A su vez, las compañías que principalmente entraron en las subastas no tenían casi presencia en España y siguen teniendo poca, lo que no contribuye a la generación de empleo ni de puestos de trabajo.
En definitiva, seguimos pensando que aunque haya habido motivos políticos en algún momento o de presupuesto en otros, hoy se ha demostrado que el gasto medio en fármacos es muy parecido en las compañías punteras en el uso de genéricos, independientemente de subasta o no, y los precios de referencia han funcionado igual de bien en unas comunidades u otras. Por lo tanto, si no ha habido un ahorro superior ni una mejora significativa, no tiene sentido perpetuar una medida que no han demostrado ser más eficaz. En ese sentido, pedimos una reconsideración. No es por un tema político, sino objetivo y de datos.
¿Cuáles son ahora las principales demandas de AESEG?
"Para que un genérico pueda introducirse razonablemente en el mercado, debe estar un tiempo, como mínimo, con la capacidad de estar a un precio diferencial, ya que somos los que aportamos el ahorro e invertimos en una alternativa más económica"
El genérico nace, y así lo entienden todos los mercados de nuestro entorno, como una herramienta de contención del gasto, de un producto una vez vencida la patente de igual calidad, eficacia y seguridad. A partir de ahí, la mayoría de mercados que quieren que estos productos se desarrollen y aporten ahorro, lo que nunca hacen es igualar los precios desde el primer día. Para que un genérico pueda introducirse razonablemente en el mercado, debe estar un tiempo, como mínimo, con la capacidad de estar a un precio diferencial, ya que somos los que aportamos el ahorro e invertimos en una alternativa más económica. ¿Qué tiempo? Hemos solicitado que el primer año no haya más que una marca a su precio original y un genérico a su precio (40% más barato). La obligatoriedad de igualar el precio y que estemos desde el principio al mismo precio no es eficiente para la administración. No hay que olvidar que el ahorro neto es muy importante y se ha permitido el acceso a mucha más gente. Necesitamos, por tanto, un tiempo de diferenciación y que se genere un cierto volumen para que pueda ir en beneficio de todo el mundo. Y esa va a ser nuestra principal demanda, que vuelva a haber un periodo. En la parte de gasto en farmacia no debería haber ya esa presión. Los precios medios de la mayoría de los medicamentos son ridículos.Esta reivindicación y la unidad de mercado son las principales demandas. Hay que volver a la lógica. España tiene un sistema estatal de decisión de normas del juego y eso es lo que tiene que prevalecer y a partir de ahí que pueda haber diferencias en la gestión en el día a día de ese gasto farmacéutico en la comunidad autónoma, no digo que no, pero no medidas que afecten a la equidad y al acceso.
¿Qué retos tiene para este mandato?
De este mandato, me voy a pasar un año sin interlocutores. La idea era mantener una línea de comunicación fluida pero, por desgracia, todavía no sabemos quién va a venir. El resto de retos es mantener la asociación con una representatividad alta. Mantener el nivel de interlocución con las administraciones para cualquier asunto de política farmacéutica relacionada con el genérico. También esperamos dar la vuelta al estancamiento de mercado, y con la iniciativa de las compañías seguir desarrollándolo. En España hay compañías nacionales e internacionales muy importantes. Es un sector que históricamente algunos habían intentado “desconsiderar”, y nada más lejos de la realidad. Siete de cada diez medicamentos genéricos que se consumen en España, se fabrican en España. La apuesta por este mercado es clara.
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