Reino Unido podría decir adiós a los dulces y golosinas. Y es que, las golosinas que se venden en el país británico en la zona del cajero del supermercado o como parte de ofertas serán prohibidas dentro de unas propuestas del Gobierno para reducir la obesidad infantil.
En este sentido, Jeremy Hunt, ministro de Sanidad de Reino Unido, ha informado que "con estas medidas se dará más poder a los padres para que tomen decisiones que sean más saludables para sus hijos, ante las cifras que indican que uno de cada 25 niños de 10 u 11 años es obeso".
También se propone poner fin a la venta a niños de los llamados refrescos energéticos, con altos niveles de cafeína
Otro de los planes es imponer restricciones en la difusión de anuncios publicitarios en televisión o a través de la red de la llamada "comida basura", así como obligar a los restaurantes a colocar la cantidad de calorías que tienen los platos de sus menús. También se propone poner fin a la venta a niños de los llamados refrescos energéticos, que contienen altos niveles de cafeína.
Estas nuevas propuestas serán sometidas a finales de año a un periodo de consulta, para que tanto los expertos como los padres se pronuncien, antes de que puedan entrar en vigor en el Reino Unido.