Decir "estoy afónico o afónica" es una de las expresiones más comunes cuando se produce una pérdida de voz poco común generalmente causada por un aumento en la intensidad del habla. Sin embargo, la afonía es un concepto totalmente desligado de la disfonía.
“Decir que estamos afónicos cuando tenemos la voz ronca está mal dicho, debemos decir que tenemos disfonía”, explica Marta, neurologopeda y tiktoker, que publica vídeos con recomendaciones para enfermedades como la disfagia, casos reales sobre logopedia o cómo afectan algunas enfermedades al aparatado fonador.
La disfonía es una pérdida del timbre normal de la voz por un trastorno funcional u orgánico de la laringe. Es lo que Marta explica como "un problema en la calidad de la voz y hasta puede sonar más áspera, más ronca o más débil".
"Aunque disfonía y afonía son términos que se relacionan con problemas de la voz, estos tienen grandes diferencias”
La neurologopeda ha recalcado que "aunque disfonía y afonía son términos que se relacionan con problemas de la voz, estos tienen grandes diferencias”. Aunque son dos patologías claramente diferenciadas, es importante cuidar la zona, especialmente si sufres de disfonía o afonía generalizada, y prevenir ambas afecciones.
Sin embargo, la afonía es "la pérdida total de la voz, cuando no sale nada de voz", apunta la tiktoker. Ambos conceptos están relacionados con el daño en el aparato fonador, impidiendo la comunicación oral y dificultando la producción de la voz. Ante estas dos patologías, es importante considerar el daño y acudir a la consulta de un especialista.
Marta añade que “si experimentas grandes cambios en tu voz, no dudes en contactar con un otorrino para que te diagnostique o un logopeda para que te rehabilite”. Además, es importante garantizar "el descanso vocal", concluye la tiktoker.