“Cuando atiendes a un corredor, lo primero es que no corra peligro su vida"

Mikel Martínez, médico de la Vuelta Ciclista a España.

Mikel Martínez es médico de la Vuelta Ciclista a España. En la imagen, atiende a un corredor del equipo Astana / Fotografías: Photogómez Sport
Mikel Martínez es médico de la Vuelta Ciclista a España. En la imagen, atiende a un corredor del equipo Astana / Fotografías: Photogómez Sport
PACO CORDERO
2 septiembre 2018 | 00:00 h
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Es jefe del servicio de Urgencias del Hospital de Basurto, en Bilbao, pero su pasión por el ciclismo le ha llevado a ser una de las personas que velan por la salud y la integridad de los casi 200 corredores que cada año participan en la Vuelta Ciclista a España. Un año más, y ya lleva 15 seguidos y casi 30 de forma intermitente, Mikel Martínez comandará el equipo de asistencia médica que, junto a los ciclistas, recorrerá los 3.271 kilómetros previstos en esta edición a través de 21 etapas. Tras atender a un corredor por la mañana, mientras se encuentra en la localidad almeriense de Huércal-Overa (salida de la etapa 6), este médico atiende a ConSalud.es para explicar cómo trabaja y cuáles han sido sus experiencias en carrera.

¿Cómo lleváis la primera semana de La Vuelta 2018, desde el punto de vista del número de incidencias?

No hemos tenido muchas incidencias. La contrarreloj fue una cosa corta y poco peligrosa. Después hemos tenido alguna caída pero no montoneras. La caída de Omar Fraile (equipo Astana), que fue un despiste; otra caída contra un coche... En principio, cosas normales. Quizás un corredor del Katuska, que requirió ir al hospital para hacerle una placa, pero no ha tenido fractura. De momento, cosas habituales y no graves.

"La asistencia sanitaria la realizamos con tres coches médicos y cuatro ambulancias; el primer coche va por delante del pelotón, por si cuaja una escapada, otro por detrás y el tercero cubre las incidencias"

¿Cuál es el protocolo sanitario que está previamente establecido?

La asistencia sanitaria la realizamos con tres coches médicos y cuatro ambulancias. El primer coche médico va por delante del pelotón con el objetivo de que cuando cuaja una escapada es el que le da cobertura. Para que una escapada permita que sea atendida por equipo sanitario debe tener un tiempo de ventaja razonable, por encima de un minuto y medio o dos minutos. Eso significa que la escapada ha cuajado y le ponemos un coche médico, con una ambulancia.

El segundo coche va situado detrás del pelotón principal y es el que tiene que dar cobertura al mayor número de gente, donde están el líder y los 'gallos' de la carrera. El tercer coche va con los segundos coches de directores, es el que cubre las incidencias o si tiene que parar el segundo coche. Las ambulancias van, una con la escapada y otra con otro coche médico. Otras dos son de reserva y las utilizamos para apoyo y traslados cuando hay que llevar a un corredor al hospital.

Equipo médico La Vuelta

¿Y con qué sistemática actuáis?

Pues aproximadamente dos horas antes de la salida neutralizada de cada etapa acudimos al punto de encuentro, donde atendemos aquellas cosas que se han podido producir, a la vez que revisamos la evolución de algunos corredores atendidos el día anterior. A ellos los visitamos por los autobuses de cada equipo.

Además, hacemos una pequeña reunión diaria, con las ambulancias y, en función del trazado y el nivel de dificultad, introducimos variables sobre el esquema inicial. Por ejemplo, si prevemos un sprint masivo, dejamos un dispositivo cinco kilómetros antes. Luego, nos ponemos en el pelotón y vamos atendiendo directamente. Al final de la etapa, si hemos hecho una cura provisional y queremos revisarla, habitualmente vamos al autobús del equipo y allí, o acabamos la sutura o le trasladamos al hospital para una exploración radiológica o lo que necesite. Después de allí, nos marchamos.

"En la primera semana, todos los días hemos tenido una o dos atenciones. Lo más frecuente son las abrasiones, rozaduras o contusiones y, alguna vez, hay heridas que requieren sutura"

¿Y el resto del día?

Aunque somos médicos de carrera, atendemos todo nuestro entorno. Piensa que con 4.000 personas, a pesar de que no atendamos a todo, pero siempre hay consultas que van surgiendo sobre la marcha. Ese sería nuestro trabajo del día a día. No es un trabajo intenso en general, pero son muchas horas de dedicación.

¿Cómo se coordinan con los médicos de los equipos y con las asistencias sanitarias locales?

Nosotros estamos en contacto con todos los equipos, que cada uno tiene un médico. Ellos son los que atienden a los corredores cuando no están en carrera. Ahí sólo les atendemos nosotros. Pero estamos en contacto con los equipos por si hay que hacer un seguimiento. Con los sanitarios locales, no tenemos un contacto directo pero el sistema de ambulancias que llevamos sí que están en contacto porque, como ocurre en todas las aglomeraciones, siempre hay dispositivos locales. Es muy habitual, sobre todo en las zonas del sur donde suele hacer mucho calor, que en la concentración inicial a la salida haya lipotimias, por ejemplo.

Mikel Martínez, atendiendo

¿Cuántas personas conforman el equipo de asistencia médico y qué material lleváis?

Antes éramos tres médicos y un enfermero. Desde este año somos cuatro médicos ya que en dos de las cuatro ambulancias, en la primera y en la tercera, va un enfermero o una enfermera.

En cuanto al material, al final de la caravana tenemos una especie de almacén donde llevamos toda la medicación que adquirimos cada año. Y en los coches llevamos pequeños depósitos diarios, tanto de medicación como de material de curas, etc., que vamos reponiendo en cuanto se acaban.

¿Cuál es el número de atenciones media en cada etapa y cuáles son las incidencias más habituales?

Es muy variable. En esta semana, todos los días hemos tenido algo, una o dos atenciones. Pero ninguna ha sido multitudinaria.

En cuanto a las incidencias, hay que tener en cuenta que son corredores jóvenes. Por tanto, están sanos y lo más frecuente son las abrasiones, las rozaduras, las contusiones. Alguna vez hay heridas que requieren sutura o, por ejemplo, la lesión típica que es la fractura de clavícula. Luego hay un pequeño porcentaje que, como toda persona, puede ser que haya pasado una mala noche, una gastroenteritis, un catarro o mal de estómago.

"La tendencia del corredor si se cae es levantarse y montarse en la bici, aunque sea de forma intuitiva. Prácticamente todos quieren seguir"

¿Para vuestro labor, qué etapas son más complicadas, las llanas o las de montaña?

Es difícil contestar. Creo que las llanas, sobre todo en las que en principio crees que son normales, a veces te encuentras más caídas. En la montaña, hacia arriba, no se cae casi nadie. En todo caso en las bajadas. Pero si ésta es muy mala o si la climatología no es buena, bajan muy rápido pero habitualmente con más prevención. Se meten más leñazos cuando van relajados y despistados. De hecho, algún año hemos tenido verdaderos accidentes hasta en la propia salida neutralizada.

En todos los años que lleva como médico de La Vuelta, imagino que habrá visto de todo ¿no?

Lo más grave que he tenido fue en Murcia, en el año 2015, con la caída de Kris Boeckmans (Lotto Saudal). Estaba en el suelo con fracturas en la cara. Hubo que impermeabilizar la vía con un tubo de guedel y fijar el cuello. Tuvo fracturas también en las costillas y requirió hospitalizarlo varios días, luego cirugía. Pero bueno, ha salido hacia delante. Él ha vuelto al ciclismo, está ahora en un equipo continental y sigo en contacto con él. Fue con diferencia lo más grave que he tenido.

Coche médico

¿Cómo se reacciona en este tipo de situaciones tan graves?

Somos profesionales de Urgencias, así que estamos acostumbrados. Aquí hay que tener en cuenta dos cosas. Cuando atiendes a un corredor, lo primero es que no corra peligro su vida y, lo segundo, decidir si el corredor puede seguir o no. Aquí no hay moviolas. Si le bajas de la bici y le atiendes en el suelo el corredor se tiene que retirar. Si no, lo montas en la bici y le atiendes sobre la marcha.

Pero la tendencia del corredor si se cae es levantarse y montarse en la bici, aunque sea de forma intuitiva. Prácticamente todos quieren seguir. Recuerdo un caso en Asturias, un corredor que se cayó por un pequeño precipicio y parecía que se había peleado con un oso, tenía todo el maillot roto. Según subió, se cambió el maillot y cogió la bici. Al día siguiente ganó el sprint. Son superhombres.

"Salvo los casos graves, este es un tipo de trabajo que, si te gusta el ciclismo, es un veneno y vienes a trabajar disfrutando"

¿Encuentra diferencias con el trabajo que realiza como jefe de Urgencias del Hospital de Basurto?

El trabajo es imprevisto en los dos sitios. Lo que pasa que este es un tipo de trabajo en el que estás pendiente de un pequeño trauma o de una patología determinada. Obviamente, salvo en algunos casos excepcionales, la gravedad es distinta. En un hospital de primera línea hay muchas más patologías que aquí, y algunas muy graves.

¿Con qué se queda de trabajar como médico de La Vuelta?

Salvo los casos graves, este es un tipo de trabajo que si te gusta el ciclismo, esto un veneno y vienes a trabajar disfrutando. Y a mí, me gusta bastante el ciclismo.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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