“El acceso de científicos españoles a EE.UU. puede verse muy dificultado por la administración Trump”

Carlos Sierra, investigador español en la Columbia University de New York.

Marta Gómez - Directora de ConSalud.es
19 febrero 2017 | 23:59 h
“El acceso de científicos españoles a EE.UU. puede verse muy dificultado por la administración Trump”
“El acceso de científicos españoles a EE.UU. puede verse muy dificultado por la administración Trump”
El investigador español Carlos Sierra lleva cuatro años en la Columbia University de New York. Su área de trabajo es la ingeniería biomédica enfocada a mejorar el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas como el párkinson y el alzhéimer. Sierra, que ha vivido de primera mano los últimos acontecimientos políticos, con la entrada de Donald Trump al poder, ha valorado para ConSalud.es cuál es la situación actual de los investigadores españoles en EE.UU. y de qué manera puede afectar la nueva era Trump al campo de la ciencia.

¿Qué valoración realiza de la actual situación de la investigación sanitaria en EE.UU.? ¿Qué papel juega el sector público y privado?

Mi valoración de la investigación sanitaria en EE.UU., fruto de los cuatro años que llevo en el país, es, a día de hoy, bastante buena en comparación con lo que nos encontramos en España. Es cierto que mi campo de investigación, ingeniería biomédica enfocada a mejorar el tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas, es una rama que despierta mucho interés en la sociedad, ya que enfermedades como el párkinson, el alzhéimer, tumores cerebrales, etcétera, impactan de una manera muy directa y amplia sobre la población de los países desarrollados. Es por ello que la presión sobre sus gobiernos y el sector privado para que encuentren soluciones es muy elevada, de ahí que ambos sectores estén apostando fuerte e invirtiendo cantidades de dinero importantes en estos apartados de la investigación sanitaria.

"Uno de los rasgos que más diferencia la investigación médica en EE.UU. de la realizada en España es la fuerte aportación de la iniciativa privada, sobre todo a través de fundaciones filantrópicas"
Pero como menciono al principio está valoración es sesgada, no tengo datos suficientes para evaluar cuál es la situación de la investigación sanitaria en otros campos distintos de las enfermedades neurodegenerativas, cardiovasculares o cáncer, todas ellas dolencias en donde se invierten grandes cantidades de dinero, lo que se refleja en el gran prestigio de algunos de sus centros de investigación y hospitales.

Precisamente uno de los rasgos que más diferencia la investigación médica en EE.UU. de la realizada en España es la fuerte aportación de la iniciativa privada, sobre todo a través de fundaciones filantrópicas. Estas hacen posible que muchas investigaciones que no pueden financiarse a través del sector público –NIH, NSF, etc.- sí puedan hacerlo a través del sector privado. Un ejemplo muy claro son las enfermedades raras, las cuales, muchas veces, son investigadas a través de la inversión de familias en las cuales alguno de sus miembros padece dicha enfermedad.

¿Considera que la nueva Administración variará de algún modo el panorama actual y las ayudas a estos médicos investigadores?

Sí, obviamente la nueva administración va a tener un fortísimo impacto en la ciencia, y por lo tanto también en la ciencia sanitaria. Para no extenderme en demasía pondré dos ejemplos muy claros: su reciente propuesta, secundada por la industria farmacéutica, de obligar a la FDA (Federal Drug Administration) a hacer menos estrictos los controles clínicos para sacar fármacos al mercado, o su petición a Robert F. Kennedy Jr., un conocido crítico de la vacunación obligatoria, de que dirija la Comisión de Vacunas.

¿Piensa que puede verse dificultado el acceso a EE.UU. de los científicos españoles?

"Sí, obviamente la nueva administración va a tener un fortísimo impacto en la ciencia, y por lo tanto también en la ciencia sanitaria "
Son evidentes las trabas que a todos los niveles quiere implementar la administración Trump a la entrada de extranjeros a EE.UU. Ya ha empezado con la prohibición de la entrada de personas, entre los que se encuentran médicos de siete países musulmanes, y sus continuos ataques a la población latina. Pero no solo eso, actualmente se encuentra congelada la concesión de nuevos visados H1-B y también se están discutiendo cambios en la legislación respecto a la concesión de los visados J1. Estos dos tipos de visados son los que, mayoritariamente, solicita un investigador cuando quiere venir a EE.UU., por lo tanto, el acceso de los científicos españoles puede verse grandemente dificultado.

¿Resulta fácil para un investigador médico español realizar su trabajo en los Estados Unidos?

Esta pregunta hay que responderla desde dos perspectivas totalmente diferentes, si el investigador médico quiere venir a EE.UU. solo a investigar o si quiere ejercer como médico. Si es la primera opción, hasta ahora no había mayores problemas para que viniese a trabajar a EE.UU., pero si, por el contrario, su planteamiento es ejercer la medicina, la respuesta es no, es muy complicado que pueda venir a trabajar a EE.UU.

Para ello deberá hacer los exámenes del United States Medical Licensing Examination (USMLE) al igual que los estudiantes americanos. Una vez pagados y superados estos exámenes es cuando se puede acceder a desarrollar estancias clínicas en hospitales de EE. UU. (extern ship).

En el caso de querer ejercer una especialidad el proceso aún se complica más, ya que es necesario volver a hacer la especialidad en Estados Unidos. Para esto hay que buscar las plazas para realizar la residencia a través del Electronic Residency Application Service (ERAS). Este programa actúa de intermediario con el hospital, de tal forma que el interesado podrá enviar su currículum y solicitar una entrevista con todos los programas que le interesen. El hospital, si está interesado, concertará una entrevista. Tras las entrevistas, se realiza el Match Day en un día concreto, en el que aspirantes y directores de programas de los diferentes hospitales envían al National Resident Matching Program sus preferencias. Relacionando estos datos se producen los matches y los candidatos obtienen su plaza de residente en el hospital elegido.


¿Cuántos son los investigadores españoles que actualmente trabajan desde EE. UU.?

Se desconoce el número exacto. El único censo hecho hasta ahora es el de la organización ECUSA (Españoles Científicos en USA), que cuenta con más de 900 miembros, pero sin duda el número es mucho mayor, ya que esta organización se encuentra implementada, principalmente, en Boston, Nueva York, Washington DC y California, además de cierta presencia en los estados del Midwest. Es por ello que deja sin cubrir mucha parte de la geografía americana con sus respectivos científicos españoles. Podemos decir pues, sin miedo a equivocarnos, que el número es mayor de 2.000.

¿Qué ventajas existen respecto a la investigación médica en España?

Me resulta complicado de responder esta pregunta ya que yo en España nunca realicé investigación biomédica, estaba enfocado en aspecto biotecnológicos lejos de cualquier aplicación en el campo de la investigación médica, con lo cual no conozco por experiencia propia lo que implica hacer investigación médica en nuestro país. Sin embargo, comparando mi investigación en Columbia University con la realizada en el Instituto de Investigación IdiPAZ por un grupo de investigación con objetivos similares a los míos y con los que tuve oportunidad de reunirme para discutir posibles vías de colaboración, veo una diferencia considerable respecto a los recursos de los que disponen ellos y de los que puedo echar yo mano en Nueva York. Como ya dije en esta entrevista, aquí la implicación de la iniciativa privada es mucho más fuerte permitiendo contratar a investigadores –como es mi caso- y adquirir equipos que solo con la financiación pública sería inviable.

"Una de las ventajas de investigar en EE.UU. es poder trabajar día a día y en persona con científicos muy brillantes de diferentes nacionales, procedentes de diferentes campos"
Y dejando de lado los aspectos económicos, otra de las ventajas es poder trabajar día a día y en persona con científicos muy brillantes de diferentes nacionalidades, procedentes de diferentes campos (física, química, biología, medicina, ingeniería, etc.) y por lo tanto con distintas ideas y filosofías de trabajo, lo cual es muy enriquecedor no solo desde el punto de vista profesional, sino también personal. Con esto no quiero decir que los investigadores españoles que trabajan en España no sean también extremadamente brillantes, que lo son en su gran mayoría, sino que los grupos de trabajo, con honrosas excepciones, se encuentran formados principalmente por españoles y no presentan esta tan marcada multidisciplinariedad.

¿Qué dificultades encuentra usted como investigador en su día a día?

En mi caso, la mayor dificultad con la que me encuentro es la de poder llevar mis estudios, testados de manera satisfactoria en ratones y en primates no humanos a la fase clínica. A pesar de tener ya voluntarios disponibles llevamos más de dos años esperando por la autorización de la FDA para llevarlos a cabo, y no es algo que tenga visos de solucionarse a corto plazo. Es por ello que a pesar de haber dispuesto, hasta el momento, de una cantidad de recursos más que aceptables y unos resultados muy prometedores nos encontremos actualmente ligeramente estancados, y que grupos de otros países nos hayan tomado la delantera al disponer, ellos sí, de la pertinente autorización por su gobierno para empezar a probar la técnica en humanos.

¿Cree que la suspensión del conocido como Obamacare puede tener algún efecto en las investigaciones sanitarias que actualmente se están llevando a cabo en diversos campos como, por ejemplo, el big data, la medicina genómica o los tratamientos oncológicos? ¿Qué tipo de efecto, en el caso de considerarlo posible?

"La derogación del Obamacare no afectaría a las investigaciones que se estén llevando a cabo"
En esta pregunta se están mezclando conceptos. Brevemente, el Obamacare, cuyo nombre correcto es, en español “Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible”, es una ley que exige a la mayoría de los adultos no cubiertos por un plan de salud, ya sea proporcionado por sus empleadores o patrocinado por el gobierno, que mantengan una cobertura sanitaria, arriesgándose en caso contrario a ser penalizados con una multa. Para conseguirlo las personas con bajos ingresos recibirán créditos fiscales con el fin de subvencionar el pago del seguro de salud. Es por ello una ley que afecta a ciertos aspectos de la industria privada de los seguros de salud y los programas de salud públicos, y no lleva asociada fondos presupuestarios para financiar la investigación en big data, medicina genómica o cáncer, por lo tanto su derogación no afectaría a las investigaciones que se estén llevando a cabo.

Por ello creo que la ley a la que se hace referencia con esta pregunta es la denominada Ley de Curas del Siglo XXI, firmada a finales de 2016 por Obama tras ser aprobada en el Congreso por consenso entre los demócratas y los republicanos. En ella se destinarán 6.300 millones de dólares en siete años a la investigación contra el cáncer, combatir la epidemia de adicción a la heroína, mejorar los programas de salud mental, impulsar la medicina de precisión -que apuesta por tratamientos personalizados basados en el estudio genético y otros factores-, expandir el programa multidisciplinar BRAIN para lograr un mapa del cerebro humano, y modernizar el desarrollo de medicamentos por parte de la agencia federal.

Esta ley, por haber sido aprobada por consenso entre demócratas y republicanos, no debería verse afectada por la presidencia de Donald Trump.


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