"La lenta burocracia y la inestabilidad política han arrebatado a Neonatología ser una especialidad"

El expresidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo) y jefe de Sección del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia, Máximo Vento Torres.

El expresidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo), Máximo Vento Torres. (Foto. SENeo)
El expresidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo), Máximo Vento Torres. (Foto. SENeo)
Nacho Cortés
10 noviembre 2019 | 00:00 h
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Máximo Vento Torres, ha sido presidente de la Sociedad Española de Neonatología (SENeo) y jefe de Sección del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia. Tras concluir su mandato y tres años al frente, el doctor Manuel Sánchez Luna ha resultado elegido el pasado 3 de octubre para presidir la SENeo en los próximos 4 años (2019-2023).

    Además de presidir SENeo, cargo desde el que ha liderado el reconocimiento de la Neonatología como Área de Capacitación Específica (ACE), el doctor Máximo Vento Torres es investigador principal del Grupo de Investigación en Perinatología del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y coordinador Nacional de la Retic Red de Salud Materno Infantil y del Desarrollo (SAMID) perteneciente al Instituto de Investigación Sanitaria Carlos III (Ministerio de Economía, Industria y Competitividad). Fue también presidente de la Sociedad Europea de Neonatología (European Board of Neonatology).

    MAXIMO VENTO TORRES COORDINADOR DE LA RED SAMID (1)¿Cuáles son los próximos objetivos de la Sociedad Española de Neonatología?

    La SENeo tiene como prioridades complementar la formación de los jóvenes residentes que se inician en la especialidad, y facilitar que todos los neonatólogos actualicen sus conocimientos acudiendo a congresos, estancias formativas en otros centros incluso en otros países.

    En segundo lugar, favoreciendo y estimulando la investigación clínica y básica mediante ayudas de investigación, poniendo en contacto grupos distintos y proponiendo temas de interés y actualidad.

    Finalmente, la sociedad tiene muchas comisiones como la de reanimación neonatal, estándares, transporte, seguridad, redes, etc., que actualizan los protocolos, guías clínicas y promueven la excelencia. Toda la información se cuelga en la web de la sociedad y puede ser consultada gratuitamente por los afiliados.

    Ello les permite estar actualizados y además homogeneizar los tratamientos en nuestro país. La sociedad también tiene como finalidad prioritaria detectar carencias y dar argumentos científicos y clínicos para que las autoridades realicen las inversiones necesarias para subsanarlas.

    ¿Qué retos tienen pendientes? 

    El decreto ley que definía y aprobaba el área de capacitación específica en neonatología estaba a punto de ser firmada por el gobierno cuando se produjo la moción de censura a D. Mariano Rajoy. Desde entonces la inestabilidad política no ha permitido que este proceso progrese y tengamos la aprobación de la ACE.

    Es un proceso por el que llevamos luchando desde hace más de 30 años. Es una situación reconocida por todos los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas, por los grupos políticos del congreso y sus comisiones de sanidad.

    Sin embargo, la lenta burocracia y la inestabilidad están demorando la consecución de un proceso de especialización en el tratamiento de pacientes únicos inabordables por el pediatra general, y además nos está alejando de los países más avanzados de Europa que ya tienen su proceso de acreditación desde hace tiempo.

    ¿Qué piden al Ministerio de Sanidad y al resto de administraciones sanitarias?

    Simplemente, que se reconozca que la neonatología es una subespecialidad de la pediatría que requiere una formación muy específica en patología y técnicas complejas y por ello, requiere un período de formación adicional de 2 años al menos.

    El coste que supone el tratamiento de los prematuros es de los mayores del sistema. ¿Por qué?

    Los prematuros son pacientes complejos por su inmadurez de todos los órganos que les impide, sin la ayuda profesional, superar la adaptación al mundo fuera del útero. Por ello, hay que tratar problemas graves que afectan a todos los órganos y sistemas, evitar infecciones o tratarlas, nutrición especializadas, ventilación pulmonar, etc., durante varios meses. Y luego, hacer un seguimiento muy especializado durante años para detectar problemas del desarrollo neurocognitivo y sensorial (vista y oído)

    Siempre se habla de humanización en los hospitales. ¿Es necesaria en el ámbito de la neonatología? ¿Lo ve un objetivo realmente factible?

    Creo que ya es un hecho en muchas unidades de neonatología aunque aún tenemos carencias si nos comparamos, por ejemplo, con los países nórdicos. Tener habitaciones individuales para las familias, suficiente espacio, mayor número de enfermeras por paciente para poder dedicar tiempo a la educación de los padres en el cuidado de sus frágiles hijos, etc. Estamos ahí, pero hay que invertir más.

    ¿En qué se centra la labor investigadora de los neonatólogos? 

    Hay grupos dedicados a todos los aspectos de la fisiología y patología del recién nacido. Aquellos que investigan los problemas respiratorios, la inmunología e infecciones, nutrición, metabolopatías, profundización en técnicas de imagen, optimización del transporte, seguridad en la atención, humanización, lactancia.

    Las investigaciones se realizan en el ámbito clínico pero cada vez más se están formando grupos que también tienen modelos experimentales y desarrollan sus investigaciones en el laboratorio. Hay grupos de trabajo que comparten sus resultados tanto nacionales como internacionales.

    ¿Cuáles son sus principales preocupaciones en la plano de las patologías que afectan a los neonatos?

    La principal preocupación del neonatólogo es lograr una supervivencia íntegra, es decir, que nuestros prematuros llegados a una edad escolar tengan las mismas capacidades físicas, intelectuales y sensoriales que cualquier bebé nacido al término del embarazo.

    La esfera neurológica es, sin duda, la más preocupante ya que el sistema nervioso central del prematuro es altamente sensible a variaciones de la oxigenación, infecciones, hemorragias, etc., y las secuelas secundarias a estas agresiones pueden afectar a la capacidad motora e intelectual a largo plazo y en ocasiones nunca se llega a normalizar.

    Estos bebés requieren un apoyo institucional en unidades de seguimiento neonatal hospitalarias y centros de atención temprana durante muchos años. Estas redes de apoyo no siempre funcionan de forma coordinada y es una de las áreas que requieren mayor apoyo institucional.

    No tiene sentido invertir mucho en superar el período agudo si luego se les abandona a las familias sin un apoyo multidisciplinar cuando el bebé es dado de alta del hospital. Aparte, se está investigando en la utilización de células mesenquimales para reparar el daño cerebral, pulmonar, etc.

    La generalización de la lactancia con leche humana para reducir las complicaciones intestinales es otro campo importante. Y finalmente, el desarrollo de fármacos diseñados para estos pacientes que tienen una composición corporal y una capacidad de metabolización hepática y depuración renal muy limitadas por lo que los fármacos de los adultos frecuentemente no les son apropiados.

    Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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