"No podemos bajar la guardia. En otoño aparecen otros virus con síntomas similares al coronavirus"

El vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), Pedro Gorrotxategi.

El vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), Pedro Gorrotxategi.
El vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), Pedro Gorrotxategi.

¿Cómo ha afectado el coronavirus Covid-19 en niños? El papel de Pediatría de Atención Primaria ha sido, es y será clave para frenar la propagación del virus entre los más pequeños. Durante la desescalada, los pediatras del primer nivel asistencial incrementarán su labor de atención médica a los niños y adolescentes en esta fase, por ser un sector de la población que actúa como vector de transmisión, en muchas ocasiones sin apenas presentar síntomas.

ConSalud.es charla con Pedro Gorrotxategi, vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) sobre el papel de los pediatras de Atención Primaria en esta pandemia.

¿Cómo han llevado los pediatras de Atención Primaria la pandemia de la Covid-19? ¿Cuánta ha sido la afectación del virus en los pacientes infanto-juveniles?

Los pediatras de Atención Primaria somos los que primero hemos atendido a los niños afectos de la Covid-19 en nuestras consultas. Hemos valorado a los niños y a aquellos que presentaban síntomas leves les hemos realizando un seguimiento telefónico en sus domicilios. Citándoles para valoración en el centro de salud a los que tenían signos de alarma, para valorar la necesidad o no de derivarles a las urgencias hospitalarias, evitando que acudieran a las mismas en la mayoría de los casos. Hemos valorado a decenas de miles de niños con síntomas compatibles con SARS-Cov-2.

"El número de niños en seguimiento por sospecha de infección por coronavirus ha sido elevado"

Nos hemos sentido muy reconocidos por nuestros pacientes, pero a veces olvidados por las autoridades sanitarias. La incidencia se ha situado alrededor del 1 por ciento del total, cursando con síntomas leves y complicándose en pocas ocasiones con neumonías.

Este virus tiene una mayor gravedad en edades avanzadas. Así, la mortalidad en niños es del 0,4% y en los mayores de 80 años es del 20%, de ahí que el número de niños ingresados en las UVIs ha sido pequeño. Pero el número de niños en seguimiento por sospecha de infección por SARS-Cov-2 (un cuadro infeccioso en periodo de distribución comunitaria del virus) ha sido elevado. Nos referimos a casos sospechosos a los que no se les ha realizado el test para el estudio del coronavirus.

¿Cuáles son las recomendaciones que realizan de cara a la desescalada?

La Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) ha elaborado un documento de desescalada con varias premisas.

El virus circula y los profesionales nos tenemos que proteger frente a él y poco a poco debemos incorporar a nuestras consultas las actividades de promoción de la salud (programa de salud infantil) y de control de patologías prevalentes (asma, obesidad, problemas de talla, de desarrollo, mentales, etc.) que hemos pospuesto durante lo más duro de la pandemia, para poder atender a los niños con sospecha de coronavirus y para evitar contagios en niños cuyas consultas eran demorables.

¿Cuáles son las medidas que prevén implementar en los centros de Atención Primaria?

Hay que hacer dos circuitos de atención: uno que llamamos circuito rojo, para consultas de niños con síntomas compatibles con enfermedad por SARS-CoV-2 que incluiría a todos los niños con patología aguda (respiratoria, digestiva, cutánea y/o neurológica).

Y uno que llamamos circuito verde para  consultas no presenciales, consultas presenciales sin sospecha de padecer la enfermedad por SARS-CoV-2 y programa de salud infantil. En los centros de salud con profesionales únicos se habilitarán tres franjas horarias que permitirán la separación de los pacientes y su atención en tramos de consulta diferenciada: consulta de programa de salud infantil, la consulta no presencial y la consulta presencial.

Y en caso de que pueda haber un rebrote, ¿cuáles para el próximo otoño-invierno?

La vigilancia va a seguir. No vamos a bajar la guardia. No vamos a considerar que la epidemia del coronavirus ha desaparecido. En otoño-invierno aparecen otros virus estacionales que presentan una clínica indistinguible del coronavirus por lo que en ese momento tendremos la necesidad de tener pruebas diagnósticas que nos permitan diferenciar el virus de que se trate.

Existen, además de pruebas para el coronavirus, test rápidos para la gripe y para el virus respiratorio sincitial, de los que no disponemos en Atención Primaria y que serían muy útiles para saber que infección tiene el niño.

"El papel de la Pediatría de Atención Primaria es imprescindible en el control y vigilancia de nuevos casos, será clave para evitar nuevos brotes"

Es más, así como los adultos expresan verbalmente su sintomatología, en los niños eso no ocurre por lo que nos tenemos que guiar por los signos de la exploración y lo que nos cuentan sus padres o tutores.

El papel de la Pediatría de Atención Primaria es imprescindible en el control y vigilancia de nuevos casos, en esta vigilancia activa estará la evitación de nuevos brotes.  Más de uno de cada 6 ciudadanos es atendido y será atendido en nuestras consultas si presenta síntomas de estar contagiado.

Todavía queda mucho que estudiar sobre la Covid-19 y el coronavirus. ¿Creen que el virus pudo confundirse/camuflarse con el pico fuerte de gripe en enero/febrero que tuvo cuadros febriles más fuertes de lo habitual?

Como comentamos en la pregunta anterior es difícil saberlo al no poder realizar test. Salud Pública establece una serie de pediatras y médicos de familia vigías que son los que toman las muestras.

En la imagen de la evolución de la gripe en la comunidad Autónoma del País Vasco, y en todas sucede similar, vemos que al inicio la gripe era gripe A y en el mes de febrero gripe B. Si a eso se sumaron casos de la Covid-19 no lo podemos saber más que haciendo un estudio epidemiológico de los pacientes que en aquél momento se diagnosticaron clínicamente de gripe y ver si tienen anticuerpos frente a la Covid-19.

Imagen 2

Tabla extraída del Departamento de Salud de País Vasco. 

De estos casos, la mayoría correspondieron a niños menores de 14 años:

Imagen 1

Tabla extraída del Departamento de Salud de País Vasco. 

Con el inicio de la fase 1 y la fase 2, los niños podrán salir cada vez más a la calle y realizar otro tipo de actividades lúdicas. ¿Qué consejos dan a las familias?

El consejo es mantener el aislamiento social en lo posible. Si el permiso es para visitar a familiares, por ejemplo, tratar de que sea solo eso. Por ejemplo, que el niño visite a sus primos, si va a ser posible mantener la distancia de seguridad y las medidas de higiene, pero que no esté con todos los niños de su clase, ni se organicen merendolas ni otros actos sociales entre niños.

Hay que seguir de forma estricta las normas que da el Ministerio en cada fase de desconfinamiento, porque, sino corremos el riesgo de que el virus se vuelva a expandir y aumente la mortalidad, que es algo que ni sanitarios, ni no sanitarios, deseamos.

 ¿Qué debe alertar o qué síntomas deben advertir a una familia para que acudan al médico?

Los signos que deben alertar a las familias es el estado general del niño. Los niños pequeños no hablan, luego dan una información poco definida y no es hasta que son mayores que nos podemos basar en lo que nos cuentan.

En primer lugar, tenemos que tener en cuenta la edad del niño. En general, los primeros 21 días de vida tiene un riesgo más elevado, entre el mes y los tres meses un riesgo intermedio y los mayores de 3 meses menor. En el caso específico de la infección por coronavirus, los niños de edad menor de 1 año tienen un riesgo aumentado con respecto a los mayores de esa edad.

Hay una forma de valorar a los niños que es observar cómo respira, cómo es su estado general, si están decaídos, o no y cómo es la circulación, qué color tiene la piel: si están muy pálidos o con la piel amoratada es un signo de preocupación.

"Los signos que deben alertar a las familias es el estado general del niño"

En esta página encontramos una serie de consejos orientados a los padres sobre cuándo deben llevar los niños al hospital y eso sirve tanto para el coronavirus, como para cualquier otro pipo de infección grave.

Porque además del coronavirus, hay infecciones de orina, neumonías bacterianas, meningitis y sepsis, por citar alguno de los cuadros más graves.

El coronavirus puede dar patología respiratoria, digestiva, cutánea y neurológica. Si vemos en cualquiera de estas patologías que el niño está afectado, que la evolución no es buena, hay que realizar una consulta a un pediatra.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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