“Si todo va bien, hasta finales del año que viene no estará lista nuestra vacuna contra la Covid-19”

El Dr. Luis Enjuanes, experto en coronavirus y líder de uno de los equipos de la vacuna española contra la Covid-19

El Dr. Luis Enjuanes, investigador de la vacuna española contra la Covid 19 (Foto. CSIC)
El Dr. Luis Enjuanes, investigador de la vacuna española contra la Covid 19 (Foto. CSIC)
Paola de Francisco
14 noviembre 2021 | 00:00 h

Tras la publicación de los primeros resultados de la vacuna intranasal esterilizante contra el coronavirus MERS-CoV, el equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) liderado por el Dr. Luis Enjuanes se prepara para terminar los primeros ensayos en ratones de la vacuna contra la Covid-19 y su virus el SARS-CoV-2. Unos resultados que, según adelanta a Consalud.es el propio Enjuanes, “son muy positivos”.

En una entrevista telefónica, el químico, virólogo y director del laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología analiza su carrera contrarreloj para conseguir una vacuna esterilizante contra la Covid-19, que, según los expertos, será la mejor que salga al mercado, aunque no lo hará en breve. Mientras, la pandemia continúa entre nosotros, con olas, como la que vive actualmente Europa, que sigue poniendo a la Covid en el foco de la salud.

Ya llevamos un año y medio de pandemia y en España más del 80% de la población ya está vacunada, ¿cómo valora la situación actual?

De momento la evalúo bastante positiva porque el nivel de vacunación es de los más altos del mundo. Aunque todavía hay que completarlo, porque eso de que necesitábamos un 70% de población vacunada con las variantes no es suficiente. No podíamos subir hasta ahora al 80% porque había una amplia gama de niños pequeños entre 3 y 6 años y de 6 a 16 años que no tenían vacuna. Sin embargo, ahora que están aprobadas tanto la de Moderna como Pfizer, será muy importante porque podrá aumentar un 40% de más vacunados en nuestra población, lo cuál sería fantástico.

El crecimiento de los casos, una mayor incidencia y un aumento de la presión en los hospitales en Europa ¿pueden suponer un problema para nuestro país en la actual situación?

Por supuesto que sí. No sé si es por una nueva variante, pero me temo que esta situación viene principalmente por dos causas: primera los negacionistas que no han querido vacunarse, y segunda, una apertura excesivamente rápida con un descuido de las normas de seguridad. Yo tengo la impresión de que la apertura está siendo muy violenta, y esto no venía bien ni siquiera cuando ya teníamos los números bastante controlados en casi toda Europa. ​

“La eficacia de las vacunas contra las variantes disminuye de un 5 a un 15%, y esto seguirá evolucionando de la misma manera”

En su interacción con el ser humano, ¿qué ha caracterizado al coronavirus y qué le ha diferenciado de otros virus?

El coronavirus es un conjunto de virus que por su naturaleza molecular es distinto a otros, pero podría tener un comportamiento parecido al virus de la gripe. Son virus con un genoma ARN, con una tendencia a evolucionar muy rápidamente e incluso a recombinar entre ellos y otros virus muy parecidos. Esto les aporta una variabilidad muy grande, que ha dado lugar a la aparición de todas estas variantes de preocupación que hacen que los vacunados estén perdiendo una cierta efectividad, porque la eficacia de las vacunas contra las variantes disminuye de un 5 a un 15%, y esto seguirá evolucionando de la misma manera.

Siguiendo con el caso propio del SARS-CoV-2, ¿qué le ha desconcertado especialmente de este virus?

Lo malo que tiene el SARS-CoV-2 que lo diferencie de otros es su politropismo, es decir, puede infectar muchos tejidos. En contraste al SARS-1, el de 2002, puede infectar no solo el tracto respiratorio y el entérico, sino que puede infectar prácticamente todos los órganos de nuestro cuerpo. Esto es muy importante y es una estrategia que utiliza el virus que es fatal para nuestro organismo. Viene como consecuencia de que el virus ha adquirido cuatro aminoácidos que se han incorporado en la proteína de las espículas del virus y esto aporta un sitio de corte proteínico que es esencial para que cuando el virus contacta con una célula de nuestro organismo, no se quede ahí parado en la superficie, sino que pueda entrar en la célula. Esto ha sido un desastre.

Recientemente su equipo ha publicado los primeros resultados de la vacuna contra el MERS-CoV que es el adelanto de vuestra vacuna intranasal esterilizante ARN mensajero contra la Covid-19, ¿cómo los valora?

Nosotros llevamos trabajando desde hace muchísimos años con coronavirus y habíamos trabajado en el campo de vacunas para protegernos contra este virus y ya habíamos desarrollado una vacuna contra el coronavirus humano mortal, el MERS-CoV. Lo probamos en ratoncitos transgénicos humanizados y funcionaba de una forma excelente. De hecho, lo hemos patentado y hemos publicado sus resultados. Esto se hizo con una velocidad récord.

Con el SARS-CoV-2 hemos seguido la misma estrategia de producción de un replicón ARN que permite autoamplificar la dosis de la vacunación, la inducción de anticuerpos contra varias proteínas del virus y que administramos de forma intranasal que es donde es más efectiva, porque es un virus respiratorio que entra por la nariz. Ha ido muy bien, pero más lento de lo que esperábamos.

¿En qué proceso se encuentra su equipo?

En este momento nos encontramos en plena evaluación del prototipo de la vacuna. Los primeros resultados que tenemos son positivos, pero los experimentos en animales como ratoncitos humanizados no los hemos terminado. Este experimento lo finalizaremos en las próximas semanas y por entonces podremos informar con mayor precisión.  Nuestra vacuna es un poco más compleja y tardará más en salir que los otros. Si todo va bien hasta finales del año que viene no estará lista por la complejidad que tiene y porque necesita demostrar más cosas, sobre todo la intranasal.

“La inmunización en este caso se mide en uno, dos o como mucho tres años. Por eso la gente se tendrá que vacunar otra vez, para dar dosis de recuerdo de la vacuna contra el SARS-CoV-2 para las mucosas”

¿Nos podría adelantar alguno de esos resultados que en breve obtendréis?

Pues como reflejan los resultados que hemos publicado sobre la vacuna contra el MERS, básicamente proporcionan una inmunidad esterilizante. Esto significa que si a los ratones le damos una segunda dosis del virus letal, con más de cien mil unidades efectivas del virus, el agente es rechazado en la puerta de entrada y no tiene la oportunidad de crecer nunca en el organismo. Este ha sido un resultado francamente contundente. Lo que ocurre es que no es fácil que las agencias del medicamento aprueben la administración intranasal, por eso también estamos preparando una dosis intramuscular que no es tan efectiva, pero que desde luego puede tener una aprobación más fácil.

Con respecto al SARS-CoV-2, estamos viendo el mismo tipo de resultados que habíamos visto para el MERS pero todavía no hemos acabado esas evaluaciones y nos llevará cuestión de semanas tener unos criterios claros. Sin embargo, sabemos que los primeros resultados son muy positivos.

El Dr. Luis Enjuanes trabajando en el laboratorio. (Foto. CSIC)

Algunos expertos con los que ha hablado este medio consideran que cuando llegue su vacuna ya no tendrá a quién ponerla porque estaremos inmunizados con las de primera generación, ¿comparte esa visión?

No del todo. Este virus respiratorio ha venido para quedarse y probablemente se va a convertir en un virus estacional como es el de la gripe, emergiendo fundamentalmente al inicio del otoño y contra el que tengamos que vacunarnos todos los años. Y es que la inmunidad que necesitan estos virus respiratorios es una inmunidad en las mucosas respiratorias, y esta inmunidad tiende a tener muy poca duración. Por eso, con las vacunas actuales que no inducen una buena inmunidad en las mucosas se han dado dos dosis, después de la cual hay que dar una tercera dosis porque es una inmunidad de corta duración.

Por ejemplo, la inmunidad que nos indujo hace 60-70 años las vacunas contra los virus del sarampión, de la viruela o de la polio sigue durando. A mí me pusieron una única dosis cuando tenía 10 años, y 60 años después sigo estando completamente inmunizado. Pero esto es para aquellos virus de protección interna, sistémica, no de la mucosa, porque estos últimos tienen un periodo de inmunización que se mide en uno, dos o como mucho tres años. Por eso la gente se tendrá que vacunar otra vez, para dar dosis de recuerdo de la vacuna contra el SARS-CoV-2 para las mucosas. Además, hay que tener en cuenta que estos virus con genoma ARN evolucionan muy rápidamente y cada año tendremos que renovar las vacunas.

En este sentido, ¿vuestra vacuna cuenta con una mayor duración de inmunización que las que hay actualmente en el mercado?

Yo no me atrevería a decir que más larga, pero sí más completa. Será más larga que una inmunización intramuscular de la cual llega poco a las mucosas respiratorias. Pero también por ser una inmunidad en mucosa tendrá poca duración, de dos o tres años. Por lo que habrá que repetirla anualmente como para el virus de la gripe. A eso hay que recordar que el virus evoluciona. En ese sentido, nuestra vacuana tendrá la ventaja de que lleva más de una proteína, no solo la de las espículas, también la proteína M o la N, que también colaboran en la inducción de la protección.

Este sería uno de vuestros puntos fuertes, ¿qué más puntos fuertes tiene la vacuna que desarrolláis?

Yo lo resumiría en este, que inmunizamos en más de una proteína; el otro es que es la autoamplificación del antígeno, las vacunas ARN de Pfizer y Moderna son fijos, la cantidad que se da es la que hay, nuestra vacuna es más compleja y lleva el sistema de autorreplicación, esto en principio puede aumentar sensiblemente la vacuna. Y si consiguiéramos la aprobación para administrarlo intranasalmente sería una tercera ventaja muy importante a considerar.

“Epidemias con una periodicidad de cinco, seis, siete años, eso casi lo tenemos garantizado”

Los avances realizados al desarrollar una vacuna ARN esterilizante, ¿qué significan para la ciencia?

Ya llevábamos muchos años estudiando los coronavirus. Fuimos el primer laboratorio del mundo que conseguimos una manera de crear coronavirus de una forma sintética, lo que luego nos permite hacer la construcción de un virus o un ARN que se autrorreplica. Pero como todo lo nuevo requiere más información para ser aprobado, y es la situación en la que nos encontramos actualmente.

Pese al potencial español, los científicos se quejan a menudo de la baja inversión en ciencia, del poco personal y recursos. Al final son expertos como usted, ya jubilado, los que sacan adelante una vacuna en este país. ¿Cuál es su opinión sobre la situación de la Ciencia en España?

En España a lo largo de los últimos años la financiación había disminuido un 30%. El Gobierno actual se tomó el tema en serio y empezó a corregir esa deficiencia de la financiación. Lo que ha pasado ahora con la pandemia es que ha habido una mayor sensibilidad social, incluso compañías privadas que nos han aportado una financiación superior a lo que teníamos antes, claramente notable y diferencial. Lo que hace falta es mantener todos estos apoyos en el tiempo, mantener las estructuras científicas que no se pueden improvisar, hay que crear nuevas, como tener laboratorios de alta seguridad biológica, que los tenemos de buena capacidad, pero son de tamaño reducido. Tenemos que aumentar el número de instalaciones, porque hay muchos investigadores que hacen vacunas, antigripales o terapias monoclonales que quieren probar sus productos, y aquí hay una competición que interfiere un poco con el proceso normal de evaluación de todos los prototipos que se sacan.

El virólogo Luis Enjuanes, en el Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. (Foto. SUSANA DE LUCAS CNB CSIC)

¿Qué hemos de esperar del futuro, vendrá otra pandemia de coronavirus?

Esto es lo único que podemos asegurar. A lo mejor no tanto como pandemias, sino como epidemias. Las pandemias se suelen dar ocasionalmente porque supone la desencadenación del virus a nivel mundial y esto no tiene porqué suceder, ha sido así ahora. Pero, epidemias con una periodicidad de cinco, seis, siete años eso casi lo tenemos garantizado, por la simple razón de que estos virus tienen antecesores comunes recientes en los murciélagos que vuelan por todos los continentes. Normalmente estos virus no pasan a humanos porque no tenemos tanto contacto con los murciélagos, pero sí que estos los pueden trasmitir a mamíferos inferiores que se desplazan en nuestros países. Dentro de estos animales pueden evolucionar un poco y el animal intermedio transmitirlo al hombre.

Y viendo esta situación, y con la pandemia vivida, ¿estaremos preparados para la siguiente epidemia?

Ha habido una movilización muy importante en comunicación, por la gran repercusión para todas las personas de esta pandemia. También ha habido una movilización económica en países como España donde había disminuido sensiblemente desde un punto de vista general hasta este momento. Y yo creo que ahora hay una mayor relevancia para prestar atención a este tipo de aspectos. Pero puede pasar como siempre, que aunque ha habido un flujo de las ayudas muy importante si va decayendo la pandemia esto no se mantenga.

Necesitamos crear una unión entre los laboratorios de investigación y las estructuras como las fábricas que puedan producir los productos que se hayan diseñado en laboratorios de investigación. En España teníamos algunas industrias pero estaban dedicadas a la fabricación de vacunas animales y no para humanos, y aunque algunas eran de buena calidad se han podido trasformar. Pero es importante que esto exista, que se queden estas industrias y que se refuercen para poder fabricar vacunas para las personas cuando se necesiten.

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