“Nuestra vacuna va a estimular la respuesta inmune de manera mucho más completa”

Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (Foto: ConSalud)
Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (Foto: ConSalud)
Paco Cordero - Redactor
27 diciembre 2020 | 00:00 h

Tras casi un año de pandemia de Covid-19, enfermedad causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la comunidad internacional está poniendo todos sus esfuerzos y esperanzas en las campañas de vacunación que recién se han iniciado en algunos países. Se calcula que hay más de 200 estudios en desarrollo, de los que unos 170 habrían encontrado un candidato a vacuna y unos 50 estarían en la etapa clínica. En España, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con tres proyectos en desarrollo. Uno de ellos, a pesar de ser el menos avanzado, representa un atisbo de optimismo a nivel científico ya que contiene más información para atajar al virus de forma más completa. En ese equipo, junto a los investigadores Luis Enjuanes e Isabel Sola, trabaja Sonia Zúñiga, viróloga e investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC. En la semana que se inicia la campaña de vacunación en España, esta experta en coronavirus atiende a ConSalud.es para responder a las dudas que nos surgen de su trabajo y del resto de vacunas.

¿En qué fase de desarrollo se encuentra esa vacuna en concreto? ¿Qué plazos manejáis?

De las tres vacunas que está desarrollando el CSIC que van más avanzadas, la nuestra es la que va más despacio. Las otras dos ya tienen resultados prometedores en animales y empezarán ensayos clínicos en humanos pronto, el año que viene. Como la nuestra es más compleja, estamos ahora mismo evaluando varios candidatos vacunales en cultivos celulares, en el laboratorio, y esperamos poder empezar algún ensayo con animales pronto.

"Todos los datos que tenemos de las primeras vacunas que están saliendo indican que no son perfectas, que hay espacio para la mejora. La nuestra entraría ahí"

Pensábamos que iba a ser este mes pero igual va a ser el mes que viene. En ciencia a veces es difícil hacer predicciones. Y hay que tener en cuenta que los experimentos de eficacia en animales duran como un par de meses, o sea que con suerte para el primer trimestre del año que viene tendremos datos positivos. Además, estamos en conversaciones con empresas para empezar la fabricación de algunos candidatos a vacuna, para empezar ensayos clínicos a lo largo del 2021. Idealmente, en la primera mitad, sino en la segunda.

¿Qué tiene de diferente la vacuna que está desarrollando su equipo? ¿Qué puede aportar en comparación con las que se están autorizando?

Esta vacuna es la única en el mundo que está basada en un RNA autoreplicativo, es decir, que se amplifica y con lo cual se baja la dosis, que está basada en el propio virus y que contiene no solo la proteína de la espícula, como todas las vacunas que se están haciendo en el mundo, sino que contiene más componentes virales. Por ello, va a estimular la respuesta inmune de una manera mucho más completa porque estimulará la respuesta frente a todas estas proteínas del virus. Eso es lo que tiene de distinto con respecto al resto de vacunas, ninguna está utilizando esta tecnología.

Por los plazos que manejáis y la previsión de administrar las vacunas que se irán autorizando, ¿es posible que la vacuna de su equipo no se llegue a administrar a gran escala? ¿Podría ser una versión mejorada? ¿Para qué casos o grupos podría servir?

En realidad, todo es posible. Es muy difícil predecir cómo va a cambiar la situación el año que viene. Lo que ahora mismo tenemos en mente es que todas estas primeras vacunas son de alguna manera incompletas. No se sabe cuánto van a mantener la inmunidad, no sabemos sin van a proteger de la infección o solo de la enfermedad, hay determinados de población en los que parece que no se pueden usar, como el caso de Pfizer y los alérgicos o no se sabe nada de su eficacia en personas inmunosuprimidas, niños o embarazadas. Entonces, todavía queda un grupo muy grande de población para el que no sabemos qué vacunas vamos a tener. Y estas primeras vacunas, todos los datos indican que no son perfectas, con lo cual hay espacio para la mejora. La nuestra entraría en esa mejora.

"Puede que tardemos más en tener la información y cuando tengamos la vacuna del CSIC haya bajado la pandemia. Aún así, será bueno porque estaremos preparados para el siguiente coronavirus"

Aunque todos los plazos dependen un poco de cómo evolucione la pandemia. Si con estas vacunas, el tener más medicamentos e ir con más cuidado hacen que baje la incidencia, va a ser cada vez más difícil hacer ensayos clínicos en humanos. Eso sería una noticia maravillosa, porque irá bajando el virus y estaremos todos volviendo a la normalidad. Pero desde el punto de vista de los ensayos clínicos, se alargan los plazos. Cabe la posibilidad de que tardemos mucho más en tener la información y cuando ya queramos tener la vacuna, hayan bajado mucho los casos. Pero, aún así, será algo bueno porque estaremos preparados para el siguiente. Al final, siempre es bueno tener la información.

Estamos en los primeros días del inicio de las campañas de vacunación en la UE. Sabemos que ha habido mucho esfuerzo de todos los sectores para tener vacunas cuanto antes. Pero, ¿cree que se ha ido más rápido de la cuenta en las últimas semanas?

Está claro que ahí ha habido una presión muy grande de todos los gobiernos por la situación tan grave. En España ya vimos venir la segunda ola y que podía ser tan fuerte como la primera o más. En otros sitios parece que estaban más confiados y les ha pillado todos por sorpresa. Entonces, teniendo tan cerca la aprobación de la vacuna es normal que intenten que esto se apruebe cuanto antes.

Sonia Zúñiga (der.), acompañada de su compañera Isabel Sola (Foto: @CSIC)Sonia Zúñiga (der.), acompañada de su compañera Isabel Sola (Foto: Agencia SINC)

Pero, aún así, lo que hay que tener muy claro es que las agencias reguladoras van a mirar la seguridad aunque les pongan presión. La presión es para hacer esto en menos tiempo, y trabajar a destajo, pero no para dejar pasar cosas. Esto no sucede porque es un riesgo muy grande que no se puede correr. Sí es verdad que se ha corrido mucho porque se han acortado los plazos pero no se va a renunciar a que las vacunas sean seguras. La eficacia que tengan, es otra historia. Pero seguras son.

Y, ¿qué puede suponer que se haya descubierto una nueva cepa del virus en Reino Unido, aparentemente más contagiosa, tanto para el actual desarrollo de las vacunas como para la evolución de la pandemia?

En primer lugar, todavía no se sabe mucho de este nuevo virus. Ni siquiera se sabe si es más contagioso y si se transmite más. Eso se está analizando ahora. En cualquier caso, ha preocupado un poco más que otras variantes porque algunas de las mutaciones que tiene la proteína de la espícula están muy cerca del punto que utiliza el virus para interaccionar con la célula. De manera que ahí, justo donde van la respuesta inmune que dan las vacunas, los anticuerpos, es lo que van a bloquear y preocupa que a lo mejor podría haber algún problema. Pero no hay ningún dato al respecto.

"Todas las plataformas de vacuna podrían cambiar muy fácilmente la información que contienen para mejorarla y hacer frente a esta nueva cepa del virus si al final se termina imponiendo"

Hay dos posibilidades. Que no pase nada, como la variante que ahora mismo está circulando por todo el mundo, la D614G. Esa se impuso y se ha demostrado que los anticuerpos que se producen frente a la variante china original, que es la información que llevan las vacunas, neutralizan el virus que está circulando por todo el mundo tan eficientemente o más que el original de China. Con este nuevo podría pasar algo similar. En el peor de los casos, habría algún problema en la neutralización. Pero, todas estas plataformas de vacuna podrían cambiar muy fácilmente la información que contiene para mejorarla y haga frente a este nuevo virus si al final se termina imponiendo y se demuestra que transmite más o lo que sea. Esto se haría sin tener que pasar por todas las fases de desarrollo. Es como la vacuna de la gripe, que se hace cada año pero no se hacen ensayos clínicos cada año. Esto sería algo parecido.

Instante de la entrevista a Sonia Zúñiga, investigadora del CNB CSIC (Foto: ConSaludTV)Instante de la entrevista a Sonia Zúñiga, investigadora del CNB CSIC (Foto: ConSaludTV)

Los resultados de la última oleada del Estudio de seroprevalencia reflejaban que en torno al 10 % de la población española ha estado contagiada Esta información, junto con otras que recoge la nueva oleada, ¿qué os puede aportar?

Lo más importante del estudio es tener la información de cuánto dura la inmunidad, ya que se pueden hacer cálculos en función de la cantidad de población que se estima que se ha infectado y aquellos que tienen todavía anticuerpos. Esa información es muy importante, porque las vacunas tienen que pretender causar o producir una inmunidad a la infección tan buena o mejor como la que produce la infección natural. Ese es un dato que no sabemos todavía, el saber cuánto dura la inmunidad a la infección natural, se estima que unos siete meses, pero todos estos datos de seroprevalencia son importantes. Si una persona todavía tiene anticuerpos y se infectó hace más de siete meses es buena noticia. También para saber si solo tienen anticuerpos las personas que sufrieron una enfermedad más severa o todos los que sufrieron la enfermedad o, incluso, los asintomáticos. Todos los datos son relevantes a la hora de plantear qué es lo que tiene que hacer la vacuna e intentar obtener toda la información posible para que sean mejores que la infección natural y que la inmunidad que den dure más.

"El CSIC se ha comprometido a que si todas las vacunas van mostrando datos prometedores, que al menos lleguen a los ensayos clínicos en humanos. Es importante sembrar para el futuro"

El hecho de que, más que otros años, los científicos están en el foco mediático a diario, ¿beneficia a la ciencia o podría perjudicarle? ¿Es mejor vivir en el anonimato?

Para nosotros es un shock. A parte del trabajo, ahora tenemos otra parte que es intentar divulgar y que se entienda lo que estamos haciendo. Eso tiene una parte buena positiva, que es que la ciencia llega más a la sociedad y quiero creer que se cambia un poco la percepción de la ciencia y se entiende la importancia que tiene. Pero, desde el punto de vista de nuestro trabajo supone aumentar los esfuerzos. No sólo tenemos que trabajar en el laboratorio sino que ahora tenemos la obligación moral de explicarle a la gente lo que hacemos y explicar lo que nosotros sabemos. Es un poco agotador pero es lo que toca. Esto pasará y se hablará de otros científicos y de otras cosas.

En el caso de España, ¿qué tendría que haber ocurrido para que las vacunas del CSIC hubiese estado entre las avanzadas en cuanto a rapidez de desarrollo a nivel mundial?

A ver, somos muy buenos científicamente, con ideas y con medios, pero no podemos compararlos con los que tiene una compañía gigantesca o una fusión de una universidad con una compañía. No solo en dinero, sino en personas. Nosotros somos un laboratorio de 14 personas y no nos podemos comparar con los 200 o 600 que tienen las compañías que están trabajando en las vacunas más desarrolladas.

"Hay que mantener un nivel basal de investigaciones en enfermedades infecciosas y de todo, porque hay que estar preparados"

Aún así, con nuestra modestia, el CSIC se ha comprometido a que si todas las vacunas van mostrando datos prometedores lleguen al menos a los ensayos clínicos en humanos al menos. Esto es muy importante para sembrar para el futuro, no podemos estar siempre a la espera y reaccionar a lo que viene. Si vamos estando más preparados, para los patógenos que puedan venir en un futuro estaremos más preparados.

En otras entrevistas le he leído que “hay que seguir trabajando con los coronavirus”, que son “virus emergentes” y que “tienen potencial de generar pandemias” ¿Si estuviese en el Ministerio de Sanidad, qué haría, qué políticas llevaría a cabo para tenerlo presente?

Bueno, esto no sólo aplica a los coronavirus, aplica a todas las enfermedades infecciosas. Los ministerios de Ciencia y de Sanidad, junto con los organismos europeos e internacionales que también financian, han de tener muy en cuenta que hay que tener investigación en enfermedades infecciosas. Siempre hago la misma metáfora, pero me parece muy acertada. Esto es como un seguro de un coche, uno lo paga pero no lo quiere usar jamás porque no quiere tener un accidente y usarlo, pero si lo necesitas lo tienes.

Esto es lo mismo, si uno investiga en enfermedades infecciosas, como el coronavirus, nunca quieres tener que recurrir a los coronavirólogos porque te venga una pandemia. Pero si te viene, los tienes y tienes los medios para responder más rápido. Hay que mantener un nivel basal de investigaciones en enfermedades infecciosas, que igual en los últimos tiempos se habían dejado de lado, no solo en España sino en Europa y en otras partes del mundo. Se ponía mucho énfasis en cáncer o en neurociencia, que por supuesto son áreas importantísimas. Pero sí que hay que mantener un nivel basal de investigación en todo porque hay que estar preparados.

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