A veces nos perdemos en los detalles, en esas minucias casi imperceptibles pero lo suficientemente significativas como para despertar nuestra curiosidad. Hay quien convierte lo anecdótico en categoría, elevándolo a un rango superior cuando la mayor parte de las veces no merecería ni un minuto de atención.
Algo fuera de lugar o tiempo o cualidad puede hacernos despertar de nuestra modorra. Solo cuando se ha modificado un detalle del escenario nos damos cuenta de que algo falta… ¡faltan nuestros adultos mayores en los parques!
Pero también hay defensores de la magia, que incluso consideran que el secreto de la ventaja competitiva y del éxito radica en los detalles, tal vez porque escapan a la mirada general y solo la gente iniciada o escrupulosa repara en ellos, reposando sobre estos la esencia del triunfo. La adherencia de un neumático en calzada mojada puede suponer la vida.
En las decisiones gruesas que se toman en política, con frecuencia la clave suele estar en esos pequeños giros asumidos a la fuerza para contentar a los socios de cada grupo y hay que hilar muy fino para comprender los porqués de ciertas decisiones, con frecuencia discutidos por los contrarios y casi siempre muy difíciles de entender por la colectividad.
En el mundo deportivo la competitividad entre los grandes equipos suele dilucidarse por un aspecto concreto, por un sistema, por una disposición, por una preparación o simplemente por una jugada... De tal manera que la programación de todo un año queda reducida a un gol, a una falta, a un córner o a un penalti, en definitiva, un detalle muy concreto. Sí ya sé que también por los estados de ánimo y la implicación emocional.
El mundo sanitario no iba a ser una excepción y lo que un día fueron sólidas alianzas, convergencias y conexiones, acaban convertidas en guerras fratricidas por un quítame allá esas pajas, virutilla barata, donde pequeñas contiendas, cuando no rivalidades propias de chiquillos, acaban generando distancias siderales, imperceptibles al ojo del paciente medio, donde tendrían que tenderse puentes y posturas de acercamiento. En nuestros grupos no es frecuente desautorizar la opinión de compañeros, basta con matizarlas para desacreditarlas elegantemente.
A finales de diciembre empezó la campaña de vacunación contra el coronavirus y, lo que tendría que ser un programa exacto, se pierde en los detalles de cada comunidad
En algunos frentes se están viviendo situaciones que dejarían a los guionistas de “Juego de tronos” en pañales, donde se urden planes dentro de otros planes, manos opacas mueven fichas, intentos por desestabilizar al rival, ocupaciones del espacio del prójimo, dagas voladoras por aquí y por allá, disecciones que dan origen a nuevos proyectos, misteriosas coincidencias, instrumentalización de las bases, plagios sin reparos, enemigos que mañana son amigos y rivales que tal vez mañana sean aliados...
A finales del mes de diciembre del pasado año empezó la campaña de vacunación contra el fatídico coronavirus y lo que tendría que ser un programa claro, que se extendiese rápida y certeramente por todo el territorio nacional, se pierde en los detalles de cada comunidad, de cada partido, de cada responsable de salud, de las partidas adquiridas a según qué laboratorio, de los intereses de estos por favorecer a tal o cual país, de a qué grupos hay que priorizar...
En las normas de obligado cumplimiento, no acertábamos a ver los detalles de la interpretación particular de muchos a la hora de poner en práctica dichas medidas
Todas las veces que en estos meses de atrás hemos reparado en las normas de obligado cumplimiento, no acertábamos a ver los detalles de la interpretación particular de muchos a la hora de poner en práctica dichas medidas, que ignoraban, cuando no directamente despreciaban, la necesidad de acatar estas normas. Ahí están los ratios de contagio que se han vuelto a disparar después del periodo navideño.
Y para rematar esta tribuna dedicada a los detalles, no puedo dejar pasar la relevancia que muchos de ustedes, por no decir todos, le dan a los detalles cada vez que acuden a una consulta sanitaria y recalcan su interés sobre aspectos que los profesionales sanitarios solemos pasar por alto, pero que para ustedes son relevantes, aunque a veces tienen más de nigromántico o taumatúrgico que de realidad.
Captar esos detalles desde la discreción profesional forma parte del arte médico cuando los ponemos al servicio de las personas. Pero ¡cómo serían de anodinas nuestras consultas sin esos momentos...!
Porque salud necesitamos todos... ConSalud.es