Distopía

Alfonso Vidal
Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

Hace poco escuché en una emisora de radio que se ha puesto de moda el concepto de distopía o antiutopía referido a una sociedad ficticia indeseable en sí misma. Dicho ente social distópico suele ser y hacerse hueco entre las masas por medio de una novela, un ensayo, un cómic, una serie de televisión, una película y hasta por un videojuego.

También desde las redes sociales hay quien con falta de ética propala dietas milagro, crecepelos, cremas, píldoras de crecimiento y promesas de juventud, siendo estas las muestras más livianas de todo el espectro “alternativo”.

Es obvio, que el personal sanitario e investigador busca con denuedo respuestas a los conflictos eternos, siendo, la muerte el mayor de ellos y su elusión el objeto de deseo al precio que fuere. Pero ya lo decía aquel viejo proverbio español,

de la muerte nadie escapa, ni el rey, ni el rico, ni el Papa.

"También desde las redes sociales hay quien con falta de ética propala dietas milagro, crecepelos, cremas, píldoras de crecimiento y promesas de juventud, siendo estas las muestras más livianas de todo el espectro 'alternativo'"

 Solo podemos ponerle trabas para esquivarla, pero siempre desde la ciencia. Pero si no podemos evitarla, sí al menos podemos atrasarla y desde luego mejorar la calidad de vida hasta el encuentro final.

Habrá quien piense que la sociedad japonesa pudiera ser una sociedad distópica, pues pone en evidencia que ciertos hábitos son más saludables que otros. Bienvenidos sean, porque no promulgan ni el consumo de sustancias de dudosa utilidad nocivas para la salud ni el bolsillo.

Ciencia

Cierto es que en la naturaleza hay elementos muy prácticos que incluso incorpora la farmacopea. Igualmente es cierto que la ciencia ha partido en infinidad de casos de la cultura popular y de la observación mejorando ungüentos, antídotos, preparados…buscando en su esencia la clave de su poder.

Pero de ahí a convertir magos, curadores, brujos, hechiceros, formados en agitar pócimas, elixires, brebajes y conxuros en los modernos galenos, equiparables al personal sanitario, media un abismo infinito.

"Yo me fio de quienes tras largos años de estudio no se alejan del modo científico. Ello no está discutido con el trato empático y humanitario"

La ciencia ficción como conjetura puede resultar entretenida. Incluso es anticipadora de muchas de las soluciones tecnológicas que veremos en un futuro, pero no dejan de ser relatos de creadores de ficción y fantasía. Considerando esto me pregunto ¿hacia qué clase de sociedad evolucionamos?

La implosión y difusión de nuevas tecnologías está generando nuevos valores y modos de relación. La mezcla de inteligencias artificiales y emocionales (hasta ahora coto exclusivo del ser humano) tan pronto puede ser una oportunidad como una amenaza. Ciertamente se podrá especular, pero será el uso que le demos y la intención con la que actuemos la que calificará los actos y posiblemente las consecuencias.

La observación rigurosa, la experimentación, la formulación de hipótesis y la refutación de éstas constituyen la sistemática necesaria para construir sendas de conocimiento. Yo me fio de quienes tras largos años de estudio no se alejan del modo científico. Ello no está discutido con el trato empático y humanitario. 

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído