Estructura y jerarquía

Alfonso Vidal
Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

Los griegos clásicos manejaban tres conceptos que hoy, siglos después, siguen vigentes y en plena funcionalidad en el mundo de la organización empresarial: orden, proporción y armonía.

Ellos las empleaban en el mundo del arte, de la construcción, de la escultura, manifestaciones artísticas ambas que reflejaban todo el esplendor de la época y la calidad de sus autores, su magnificencia, su estilo, su personalidad, pero sobre todo mostraban el momento, eran reflejo de la situación que se vivía en aquellos siglos.

Recientemente se han producido múltiples concentraciones en todo el mundo en torno a la defensa y protección del medio ambiente que han tenido como principales baluartes a niños de todo el planeta encabezados por una jovencísima activista sueca de apenas 16 años, Greta Thunberg, que nos ha recordado a los adultos cuáles son nuestras responsabilidades respecto al mundo que permanecerá tras nuestraextinción.

Como suele decirse “nos ha pintado la cara”, nos ha puesto los pies en el suelo, ha puesto negro sobre blanco las verdades del barquero que todos damos por supuestas pero que pocos llevan a la práctica.Nuestros hábitos y costumbres dejan secuelas y consecuencias y,de no medirse y evitarse, pueden ser acumulativas y por ende más nocivas y, pese al enorme desastre, aún podríamos estar a tiempo de remediar.

La simple educación sería un buen canon armonizador de construcción social

Es el orden de las cosas lo que determina en buena medida los efectos que tendrán y cómo las organicemos en el tiempo y en el espacio, dos dimensiones que se multiplican si desplegamos las anteriores en antes, ahora y después, y en altura, anchura y profundidad. Nos movemos a diariosin plantearnos un mañana, y sin medir las consecuencias de nuestras acciones u omisiones.

La simple educación sería un buen canon armonizador de construcción social y la convivencia armónica la consecuencia lógica. Hace falta dotarla de una jerarquía donde se prioricen lo relevante frente a lo inservible, lo reciclable frente al constante desgaste de lo nuevo. Usar y tirar ya no pueden ni debe ir más de la mano, porque todo es finito, hasta el aire que respiramos. Hasta lo inútil podría tener un propósito útil, pero más allá de lo puramente material. El arte, en cualquiera de sus manifestaciones, es ejemplo palmario de un tipo de armonía.

Mi viejo profesor de filosofía del colegio solía repetir aquella máxima de Heráclito según la cual “nunca nos bañamos dos veces en las aguas de un mismo río”, porque la segunda vez ya no serán las mismas, la corriente las habrá hecho avanzar. Todo corre, todo es progreso constante, hasta nosotros ya no seremos los mismos mañana ni pasado, sino que habremos evolucionado. De anclarnos al pasado solo involucionaremos, pero ese no es nuestro camino.

Nuestros hijos, y su linaje nos exigen que progresemoscuidando el entorno que será el suyo mañana, que lo organicemos y estructuremos, que lo jerarquicemosy dotemos de ese orden, proporción y armonía que defendían los clásicos para que llegue hasta ellos en forma de oportunidades y no de limitaciones.

Construir algo de la nada supone un esfuerzo organizativo y mantenerlo contra la inercia tiene también un coste energético. Es pura termodinámica y sus postulados son perfectamente extrapolables al mundo empresarial y en mayor escala al social.

Proteger el medio es ya una exigencia moral

Esta máxima es aplicable al mundo sanitario, inmerso de lleno en esa evolución. El desafío del progreso está en utilizarlo como un medio y no como un fin¿Qué ese progreso tiene un coste y un desgaste? Por supuesto, es un precio que se presenta en forma de dilemas éticos que van a requerir amplias y transversales deliberaciones.

Se nos presenta un mundo virtual donde ensayar y desarrollarnuevas potencialidades y recrearlas de la mano de la inteligencia artificial, pero al servicio de la humanidad. Una simple actitud empáticanos acercara a un desarrollo sostenible.

Sí, es ciencia ficción, pero proteger el medio es ya una exigencia moral. Tenemos una responsabilidad tanto por acción como por omisión, exactamente igual que sucede dentro de una empresa, un hospital o un equipo deportivo, y si no participamos activamente, solo seremos un obstáculo. Vivir en comunidad implica compromiso, respeto, solidaridad, ética. Hacerlo en una comunidad global significa aplicar esas mismas reglas, pero con un cambio de escala.Todo un reto posible ¡Quién dijo que fuera un sueño!

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