PGE 2019: Un poquito de propaganda, una rectificación y nada de futuro

Francisco Igea, portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso
Portavoz de Sanidad de Ciudadanos en el Congreso

Sería decepcionante si hubiésemos tenido alguna esperanza, sería sorprendente si no lo hubiésemos visto venir. Poco bueno se puede decir del acuerdo presupuestario en el campo sanitario. Quizás lo único bueno que se puede decir es que el PSOE y Podemos finalmente han aprendido algo del copago y los problemas de adherencia. Lo nuestro nos ha costado.

Tres años llevábamos proponiendo que se topase el copago a aquellos que de verdad tenían problemas de adherencia. Finalmente han renunciado a su demagógica pretensión de revertir el 2012 y se han centrado en los más vulnerables, y no en todos los pensionistas, como les hemos estado pidiendo durante toda la legislatura a PP y PSOE.

Sin embargo, sus anuncios de eliminar los posibles copagos en otros campos como las prestaciones ortoprotésicas pueden acabar significando una pésima noticia para aquellos que precisan de estos servicios. Si el gobierno se decide por el catálogo único, dejando sin ayuda a aquellos que quieran mejorar sus prestaciones, se producirá una disminución notable de las opciones y la libertad de los pacientes. El asunto puede acabar en “pata de palo o nada” como pretendía el PP en sus inicios. El Gobierno haría bien en repensar esta medida o en definirla mejor.

Una cosa es asegurar la correcta asistencia de todos quienes residen en nuestro territorio y otra distinta lo que parece sugerir este documento

Por lo demás, el Gobierno ha cedido a Podemos e impone la gratuidad desde el primer minuto a todo el mundo aún sin haber conseguido ni siquiera comprobar su situación de residencia. Ésto puede generar importantísimos problemas de gasto y disfunciones difíciles de solventar. Si permitimos libre acceso, sin documentación alguna, y además hacemos una clara llamada a la reagrupación familiar en casos de problemas de salud, podemos originar un problema de magnitud desconocida. Una cosa es asegurar la correcta asistencia de todos quienes residen en nuestro territorio y otra distinta lo que parece sugerir este documento. Estaremos atentos.

En este contexto la otra medida propagandística que contiene el acuerdo es un posible aumento de gasto sanitario de 2.500 millones. Este gasto se sufragará o con deuda o con impuestos. Si uno compara estos 2.500 millones, que dicen van a repartir entre las 17 comunidades con los 5.300 millones de exceso que se llevo el cupo vasco no hace falta ser muy avispado para calcular el agravio. Por otra parte no creo que esos 2.500 millones sirvan para nada más que compensar, y poco más, el gasto de las medidas contempladas en el acuerdo. Nada efectivo llegará para mejorar las condiciones de los profesionales o la inversión en renovar equipos.

Por otra parte el acuerdo incluye una amenaza inconcreta sobre toda forma de gestión indirecta o concesionada. El cuestionamiento de la ley 15/1997, votada y defendida en su día por el PSOE no parece que vaya a ir más allá de un brindis para la galería (y para que Podemos pueda calmar a su público). Un anuncio vacío de revisar la ley, que no cuenta con apoyos parlamentarios suficientes, pero que queda muy de izquierdas y no cuesta nada.

Estos acuerdos no se han hecho pensando en los ciudadanos-pacientes. Se han hecho para sus ciudadanos-votantes y sus obsesiones sectarias

Pero lo más preocupante es lo que no dice. No dice nada de profesionales, nada para evitar nuevas bolsas de temporalidad. Nada para mejorar los incentivos de unos profesionales cada día menos alineados con el sistema. Nada dice tampoco del control de calidad del sistema, de como vamos a asegurar su equidad. Nada de cartera única, que acabe con las autonomías de primera y de segunda (los nacionalistas no se lo permitirían). Nada nuevo en gestión o rendición de cuentas, ninguna reforma que oriente al sistema a formas de gestión más modernas. Lo mismo de siempre. Gestión directa tradicional, presupuestos insuficientes y menos libertad. Nada nuevo sobre fijación de precios o funcionamiento de las agencias de evaluación tecnológica. Con estas maneras un futuro gris, empobrecido e incierto se cierne sobre el sistema. PSOE y PP siguen siendo igual de conservadores en la gestión del SNS. La suma de Podemos al PSOE solo le añade rigidez y sectarismo. No sabemos si es pereza, desconocimiento o falta de apoyos pero es más de lo mismo. Lo mismo de siempre. No hay ilusión, ni imaginación en estos acuerdos.

En resumen, estos acuerdos no se han hecho pensando en los ciudadanos-pacientes. Se han hecho para sus ciudadanos-votantes y sus obsesiones sectarias. ¿En que mejorará la asistencia con estos acuerdos?¿Mejorará la accesibilidad? ¿Mejora la transparencia? ¿Habrá más igualdad? ¿Se podrán trasladar mejor entre comunidades?¿Cuánto se dedica a mejoras de calidad efectiva? ¿Dónde están los pacientes en estos presupuestos? En ninguna parte, solo se trataba de satisfacer a nuestra parroquia y poder agitar alguna bandera que oculte la absoluta carencia de ideas nuevas en la coalición Podemos-PSOE

Lo dicho: propaganda, rectificaciones y nada de futuro. Si no tienen más, convoquen elecciones y dejen que el país salga de este marasmo.

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