Volver

Jefe Unidad del Dolor Hospital Quirónsalud Sur de Alcorcón

Jefe de las Unidades del Dolor de los Hospitales Sur, La Luz y Valle del Henares de Quirónsalud

Cantaba el maestro Carlos Gardel, argentino de sentimiento, pero charrúa de nacimiento, ese grito desgarrado que decía…“Volverrrr con la frente marchita, las nieves del tiempo platearon mi sien. Sentiiir que es un soplo la vida…” no sigo que me emociono.

Parece que fue hace un mes cuando lo dejamos…y solo han pasado escasos treinta días…Lo importante es que regresamos, reconectamos tras nuestra última desconexión, una vez recargadas las pilas…¡o eso creo! Ars longa vita brevis”, decía Hipócrates.

Por suerte hice caso a l@sdermatólog@s de la red y regreso inmarcesible por la recomendación del uso de protectores solares; tampoco con kilos de más, al atender los consejos de endocrin@s y nutricionistas; ni con problemas auditivos o trastornos visuales, al considerar los avisos de otorrin@s y oftalmólog@s; etc., porque sus consejos nunca son en balde.

Todo regreso tiene una carga positiva, por cuanto supone retornar a lo habitual, a lo cotidiano, a lo que nos resulta familiar, en fin, a lo conocido, a una cierta posición de comodidad, donde nuestros reales descansan la mayor parte del año, donde nos sentimos amos y señores de nuestra mismidad…

"Por suerte la vida no es una competición, o no debería serlo, aunque haya quienes así se lo planteen y eso sí que puede resultar nocivo para la salud"

Pero también hay quienes viven el retorno con estrés, con ansiedad por regresar a la cotidianeidad, por no alcanzar la velocidad de crucero que presuntamente nos exige la realidad después de haber desconectado y decelerado al máximo durante el periodo estival, que para eso sirve…Es lo que dejamos en llamar síndrome postvacacional y que merece por supuesto la atención y el abordaje necesarios, pues no es baladí.

Ponerse a tono, coger velocidad, o como quieran llamarlo, no son más que mecanismos de adaptación y si ven competiciones de motor (no es requisito, pues es fácil de imaginar) comprobarán que no todos los participantes cuentan con las mismas capacidades motrices, ni idénticos chasis y evidentemente tampoco semejantes habilidades en el pilotaje.

Por suerte la vida no es una competición, o no debería serlo, aunque haya quienes así se lo planteen y eso sí que puede resultar nocivo para la salud.

Cuando nos incorporamos a una vía, ya seamos peatones o conductores, se recomienda parar, observar y si se dan las condiciones óptimas, dar un paso adelante o una aceleración progresiva hasta integrarse en el camino deseado y por educación e inteligencia emocional ceder el paso a quienes viven aceleradamente.

Cierto que el retorno a las rutinasno es tan idílico y cada cual tiene su velocidad, solo hace falta ajustarla al entorno y tomarse las cosas con calma.Lo nocivo del estrés es cómo lo vivamos, pues ocasionalmente podría sacarnos de quicio ¡Feliz retorno!

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.