El 30% de los profesionales sanitarios han sufrido insomnio durante la pandemia por Covid-19

En la población general el porcentaje de insomnio se sitúa alrededor del 12%.

Profesionales sanitarios (Foto: Freepik)
Profesionales sanitarios (Foto: Freepik)

Llamamos insomnio a la imposibilidad de conciliar el sueño o bien al hecho de dormir en periodos cortos que lo van interrumpiendo con la consecuencia de estar despierto durante gran parte de la noche, ello conlleva levantarse cansado y a menudo con una falta de concentración y de claridad mental durante el día.

En cuanto a las fases del sueño, el sueño más profundo que denominamos no-REM. Representa el 75% del total, es profundo y reparador. Durante este sueño disminuye nuestra presión arterial, se respira más lentamente y se ralentiza nuestro metabolismo. El sueño más ligero es el que conocemos como REM. Representa el 25% y aparece cada 90 minutos, dura entre 5 y 30 minutos. En esta fase se producen movimientos oculares rápidos y sueños muy vivos. La mayoría de gente suele despertarse durante el sueño REM.

Desde la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (Sesmi) alertan de la importancia de tener un sueño de calidad “ya que es importante para nuestro bienestar y salud. Nuestro cuerpo mientras dormimos, realiza un periodo de readaptación y reparación de los sistemas fisiológicos, no dormir de forma adecuada o insuficiente afecta negativamente a nuestra capacidad física y emocional”. Además, señalan “hay enfermedades asociadas al insomnio como la hipertensión, la ansiedad y la depresión, y sabemos también que las personas con obesidad sufren insomnio con más frecuencia”.

La pandemia por Covid-19 ha acentuado el problema del insomnio especialmente entre los profesionales

La pandemia por Covid-19 ha acentuado el problema del insomnio, especialmente entre los profesionales, llegando a afectar a un 30% de los sanitariosDesde la Medicina Integrativa se trata el insomnio crónico, aquel que tiene más de un mes de duración, no como un síntoma aislado, sino como la posible consecuencia de otras situaciones que han llevado al desequilibrio.  

El estrés continuado provoca que nuestro cerebro esté trabajando todo el día sin descanso lo que conlleva, por una liberación excesiva y mantenida de cortisol, dificultad para conseguir la desconexión necesaria a la hora de conciliar el sueño. Ello nos hace llegar a la noche siguiente todavía más activos con lo que entramos en una especie de bucle que hace que el insomnio de unos días se cronifique.

Desde Sesmi recomiendan ante estas situaciones “buscar espacios de relax y de paz mental, practicar yoga, hacer mindfulness, qi gong, o meditación. Es importante no usar pantallas antes de ir a dormir y alejarse de situaciones estresantes desde media tarde”. Y señalan que “una entidad que suele asociarse a un estrés mantenido es lafatiga adrenal (un agotamiento de las glándulas suprarrenales). Nutrientes que apoyen la función adrenal, aportados en la dieta o bien como suplementos nutricionales, entre ellos, las vitaminas B y C, pueden mejorar esta condición”.

La tristeza y depresión o un evento traumático puede llevar también a problemas de conciliación o de mantenimiento del sueño con pensamientos obsesivos o repetitivos. En este sentido, Sesmi afirma que “el insomnio, junto con la falta de apetito y la tendencia al llanto y a una visión pesimista de la realidad son característicos de los cuadros depresivos. En estos casos remarca que la depresión se ha asociado últimamente con desequilibrios en la microbiota intestinal, puesto que existe una comunicación entre el cerebro y el intestino, siendo importante revisar y corregir estos desequilibrios”.

Un cansancio excesivo y una vitalidad baja después de haber realizado grandes esfuerzos físicos o psíquicos también puede impedir un sueño reparador. “Para conciliar el sueño espreciso un cierto grado de energía, algunas anemias u otras deficiencias metabólicas pueden impedirlo. Una buena revisión médica puede descubrirlas y tratarlas se hace necesario” explican desde Sesmi.

“Algunas plantas y la acción de la Acupuntura puede ejercer un papel importante en la mejora de estos cuadros”

Las digestiones lentas, con distensión y disconfort abdominal pueden perturbar el sueño de forma mantenida, por ello se recomienda cenar de forma ligera, con alimentos naturales, cocinados y no muy especiados y a una hora temprana. También es importante eliminar las sustancias excitantes como la cafeína, el tabaco y el té.

La Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa señala que una de las modalidades integrativas efectiva ante el insomnio es la reflexoterapia podal, de hecho, hay cierta evidencia estadísticamente significativa, de que la reflexoterapia aportacambios positivos en la calidad del sueñoincidiendo en la mejora del insomnio”.

Igualmente Sesmi explica que “algunas plantas como la Melisa, la Passiflora, la Valeriana o la Flor de Azahar pueden ayudar a conciliar y mantener el sueño. También la melatonina o aminoácidos como el Triptófano, puede ejercer un papel importante en la mejora de estos cuadros. Recordar, también, la acción de la Acupuntura en estas patologías puesto que tiene un poder importante para relajar el cuerpo y la mente por la liberación de endorfinas al torrente sanguíneo y en el sistema nervioso central”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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