El párkinson y el ‘estado off’: “Su impacto en el paciente puede generar mucho estrés”

Según avanza la enfermedad de Parkinson los tratamientos dejan de ser igual de efectivos y el paciente sufre un empeoramiento de su calidad de vida. Abordar esta situación es un importante reto

Paciente con la enfermedad de Parkinson (Foto. Freepik)
Paciente con la enfermedad de Parkinson (Foto. Freepik)

Llega un momento en los pacientes con enfermedad de Parkinson en el que el avance de la patología lleva a fases en las que los medicamentos dejan de tener los mismos beneficios. Estas fases, conocidas como fenómenos ‘off’, varían durante el proceso de la enfermedad y tienen un importante efecto en la calidad de vida de los pacientes. Suponen, por tanto, un reto por parte de los profesionales sanitarios que tienen que adelantarse y abordar estos procesos con herramientas cada vez más avanzadas.

Se estima que hay 160.000 personas en España con párkinson. Una cifra que, según la Sociedad Española de Neurología (SEN) se duplicará en los próximos 20 años. Estos pacientes sufren problemas motores como temblores, rigidez muscular, inestabilidad postural o trastornos del equilibrio; también tienen síntomas no motores como trastornos del sueño, apatía, cansancio, dermatitis seborreica, trastornos en la micción o disfunción sexual. Es una enfermedad neurodegenerativa que avanza con el paso del tiempo y cuyo avance va deteriorando la calidad de vida de los pacientes.

El 'estado off' "es la contraposición a un periodo en el que tenemos la enfermedad controlada", indica el Dr. Álvaro Sánchez Ferro

Los tratamientos actuales han permitido que los pacientes pasen de ir en silla de ruedas por sus problemas motores a caminar. Sin embargo, tras unos años, que pueden ser entre tres o cinco desde el comienzo de la enfermedad o en otros momentos dependiendo del paciente, estos fármacos dejan de tener el mismo efecto. El cerebro no crea el mismo nivel de dopamina y los efectos de los medicamentos se reducen, a veces coincidiendo con algún momento del día próximo al de la toma del medicamento, otras de forma impredecible, según señala una guía de la American Parkinson Disease Association.

“Es la contraposición a un periodo en el que tenemos la enfermedad controlada. Los pacientes van notando más rigidez, se reduce el tiempo en el que están libres de síntomas y esto les genera más estrés y ansiedad”, explica a Consalud.es el Dr. Álvaro Sánchez Ferro, Coordinador del Grupo de Estudio de Trastornos del Movimiento de la SEN.

AVANCES EN EL FENÓMENO ‘OFF’

El tratamiento clásico del párkinson muestra un control de los síntomas de hasta un día entero en el inicio de la patología. El tiempo entre las dosis puede ser de más de ocho horas, pero según avanza la patología los síntomas aparecen antes de que se cumpla este tiempo. “Ante esta situación, tradicionalmente hemos acortado las horas entre las tomas o pedido una adicional”, señala el Dr. Sánchez Ferro.

"Durante unos años se conseguirán controlar los estados ‘on’ y ‘off’ hasta que esto sea inexorable"

En los últimos años, además, han aparecido tratamientos que alargan el efecto de los fármacos o aquellos enfocados directamente en reducir los periodos ‘off’.. “A pesar de que se lleve a cabo el mejor control médico, la fase ‘off’ y las complicaciones motoras tienden a aumentar con el tiempo. Además de la fase ‘off’ predecibles, los pacientes pueden experimentar estados ‘off’ que no son predecibles. Cuando estos episodios ocurren a pesar de los intentos de estabilizar la administración de medicamentos, el médico puede prescribirle otros medicamentos de acción rápida para utilizar según su necesidad a fin de tratar los síntomas de la fase ‘off’”, indica la guía de la American Parkinson Disease Association.

“En los medicamentos conocidos como 'de rescate' se ha avanzado mucho en estrategias para su administración. Han aparecido tratamientos que no precisan de ser pinchados, que son inhalados o incluso de toma sublingual”, añade el Dr. Álvaro Sánchez Ferro. También se ha avanzado en segunda línea con otros tipos de fármacos, la implantación de estimulación cerebral profunda en aquellos pacientes con importante número de fluctuación entre las fases ‘on’ y ‘off’ o el ultrasonido focalizado.

“En tónicas generales el control en un periodo de tiempo es notablemente aceptable”, señala el experto. El problema es que la enfermedad avanza, y que el control se va deteriorando. Un hecho en el que se sigue investigando para mejorar la calidad de vida de los pacientes. “A día de hoy no hay tratamientos que curen la enfermedad, por lo que en un momento dado el párkinson progresará. Durante unos años se conseguirán controlar los estados ‘on’ y ‘off’ hasta que esto sea inexorable. Existen muchos ensayos clínicos que están buscando una solución a esta situación y una cura”, concluye el Dr. Álvaro Sánchez Ferro.

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