El doble filo de los libros de autoayuda: ¿un 'empujoncito' al paciente o culparlo de su enfermedad?

Los libros de autoayuda cada vez son más populares, pero ¿pueden realmente ayudar a pacientes con depresión o patologías de salud mental graves?

Una persona leyendo un libro. (Foto. Freepik)
Una persona leyendo un libro. (Foto. Freepik)

Cada vez ganan más popularidad y tienen eslóganes más pegadizos y fáciles de digerir. Los libros de autoayuda están hechos para una sociedad que quiere todo para ayer, que es muy individualista y que necesita una esperanza a la que aferrarse. Vivimos rápido, queremos felicidad instantánea y sencilla y nos gusta creer que “querer, es poder”. Pero no siempre es así.

“El éxito de los libros de autoayuda está en que venden una felicidad perfecta en la que no hay malestar”, explica a ConSalud.esDiego Carracedo, portavoz de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (anPIR). “A todos nos gustaría nunca tener malestar, ni estar tristes, ni enfadados, ni sentir dolor, pero esto es irreal”, confiesa Carracedo, a la vez que añade que “tenemos que poder ser felices, con el malestar de la vida”.

El riesgo de estos libros de autoayuda llega cuando van dirigidos a un paciente con patología mental. “Un libro de autoayuda, si lo leemos tú o yo, mucho daño no nos va a hacer. De hecho podemos leerlo, reflexionar y hasta sacar cosas interesantes, o a personas con problemas de autoestima o ansiedad leve, incluso les puede servir". Acudir a estos libros puede incluso ser un síntoma positivo, de que la persona quiere hacer algo diferente, entenderse a sí misma o buscar inspiración. "La cuestión es cómo afectan a las personas con problemas de salud mental graves”, apunta este psicólogo clínico del Hospital La Paz de Madrid. 

“El mensaje de ‘si quieres, puedes’, es irreal, porque una persona con problemas de salud y desempleada, ¿quiere ser feliz? Por supuesto. Pero, ¿puede? Habrá que verlo. No solo es cuestión de querer”

Cuando una persona con depresión, con ansiedad grave o con una patología mental diagnosticada acude a estos libros, no es que seguramente no le vaya a servir, es que puede incluso culpabilizarle por estar enfermo. Para empezar, porque un libro no tiene en cuenta que cada paciente y cada caso es "único e irrepetible". Y para continuar, porque en Psicología hay un proceso de evaluación que puede llevar semanas o meses, por lo que un libro de autoayuda no va a dar respuesta a las circunstancias particulares de cada persona.

“Si una persona con depresión lee un libro para estar bien y para ser feliz, pero no lo consigue, puede pasar que se sienta más culpable y lleve al pensamiento de ‘soy incapaz, ¿qué estoy haciendo mal?”, comenta Carracedo. Y es que la mayoría de estos libros venden la idea de que el cambio está en uno mismo y que nuestro estilo de vida o forma de ser, es lo que hace que estemos mal. Esto puede aumentar la culpa en las personas depresivas, porque creerán que no están sabiendo o queriendo curarse. “El mensaje de ‘si quieres, puedes’, es irreal, porque una persona con problemas de salud y desempleada, ¿quiere ser feliz? Por supuesto. Pero, ¿puede? Habrá que verlo. No solo es cuestión de querer”, apunta el psicólogo clínico.

Esta culpabilización del paciente no es exclusiva de la salud mental, aunque es verdad que en este campo se acentúa. También se ve en el cáncer, por ejemplo, en la idea de que es “una batalla” que hay que “luchar”. “Hay gente que se muere de cáncer, ¿es porque no querían luchar? Por supuesto que querían curarse, pero no solo es cuestión de actitud, aunque influya”.

“Si hubiera un libro o una receta para mejorar la salud mental, las sesiones de Psicología serían solo una sesión y ya está, y sin embargo hay procesos que duran años”

En la salud mental se ve más claro, en parte porque aún a día de hoy, el estigma y el hecho de que sean enfermedades intangibles, se traduce en que las patologías mentales se vean como “problemas de segunda”.

En definitiva, Carracedo lo tiene claro: “Si hubiera un libro o una receta para mejorar la salud mental, las sesiones de Psicología serían solo una sesión y ya está, y sin embargo hay procesos que duran años”. En esta línea ni un profesional ni un libro, deben decirle al paciente qué hacer, si no ayudarle a que se entienda y se dé cuenta de qué necesita, porque cada uno tiene su forma de ser feliz y estará mediada por la edad, las circunstancias personales, el contexto…

¿HAY LIBROS DE AUTOAYUDA, QUE AYUDAN?

No hay una respuesta clara, aunque todo apunta a que no hay lecturas mágicas. Como comentaba Carracedo, algunos libros pueden servir para dar el ‘empujoncito’ que necesita una persona sana con problemas leves, pero no puede ser el 'manual de curación' para un paciente enfermo.

"Para la salud mental, un libro puede servir para aliviar problemas leves, pero para patologías severas no"

Con todo, en algunos estudios se habla de algunos libros que siguen la terapia cognitivo-conductual y que pueden ser beneficiosos, pero aún así “la evidencia que tiene es poquita y se emplea más como un apoyo a la psicoterapia”, insiste Carracedo. Un ejemplo es el libro “Sentirse bien”, de David D. Burns.

Este psicólogo clínico de La Paz, apostaría por recomendaciones individualizadas y realizadas por profesionales, más que por libros generales. “Ojalá hubiera recetas, pero depende de las circunstancias de cada paciente”, asegura Carracedo.

“Como paciente, al principio será más cómodo que te digan qué hacer, pero esto sirve muy poquito y muy a corto plazo. La idea es que la persona tome decisiones y haga cambios en su vida. Son decisiones difíciles, por eso para la salud mental, un libro puede servir para aliviar problemas leves, pero para patologías severas no”, asegura el portavoz de anPIR.

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