La edad limite para tratamientos de fertilidad en España: de 40 a 50 años en mujeres y 55 en hombres

El acceso a los tratamientos de reproducción asistida varían según las Comunidades Autónomas

Las técnicas de Reproducción Asistida han ido aumentado (Foto. Freepik)
Las técnicas de Reproducción Asistida han ido aumentado (Foto. Freepik)
29 marzo 2023 | 17:50 h
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En España no existe legalmente un límite de edad para acceder a tratamientos de fertilidad, ya que la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida no especifica un límite máximo de edad para acceder a estas prácticas y solo se incluye como usuarias de estas técnicas a "toda mujer mayor de 18 años y con plena capacidad de obrar". En todo caso, según se practique en la Sanidad Pública o en la privada y dependiendo de las técnicas, los límites varían entre los 40 y 50 años para las mujeres y los 55 años para los hombres.

Así, el Sistema Nacional de Salud (SNS) impone un límite de 40 años para las mujeres y 55 para los hombres para iniciar el estudio de fertilidad, mientras que en el sector privado el límite ronda los 50 años para las mujeres. No obstante, en algunas comunidades autónomas, como la de Madrid, han elevado este límite de 40 a 45 años.

Otros requisitos es que la mujer no tenga patologías en las que el embarazo pueda entrañarle un grave e incontrolable riesgo, tanto para su salud como para la de su posible descendencia; o que cuente con un hijo previo y sano. En el caso de que sea solicitada por una pareja, no puede haber un hijo previo entre ambos.

La no existencia de un límite de edad en la Ley permite la libertad, en este sentido, a las clínicas de fertilidad privadas

Del mismo modo, el SNS no permite acceder a la reproducción asistida a quien se haya sometido a una esterilización voluntaria previa; cuando hay contraindicación médica documentada para el tratamiento de la esterilidad, para la gestación o que interfiera de forma grave en el desarrollo de la descendencia; cuando hay imposibilidad para cumplir el tratamiento por motivos relacionados con la salud o familiares; y ante la existencia de una situación documentada referida a cualquier otra circunstancia que pueda interferir de forma grave sobre el desarrollo de la descendencia sometida a consideración de un comité de ética asistencial u órgano similar.

En este texto se especifica también por técnicas el límite de edad, en este caso solo de la mujer, que, por ejemplo, para la inseminación artificial baja hasta los 38 años, y se amplía en el caso de transferencia a través de criopreservación de preembriones hasta los 50 años. Sin embargo, la no existencia de un límite de edad en la Ley permite la libertad, en este sentido, a las clínicas de fertilidad privadas. Aunque la Sociedad Española de Fertilidad apuesta por fijar la edad límite para acceder a estos tratamientos en los 50 años y, la mayoría de los centros, según explican los expertos, trabajan en torno a esta cifra.

DONANTES

En cuanto a los donantes del semen utilizado para estas técnicas, Sanidad no habla de edad, pero exige un análisis de muestra que se analiza para comprobar que el semen cumple con los criterios de calidad seminal establecidos y que son viables para la inseminación.

Además, el donante debe realizar una entrevista en la que se valora el estado psicofísico, que incluye características físicas y psicológicas, y se recogen datos sobre los antecedentes familiares, y pasar por controles para confirmar que no padece enfermedades genéticas, hereditarias o infecciosas que pudieran ser trasmitidas a la descendencia, y que no es portador asintomático de las mismas.

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