"En los pacientes de bajo riesgo, que son la mayoría, la reducción de la expectativa de vida es pequeña"
La tasa de supervivencia de los SMD es muy variable. “En los pacientes de bajo riesgo, que son la mayoría, la reducción de la expectativa de vida es pequeña”, afirma el experto. Sin embargo, en los pacientes de alto riesgo el pronóstico es pobre, pudiendo llevar a la muerte o evolucionar a leucemia mieloblástica aguda en poco tiempo (de pocos meses a 1-3 años)”, añade.El conocimiento de las mutaciones en los síndromes mielodisplásicos (SMD) permitirá un tratamiento de precisión
En el plano biológico, se han llevado a cabo diversos estudios moleculares con técnicas de alta definición que abren importantes vías al desarrollo de nuevas dianas terapéuticas. “El conocimiento de las mutaciones que presentan las células neoplásicas en los SMD y las vías de señalización celular a las que afectan están transformando nuestro conocimiento de estas enfermedades y permitirán un tratamiento de precisión dirigido a la diana molecular alterada”, apunta el experto. Los doctores Elli Papaemmanuil, del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, de Nueva York, y Rafael Béjar, de la Universidad de California, en Estados Unidos, “son un referente en este campo y, de hecho, dirigen un importante proyecto genómico internacional en pacientes con SMD cuyos últimos avances han dado a conocer en la VI Reunión GESMD”.En el campo del tratamiento, se han ofrecido los últimos datos disponibles de las terapias ya establecidas y de las innovaciones que se están desarrollando para mejorar la tasa de curación y supervivencia de los pacientes con SMD. La terapéutica actual está ajustada al riesgo individual. “En los pacientes con alto riesgo de evolución a leucemia aguda, el trasplante de médula ósea es la única alternativa curativa, pero solo es aplicable a una minoría de los pacientes”, explica el doctor Sanz. “Afortunadamente, para el resto hay disponibles fármacos hipometilantes del ADN que producen respuestas duraderas y prolongan significativamente la supervivencia”, destaca. “Para los pacientes de bajo riesgo, disponemos de agentes estimulantes de la producción de hematíes que consiguen, en muchos casos, la independencia transfusional, y de fármacos como la lenalidomida, un inmunomodulador dirigido a un subtipo de pacientes con una alteración genética concreta que, en ocasiones, también elimina las células alteradas”.
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