La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es un conjunto de trastornos crónicos del aparato digestivo que incluyen la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Su prevalencia ha ido en aumento en los últimos años, especialmente en España. Factores ambientales, genéticos y de estilo de vida juegan un papel clave en su aparición y desarrollo. De estas dos enfermedades, la colitis ulcerosa es la que más prevalece entre la población de nuestro país.
"Realmente ha habido diferentes estudios epidemiológicos en España que se hicieron inicialmente a nivel local, analizando la incidencia en distintos hospitales", explica el Dr. Joaquín Hinojosa, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) en una entrevista a ConSalud.es. "Los datos actuales se basan en un estudio del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU), donde se registraron los casos nuevos diagnosticados en un año en todo el país”, añade. Según este estudio, la incidencia de la enfermedad de Crohn se sitúa entre 5,5 y 6 casos nuevos por cada 100.000 habitantes, mientras que la colitis ulcerosa se encuentra entre 9 y 10. "Si extrapolamos estos datos a la población española, estimamos que hay entre 380.000 y 400.000 personas afectadas por EII", señala.
"Sabemos que el factor genético juega un papel importante, pero no puede explicar un crecimiento tan acelerado"
El aumento de la prevalencia de la enfermedad es un fenómeno preocupante. "Este incremento ha sido muy marcado y nos coloca a niveles similares a los de países anglosajones y escandinavos, donde históricamente la incidencia ha sido mayor", indica el experto. "La explicación no es sencilla. Sabemos que el factor genético juega un papel importante, pero no puede explicar un crecimiento tan acelerado. En cambio, los factores ambientales tienen un peso fundamental".
Entre esos factores de riesgo, la dieta es uno de los más estudiados. "Se ha demostrado que los alimentos ultraprocesados, las carnes rojas y ciertos aditivos pueden incrementar el riesgo de inflamación intestinal", apunta el Dr. Hinojosa. "Además, la contaminación atmosférica, el estrés y el tabaquismo son factores que también pueden modular la respuesta inmune del intestino y contribuir a la aparición de la enfermedad".
"El gran punto de inflexión llegó con la aparición del primer fármaco biológico hace 24 años"
Al mismo tiempo que la prevalencia ha aumentado, el abordaje de la EII también ha cambiado significativamente en los últimos años. "Hace tres décadas, el tratamiento se basaba en antiinflamatorios, corticoides e inmunomoduladores", recuerda el especialista. "El gran punto de inflexión llegó con la aparición del primer fármaco biológico hace 24 años. Desde entonces, la variedad de opciones terapéuticas ha crecido enormemente, permitiendo un enfoque más personalizado para cada paciente".
Hoy en día, los tratamientos incluyen anticuerpos monoclonales dirigidos contra moléculas específicas implicadas en la inflamación, como los inhibidores de TNF, fármacos que bloquean la migración de leucocitos, y los más recientes inhibidores de interleucinas. “Además, disponemos de pequeñas moléculas administradas por vía oral, que suponen un gran avance al ofrecer más autonomía a los pacientes", añade.
GRANDES AVANCES EN EII, PERO CON RETOS PENDIENTES
A pesar de estos avances, todavía hay retos pendientes. "Desde el punto de vista diagnóstico, la accesibilidad a pruebas como la endoscopia y la resonancia es bastante homogénea en España", comenta el Dr. Hinojosa. "Sin embargo, aún hay margen de mejora en la coordinación con Atención Primaria para una detección más precoz".
En cuanto a los tratamientos, el especialista destaca la necesidad de identificar marcadores que permitan seleccionar la mejor opción terapéutica para cada paciente. "Estamos avanzando hacia una medicina de precisión, que nos permita elegir el tratamiento idóneo en función de las características individuales de cada caso".
"Las unidades especializadas garantizan un manejo homogéneo y de calidad"
El experto también subraya la importancia de las unidades especializadas en EII, que en España ya superan las 60 acreditadas. "Estas unidades garantizan un manejo homogéneo y de calidad, con equipos multidisciplinares que incluyen gastroenterólogos, cirujanos, enfermeras, nutricionistas y otros especialistas", señala. "Además, se sigue investigando en nuevos tratamientos más selectivos y con menos efectos adversos".
Por último, el Dr. Hinojosa enfatiza en el impacto de la EII en la calidad de vida de los pacientes. "Es una enfermedad que afecta principalmente a personas jóvenes, con un pico de diagnóstico entre los 25 y 35 años, aunque cada vez hay más casos en menores de 15 años", explica. "El control eficaz de la enfermedad es clave, ya que estamos hablando de tratamientos prolongados y de una patología que, aunque intestinal en su origen, puede afectar a otros órganos como la piel, los ojos y las articulaciones”. No obstante, “cada vez la conocemos mejor y eso nos da más herramientas para combatirla de manera eficaz”, concluye.
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