Incertidumbre, rabia, impotencia. Miedo. La pandemia causada por el nuevo coronavirus Covid-19 no solo causa enfermedad y muerte. El aislamiento para evitar la transmisión del virus separa a las personas cuando más lo necesitan.
La nutricionista Sandra García, @hazloxella en lnstagram, conoce muy bien el sufrimiento de muchas familias que ven cómo sus seres queridos enfermos por coronavirus permanecen ingresados en un hospital sin la posibilidad de ser acompañados. Su madre, Lucía Reyes, está ingresada desde el pasado 18 de marzo.
Lucía tenía tos, fiebre y dolor muscular cuando acudió a urgencias del hospital de Henares. Tras unos análisis, radiografías y, finalmente, la prueba de Covid-19, la ingresan en agudos como paciente positiva. Dos días más tarde, ya en planta, su situación empeora y es intubada, sedada y trasladada a la UCI. Mientras, Sandra es informada sobre el estado de salud de su madre por teléfono.
Sandra García: “Enfadada me decía que como no estaba allí”
El día 22 de marzo el móvil vuelve a sonar. Malas noticias. “Me dicen que no pueden hacer nada por ella, están llenos y creen que es una de las únicas pacientes que pueden sobrevivir a un traslado” explica Sandra en una entrevista a ConSalud.es . Su madre es trasladada a la UCI del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda.
Tras muchos medicamentos, lavados de pulmones y una traqueotomía, un mes después (21 de abril), Lucía sube a planta. No entiende nada. Poco a poco los médicos y su familia (vía telefónica), se lo explican. Sin embargo, hay algo que sigue sin comprender: “enfadada me decía que como no estaba allí”, lamenta Sandra, “después de todo lo que hemos pasado….”. Pero la entiende, “estaba nerviosa, tenía ansiedad…. Necesitaba que alguien estuviese pendiente de ella”.
57 días. Casi dos meses de lucha a distancia daban su fruto este jueves. Madre e hija están juntas. Las medidas puestas en marcha para evitar la transmisión del virus impiden las visitas a los pacientes, no obstante, existen casos puntuales en los que el centro puede llegar a permitir la entrada de un familiar. Después de mucho insistir, Sandra ha ingresado como acompañante de Lucía en el centro hospitalario, "he ingresado con ella y permaneceré a su lado hasta que la den alta. El reencuentro ha sido increíble. Algo mágico", dice emocionada. "Yo ya conocía hospitales en los que dejaban y el paciente ha mejorado mucho. Por supuesto bajo la responsabilidad del acompañante y bajo el cumplimiento de las normas”
PROFESIONALES Y TECNOLOGÍA, NUEVOS ALIADOS
Médicos y enfermeras conocen la importancia del factor emocional y de informar a las familias. Motivo por el cual, intentan hacerlo siempre que pueden. ¿Sus aliados?, las nuevas tecnologías. Móviles, tabletas o apps de videollamadas consiguen acercar a los pacientes y familiares en estas circunstancias.
“Hoy ha sido un día de mierda, sí, para las dos. Pero me quiero ir a la cama con una sonrisa y con la imagen de que hay profesionales increíbles”. Estas son las palabras de agradecimiento que Sandra publicó en su cuenta de Instagram, como reconocimiento a una de las enfermeras del hospital de Puerta de Hierro que cuida a su madre.
Junto al texto, donde relata como la profesional “no se pensó dos veces” el hacer una videollamada para que Sandra pudiese ver a su madre, aparece una tierna fotografía de Lucía y la enfermera agarradas de la mano, “aunque solo sea un rato, que mi madre se sintiera como que era su hija quien la cogía, me da la vida”, cuenta la nutricionista en su publicación antes de concluir con un #Todosaldrábien, lleno de esperanza.