Defensas contra la Covid-19: ¿sin acceso a los mejores tratamientos para los más vulnerables?

La discriminación que el Ministerio de Sanidad hace entre los anticuerpos monoclonales y los antivirales, en detrimento de los primeros y a pesar de reconocer la limitada disponibilidad de los segundos, aumenta el riesgo de hospitalización y muerte de los

Edificio del Ministerio de Sanidad (Foto. Óscar Cañas   Europa Press)
Edificio del Ministerio de Sanidad (Foto. Óscar Cañas Europa Press)

Desde el inicio de la campaña de vacunación masiva contra la Covid-19, España se ha posicionado como un referente a nivel global. El ritmo al que la población ha sido inmunizada en nuestro país ha sido ejemplo para otras naciones, pero en la fase actual de la pandemia en la que nos encontramos, en la que se ha recuperado prácticamente la normalidad perdida a principios de 2020, nuestro país continúa haciendo frente a una preocupante asignatura pendiente: los tratamientos destinados a las personas que continúan infectándose.

Las vacunas contra la Covid-19 no solo han marcado un hito, sino que han permitido hacer frente al SARS-CoV-2 en tiempo récord. Pero nos encontramos en un escenario epidemiológico en el que contar con suministros y reservas de los distintos medicamentos y terapias complementarias autorizadas es fundamental; en un contexto en el que la práctica totalidad de las medidas y restricciones han sido eliminadas y la evidencia científica muestra como la protección generada por las vacunas disminuye con el paso del tiempo y se requieren dosis de refuerzo en ciertos colectivos vulnerables.

En este sentido, la Comisión Europea, tras las pertinentes evaluaciones de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) ha ido conformando en los últimos meses una cartera de tratamientos que se fundamenta en los antivirales y los anticuerpos monoclonales. La mayoría de los países europeos han apostado por este tipo de opciones terapéuticas para el tratamiento de los pacientes infectados por SARS-CoV-2.

Debemos tener en cuenta que los antivirales y los anticuerpos monoclonales son opciones diferentes que deben emplearse en pacientes y estadios distintos de la enfermedad, por lo que son cada vez más los países dentro y fuera de la Unión Europea que apuestan por todos los tratamientos disponibles con el objetivo de reducir en la medida de los posible el colapso de sus sistemas sanitarios y la mortalidad por Covid-19.

APUESTA POR LOS ANTIVIRALES, PERO SUMINISTRO LIMITADO

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) indica que, en el caso de nuestro país, las alternativas disponibles dentro del grupo de los antivirales son Veklury (remdesivir), Paxlovid y Lagevrio; y con Ronapreve y Xevudy como anticuerpos monoclonales. Hasta aquí, pocas diferencias con la mayoría de los países de nuestro entorno europeo. Sin embargo la posición del Ministerio ha destacado la inversión en unos tratamientos por encima de otros.

Una decisión controvertida si tenemos en cuenta que la propia Aemps reconoce, a través de la actualización efectuada el pasado 17 de mayo de los “Criterios para valorar la administración de nuevas alternativas terapéuticas antivirales frente a la infección por SARS-CoV-2”, que “en estos momentos hay una limitada disponibilidad de las nuevas alternativas terapéuticas antivirales frente a la infección por SARS-CoV-2”, lo que hace necesario “establecer unos criterios de priorización en el acceso precoz a los mismos”.

En un contexto en el que la Aemps, dependiente del Ministerio de Sanidad, reconoce que se hace necesario establecer criterios de priorización de pacientes ante la escasez de tratamientos, se hace más necesario que nunca poner a disposición de los profesionales sanitarios todas las alternativas terapéuticas posibles, donde destacan los anticuerpos monoclonales por su efectividad y versatilidad

Una afirmación que se traduce en que la accesibilidad a los tratamientos que actualmente están disponibles se prioriza atendiendo a criterios como la gravedad y/o el riesgo de complicaciones, la respuesta al tratamiento y los beneficios esperables. Una situación que podría estar generando una escasez o falta de disponibilidad de tratamientos desde el punto de vista de los profesionales sanitarios a la hora de atender a los pacientes hospitalizados por Covid-19. Unas limitaciones que se acentúan ya que, aunque los pacientes requieran estos tratamientos, si no cumplen con los criterios los facultativos se quedan sin opciones de tratamiento en un contexto de escasez que complica aún más la situación.

En un contexto en el que la Aemps, dependiente del Ministerio de Sanidad, reconoce que se hace necesario establecer criterios de priorización de pacientes ante la escasez de tratamientos, se hace más necesario que nunca poner a disposición de los profesionales sanitarios todas las alternativas terapéuticas posibles, donde destacan los anticuerpos monoclonales por su efectividad y versatilidad.

Por ejemplo, el pasado 13 de abril, el Ministerio de Sanidad anunciaba que ya se habían distribuido 50.000 dosis, el 100% de las unidades entregadas por Pfizer de los 344.000 tratamientos del medicamento contra la Covid-19 Paxlovid, adquirido por el Gobierno. La dispensación de este medicamento está organizada y ordenada y se adecúa a las realidades y circuitos asistenciales efectivos en cada territorio, con el fin de acercarlo al paciente en tiempo útil y que se dispense con la máxima calidad y seguridad.

La adquisición de los antivirales se realiza mediante un sistema de compra centralizada, mientras que la compra de los anticuerpos monoclonales se ha delegado en las comunidades autónomas con un menor nivel de accesibilidad

El pasado 24 de marzo, Darias firmaba el acuerdo de adquisición y distribución de 344.000 tratamientos completos del medicamento Paxlovid contra la Covid-19 y, el lunes 28 de marzo, comenzaba la distribución de los primeros 11.904 tratamientos hasta completar la cifra de 50.000 tratamientos para este primer trimestre del año 2022.

¿QUÉ PASA CON LOS ANTICUERPOS MONOCLONALES DE LAS CC.AA.?

Un proceso que no se ha seguido con los anticuerpos monoclonales. Si ponemos el foco en el acceso a estos medicamentos y de acuerdo con lo recogido en la referida actualización de la Aemps, “se realizará por los cauces habituales”. De esta forma se indica que las comunidades autónomas que no dispongan de un depósito estratégico de anticuerpos monoclonales o aquellas que lo indiquen expresamente,  la solicitud de acceso se podrá realizar “a través del portal de medicamentos en situaciones especiales de la Aemps”. Una solicitud sobre la que cabe señalar que es “de acceso individual para cada paciente”.

En la mayoría de los hospitales, esa solicitud se gestiona telemáticamente desde el Servicio de Farmacia a partir de la indicación del médico y el visto bueno de la dirección médica. La gestión debe realizarse de forma inmediata tras la indicación médica y la respuesta de la Aemps se debe recibir en 24 horas. Un proceso que debe repetirse con cada paciente con el que se considere que debe recibir un tratamiento basado en anticuerpos monoclonales.

La mayor discriminación entre estas dos alternativas terapéuticas reside en los mecanismos de adquisición. Una cuestión sobre la que Darias ya ha sido preguntada en varias ocasiones por los partidos de la oposición y cuya respuesta continúa sin ser clara. Y es que la adquisición de los antivirales se realiza mediante un sistema de compra centralizada, mientras que la compra de los anticuerpos monoclonales se ha delegado en las comunidades autónomas con un menor nivel de accesibilidad.

Si la Aemps reconoce que tienen una disponibilidad limitada de tratamientos antivirales, adquiridos mediante un sistema de compra centralizada capitaneado por el Gobierno, ¿en qué situación se encuentran los anticuerpos monoclonales a los que hayan conseguido acceder las comunidades autónomas?

A pesar de que España es uno de los países del mundo con mayor cobertura vacunal frente a la Covid-19, las infecciones continúan sucediéndose y afectando a población vulnerable para las que la Covid-19 supone un elevado riesgo. España va tarde en el uso de anticuerpos monoclonales con respecto el resto de Europa, pero todavía estamos a tiempo de ofrecer a los más vulnerables una opción terapéutica como los anticuerpos monoclonales reduciendo así los casos de Covid grave con sus consecuentes ingresos o incluso defunciones.

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