AstraZeneca: vacuna vilipendiada a pesar de ser la que menos eficacia pierde con el paso del tiempo

La evidencia científica demuestra que la protección generada por la vacuna de AstraZeneca es la que experimenta una reducción más baja transcurridos tres meses desde que se completa la pauta de inmunización.

Vacuna de AstraZeneca (Foto. GVA)
Vacuna de AstraZeneca (Foto. GVA)

El pasado 9 de mayo el comisario europeo para el Mercado Interior, Thierry Breton, anunciaba que la Unión Europea no renovaría el contrato firmado con AstraZeneca más allá del pasado mes de junio. Los problemas de la farmacéutica anglosueca a la hora de cumplir con lo estipulado en el contrato con la UE provocaron el enfrentamiento con la Comisión Europea que ha decidido confiar su estrategia de inmunización contra la COVID-19 en las vacunas desarrolladas a partir de tecnología de ARNm, como son los casos de los sueros de Pfizer/BioNTech (Comirnaty) y Moderna (SpikeVax). Serán estas las vacunas se utilicen en territorio europeo para la administración de las dosis de refuerzo en función de lo que vayan dictando las autoridades sanitarias pertinentes y la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

La pregunta que muchos se hacen ante esta decisión es si es o no acertada. La respuesta viene dada por la reciente evidencia científica y la expansión de la variante Delta del SARS-CoV-2 (B.1.617.2, detectada originalmente en India). Tal y como informan en La Razón, la pasada semana la EMA comunicaba que una dosis de refuerzo con la vacuna desarrollada por AstraZeneca era recomendable para aquellas personas que no han logrado generar una respuesta inmune sólida tras completar la pauta de vacunación establecida.

Es necesario tener en cuenta que diversos estudios han demostrado que la protección generada con los distintos sueros autorizados por la EMA disminuye con el paso del tiempo. Una reducción que se presenta más acusada si nuestro organismo tiene que hacer frente a Delta. En este punto conviene poner la atención en un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford que revela que la protección mediada por la vacuna de AstraZeneca se mantiene de forma más estable que la generada por otros sueros.

Las conclusiones del estudio indican que, por ejemplo, la vacuna de Pfizer/BioNTech ofrece una protección inicial frente a la variante Delta del 90%. Cifra que se reduce al 78% transcurridos tres meses. En el caso del suero de AstraZeneca, la inmunidad inicial que se logra una vez se ha completado la pauta de inmunización (dos dosis) es del 67%. Este porcentaje desciende hasta el 61% transcurridos tres meses desde la segunda inyección. Con estos datos la farmacéutica anglosueca no se plantea la realización de nuevos ensayos clínicos para evaluar la administración de una tercera dosis, como sí están haciendo otros fabricantes como es el caso de Pfizer.

En el caso del suero de AstraZeneca, la inmunidad inicial que se logra una vez se ha completado la pauta de inmunización (dos dosis) es del 67%. Este porcentaje desciende hasta el 61% transcurridos tres meses desde la segunda inyección

Los datos reportados por las autoridades sanitarias de Israel revelan que una dosis de refuerzo con Pfizer parece no surtir mucha efectividad frente a Delta. El país, uno de los pioneros en términos de vacunación contra la COVID-19, comenzó a inocular una tercera dosis de Pfizer a mediados del pasado mes de julio. A pesar de esto, el coronavirus continúa golpeando con ferocidad a Israel que registra récord diario de contagios desde el inicio de la pandemia con más de 11.000 nuevos casos diarios.

La evidencia científica es clara: la protección generada por la vacuna de AstraZeneca se mantiene prácticamente lineal en el tiempo. Incluso frente a variantes como Delta. A pesar de esto tanto el Ministerio de Sanidad español como la Comisión Europea han decidido continuar apostando por los sueros de Pfizer/BioNTech y Moderna.

EL MINISTERIO DE SANIDAD, CONTRARIO A LAS RECOMENDACIONES DE LA EMA

AstraZeneca siempre se ha encontrado bajo una atenta lupa. En el caso de España, cuando la vacuna recibió luz verde por parte de la EMA y le fue concedida la autorización para la comercialización de emergencia por la Comisión Europea, se destinó a los trabajadores esenciales menores de 55 años. En ese momento, AstraZeneca era la tercera vacuna con la que se contaba para proteger a la población, pero se restringió el rango de edad a inmunizar argumentando que la representación de personas mayores de 60 años en sus ensayos clínicos no era significativa como para ser inoculada en grupos poblacionales por encima de ese rango de edad.

La EMA, tras una exhaustiva revisión de todos los casos reportados, recomendó que la pauta de vacunación de las personas que habían recibido una primera dosis de AstraZeneca debería completarse con la misma vacuna. El regulador recomendaba de esta forma la administración de AstraZeneca en todas las edades

La detección de una serie de extraños y raros casos de trombosis en persona jóvenes vacunadas con AstraZeneca (apenas unas decenas de casos entre millones de personas inmunizadas), el departamento dirigido por Carolina Darias cambió su protocolo de administración: la vacuna únicamente se inyectaría en personas con edades comprendidas entre los 60 y los 70 años.

Una decisión incomprensible si tenemos en cuenta que pocos meses antes el Ministerio de Sanidad precisamente justificaba que, debido a la falta de representatividad de personas mayores de 60 años en los ensayos clínicos desarrollados por la farmacéutica anglosueca, no se les inocularía. Una incongruencia que dejó a miles de trabajadores esenciales en un limbo inmunitario sin saber de qué forma completaría la pauta.

La EMA, tras una exhaustiva revisión de todos los casos reportados, recomendó que la pauta de vacunación de las personas que habían recibido una primera dosis de AstraZeneca debería completarse con la misma vacuna. El regulador recomendaba de esta forma la administración de AstraZeneca en todas las edades: "En general, los datos muestran que los beneficios de la vacunación aumentan con la edad y con niveles elevados de infección en la comunidad", declaraba el pasado 23 de abril Nzoël Wathion, director ejecutivo adjunto de la EMA.

ASTRAZENECA, LA VACUNA MÁS BARATA

El Financial Times publicaba el pasado 1 de agosto los nuevos precios de las vacunas contra la COVID-19. De acuerdo con los contratos firmados por los fabricantes con la Comisión Europea, cada dosis del suero de Pfizer ha ascendido de los 15,50 euros a los 19,50. En el caso de Moderna el precio por dosis se ha incrementado en dos euros pasando de los 19 a los 21.

En el caso de la vacuna de AstraZeneca, la única de la que se conocía el precio que se paga por dosis desde un principio, este asciende a 2,90 euros por dosis de acuerdo con los datos revelados a finales del mes de octubre de 2020 por el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa.

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