El avance de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 desata la preocupación en África

En las últimas semanas hemos asistido a un progresivo incremento de los casos en África y de las tasas de mortalidad. Los expertos consideran que las variantes son las responsables.

Llegada de las primeras vacunas contra la Covid 19 a Ghana a través de COVAX (Foto. OMS)
Llegada de las primeras vacunas contra la Covid 19 a Ghana a través de COVAX (Foto. OMS)
CS
29 mayo 2021 | 00:00 h
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En los primeros momentos de la pandemia, tras ser testigos de cómo el SARS-CoV-2 se extendía rápidamente por el continente asiático causando estragos a todos los niveles, todas las miradas apuntaban a África. La mayoría de los países africanos cuentan con sistemas sanitarios debilitados por la lucha constante contra numerosas enfermedades. En muchas regiones, debido a las condiciones socioeconómicas, cumplir con las medidas de prevención de la Covid-19 se convertía en una complicada misión. A pesar de esto, lo cierto es que el continente africano ha conseguido evitar la ferocidad con la que el virus ha golpeado a Europa, América Latina y Estados Unidos.

Algunas voces indican que la clave residió en que, conocedores de una dependencia exterior que se veía cortada por la pandemia y conscientes de sus debilitados sistemas sanitarios, la mayoría de las naciones africanas se prepararon mejor que los países más desarrollados, dentro de sus capacidades. Pero lo cierto es que muchos expertos consideran que las bajas tasas de incidencia del virus en África responden a la falta de pruebas y medios diagnósticos por lo que la fotografía que vemos no refleja la realidad pandémica de la región.

Incluso algunos expertos señalan a que una elevada tasa de población joven en la mayoría de países, así como la inmunidad cruzada derivada de otros coronavirus podrían haber contribuido. En este contexto ha aumentado la preocupación ante la rápida expansión de las nuevas variantes del SARS-CoV-2 cuya identificación requiere de recursos y tecnología para su secuenciación genómica.

En las últimas semanas hemos asistido a un progresivo incremento de los casos en África y los expertos consideran que las variantes son las responsables. Uganda fue el primer país del continente en confirmar la presencia de la variante detectada originalmente a finales de 2020 en india, bautizada como B.1.617, de la que se han identificado ya tres subtipos. Ya se han reportado casos de esta variante en Kenia, Marruecos, Argelia, Sudáfrica (país en el que se detectó por vez primera la variante B.1.351), Botsuana, Angola, República Democrática del Congo, Nigeria, Uganda, Zambia y Zimbabue según publica la BBC.

Los expertos afirman que la variante B.1.617 se habrá extendido ya a otros países africanos pero la realidad es que pocos son los que cuentan con capacidad para realizar la secuenciación genómica

Esta variante, al igual que ya sucediera con la B.1.1.7 (detectada por primera vez en Reino Unido), B.1.351 y la P.1 (detectada por primera vez en Brasil), ha sido ya clasificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “variante de preocupación mundial”; como consecuencia de su posible capacidad para ser más transmisible. Cabe señalar que, por ejemplo, la variante B.1.351 no solo provocó un rápido incremento de casos de Covid-19 en Sudáfrica, sino que se extendió con gran rapidez por la zona sur del continente.

Los expertos afirman que la variante B.1.617 se habrá extendido ya a otros países africanos pero la realidad es que pocos son los que cuentan con capacidad para realizar la secuenciación genómica. En Nigeria los científicos también han identificado una nueva variante del virus, aunque, actualmente, no se ha demostrado que esté contribuyendo a incrementar los casos. Hasta el momento, más de una veintena de naciones africanas han reportado la presencia de casos de la variante B.1.1.7.

Con el objetivo de mejorar la capacidad de secuenciación la OMS, en colaboración con los Centros Africanos para el Control de Enfermedades, ha lanzado una red de laboratorios para impulsar las capacidades del continente. SI bien se trata de un importante paso, un reciente artículo publicado por The Lancet apunta a la existencia de numerosos problemas relacionados con la financiación, escasez de reactivos y falta de personal cualificado para el desarrollo de los trabajos de secuenciación.

INCREMENTO DE CASOS Y MORTALIDAD

Países como Sudáfrica, Nigeria y Egipto han reportado en las últimas semanas importantes aumentos de casos de Covid-19; mientras que la incidencia ha disminuido en Kenia, Etiopía y República Democrática del Congo.

De acuerdo a los datos ofrecidos por los Centros Africanos para el Control de Enfermedades, los nuevos casos de coronavirus disminuyeron el mes pasado un 9% en todo el continente. La mala noticia es que la cifra de fallecidos se ha incrementado un 4% en el último mes

De acuerdo a los datos ofrecidos por los Centros Africanos para el Control de Enfermedades, los nuevos casos de coronavirus disminuyeron el mes pasado un 9% en todo el continente. La mala noticia es que la cifra de fallecidos se ha incrementado un 4% en el último mes.

La tasa de letalidad del virus ha aumentado en el continente desde el pasado mes de julio pasando del 2,1% al 2,7% en abril. La escasez de recursos hace que los pacientes hospitalizados en África tengan más probabilidades de morir que los de otras partes del mundo debido a los recursos limitados como es la falta de oxígeno médico. Una situación que se torna más trágica para aquellos que ingresan en unidades de cuidados intensivos.

En Sudáfrica, la investigación sobre el exceso de mortalidad (número de fallecidos en un periodo por encima de lo que normalmente se esperaría) muestra que se produjeron 153.668 decesos más entre el 6 de mayo del año pasado y el 10 de abril de 2021. Tal y como indican en la BBC Sudáfrica es uno de los 10 países que cuenta con sistemas adecuados de registro de defunciones por lo que es probable que las muertes por Covid-19 en el continente sean muchas más de las que se están reflejando.

Por último, nos encontramos con el problema de las vacunas. La mayoría de las naciones africanas dependen del programa COVAX para recibir unas dosis que llegan con cuentagotas al continente. La OMS ya ha advertido a los países desarrollados de la necesidad de compartir dosis con los países de bajos y medianos ingresos ya que la pandemia no podrá acabarse hasta que todos y cada uno estemos inmunizados. Hecho de vital importancia ya que, a una mayor circulación del virus, mayores son las posibilidades de que experimente una mutación que consiga evadir la inmunidad generada a través de las vacunas que se están inoculando en todo el mundo.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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