Lo habitual, antes de que estallase la pandemia de coronavirus SARS-CoV-2, hubiese sido ver a pacientes pediátricos en las consultas de los centros de salud para recibir atención médica por haberse contagiado de gripe. La aparición de la Covid-19 como enfermedad derivada del nuevo coronavirus ha cambiado las tornas, ahora los niños no acuden al pediatra por gripe, lo hacen por Covid-19 en el peor de los casos.
Este año, y como ya ha sido publicado en todos los medios, la Covid-19 ha barrido al virus de la gripe. El uso de mascarillas y el cumplimiento de todas las medidas sanitarias impuestas está dejando en la mínima expresión a este virus estacional y los pediatras de Atención Primaria se centran en atender al paciente Covid-pediátrico.
Al inicio de la pandemia, en marzo, la tasa de incidencia de Covid-19 en niños era de alrededor del 2 por ciento, cifra reportada en toda la literatura científica, ahora se ha incrementado. "En esa época se desconocían las cifras reales en todos los grupos etarios por la no disponibilidad de pruebas diagnósticas. Actualmente, la tasa de incidencia en la población pediátrica se mantiene entre un 10-12 por ciento", explica Teresa Cenarro, vicepresidenta de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).
La doctora Cenarro asegura que los niños se infectan principalmente en el ámbito familiar siendo pocos los casos en el ámbito escolar y afirma que la mayoría de los casos de Covid en niños son asintomáticos o con síntomas muy leves.
GRIPE Y OTROS VIRUS
¿Cómo ha sido el abordaje de la gripe u otros virus respiratorios durante estos meses? El otro vicepresidente de AEPap, Pedro Gorrotxategi, confirma que este año no está circulando "por el momento" el virus de la gripe, aunque reconoce que empiezan a verse casos aislados del Virus Sincitial Respiratorio.
"En las dos últimas semanas, coincidiendo con la disminución de la incidencia del coronavirus, hemos empezado a atender procesos respiratorios y digestivos diferentes al coronavirus", indica este pediatra del primer nivel asistencial.
"Probablemente el hecho de que los niños no acudan a los centros educativos con sintomatología aguda ha contribuido a disminuir la contagiosidad de estos procesos"
Las mascarillas, el lavado de manos y el distanciamiento social han contribuido a la disminución de los procesos infecciosos pediátricos. Aunque hay que tener en cuenta que los niños más pequeños, en los que la incidencia es superior de estos procesos, no llevan mascarillas. En este sentido, el doctor Gorrotxategi señala que "probablemente el hecho de que los niños no acudan a los centros educativos con sintomatología aguda ha contribuido a disminuir la contagiosidad de estos procesos". "Las familias este año han podido disfrutar de medidas para la conciliación laboral y familiar. Muchas de estas medidas deberían quedarse en el futuro en épocas de procesos infecciosos", concluye.