¿Ha llegado el momento de poner fin a la obligatoriedad de la mascarilla en el transporte?

Analizamos las razones por las que el Ministerio de Sanidad todavía no ha tomado una decisión en base a los criterios que los expertos han establecido para mantener esta normativa.

Personas con mascarilla en el transporte público (Foto: Freepik)
Personas con mascarilla en el transporte público (Foto: Freepik)

El uso obligatorio de las mascarillas en el transporte público podría tener los días contados, según las últimas declaraciones de la ministra de Sanidad y las informaciones aparecidas en varios medios. De acuerdo con estas, la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta del Sistema Nacional de Salud, grupo de expertos que asesora en materia de salud pública al Ministerio de Sanidad, habría decidido que ha llegado el momento de retirar la obligatoriedad de las mascarillas en el transporte público, aunque, según ha podido saber ConSalud.es la Ponencia no tiene aún fecha para tratar la cuestión.

El cambio de dirección radicaría en la buena situación epidemiológica. Especialmente tras comprobar que la celebración de las navidades no ha supuesto un incremento de los principales indicadores epidemiológicos, por lo que el sistema sanitario no se encuentra en riesgo de tensión como consecuencia de la Covid-19. Tal y como señalan en la referida cabecera la razón por la que este paso no se ha materializado ya es el aumento de los contagios que se vive desde hace una semanas en China después de que Pekín pusiese punto y final a una draconiana política de “Covid cero” durante tres años.

Basta un viaje en metro para comprobar que el uso de la mascarilla cada vez es más considerado como una recomendación por parte de la población que una obligación. A pesar de que el papel desempeñado por las mascarillas durante toda la pandemia ha sido y es fundamental, aumenta de forma progresiva el número de personas que consideran que su uso en el transporte público debería pasar a ser una recomendación. Un debate abierto desde hace meses sobre el que existen disparidad de opiniones sobre cuándo será el mejor momento para retirar la obligatoriedad.

El pasado 19 de diciembre el Ministerio de Sanidad, en respuesta parlamentaria a una pregunta planteada en el Congreso de los Diputados por Ciudadanos, enumeraba las principales razones por las que la Ponencia de Alertas continuaba defendiendo la normativa actual.

Basta un viaje en metro para comprobar que el uso de la mascarilla cada vez es más considerado como una recomendación por parte de la población que una obligación

El primero de estos motivos aludía directamente a la situación epidemiológica. La respuesta parlamentaria estaba fechada a 5 de diciembre. Momento en el que se registraba en España un leve incremento de los casos. Tal y como se ha expuesto al inicio de estas líneas la fotografía epidemiológica que observamos de la pandemia en España es bastante favorable incluso después de la una fecha como la Navidad.

Así lo confirma la comparativa entre los sucesivos informes publicados por el Ministerio de Sanidad. El relativo al 16 de diciembre de 2022 informaba de una tasa de ocupación hospitalaria y de UCI por pacientes con Covid-19 era del 3,54 y 3,05%, respectivamente, mientras que el pasado 13 de enero de 2023 se redujeron al 2,79 y 2,52%, respectivamente.

Otro de los motivos aludidos en la referida respuesta parlamentaria es la confluencia con virus respiratorios. En este sentido el objetivo que se persigue es aprender a convivir con el virus al igual que ya lo hacemos con el resto de virus respiratorios. Una meta para la que es fundamental elevadas tasas de vacunación no solo frente a la Covid-19, sino también ante la gripe, especialmente en los grupos de mayor riesgo y vulnerables.

Entre las razones esgrimidas se indica que en los medios de transporte se produce una alta concentración de personas en espacios reducidos durante periodos prolongados de tiempo en ausencia de una ventilación adecuada. Aunque todos somos conocedores de esta realidad también somos conscientes de que no va a cambiar. Razón por la que sustituir la obligatoriedad de las mascarillas por una recomendación sería más realista que mantener la normativa actual aludiendo como razón a un problema para el que no existe solución: las aglomeraciones en el transporte público.  

Días antes de esta respuesta parlamentaria la ministra de Sanidad, Carolina Darias, expresaba que la última palabra sobre este asunto la tienen los expertos. "Siempre hemos adoptado decisiones de la mano de personas expertas y vamos a seguir haciéndolo, por tanto, vamos a esperar hasta que no hagan un pronunciamiento contrario", aseveraba. ¿Ha llegado el momento?

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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