Dermatólogos identifican cinco patrones cutáneos de la Covid-19

Se considera la primera clasificación de síntomas cutáneos en pacientes con diagnóstico de esta enfermedad

Lesiones dermatológicas (Foto: AEDV)
Lesiones dermatológicas (Foto: AEDV)
CS
30 abril 2020 | 14:50 h

El estudio Covid Piel, puesto en marcha hace tres semanas por un grupo de dermatólogos españoles ha arrojado ya sus conclusiones tras haber recabado 375 casos que han sido analizados. Según este trabajo, cuyos resultados han sido publicados en la revista British Journal of Dermatology, las manifestaciones cutáneas se pueden clasificar en cinco patrones asociados a un pronóstico específico de la infección por COVID-19.

Se trata del primer estudio que ofrece una clasificación de las manifestaciones cutáneas vinculada a la infección. El trabajo, que ha recibido el apoyo de la Academia Española de Dermatología y Venereología, ha recabado en dos semanas información de 375 personas que tenían diagnóstico COVID-19, bien por cumplir criterios clínicos o bien por confirmación en laboratorio y alteraciones cutáneas concomitantes, sin una causa conocida. Además, de recoger información sobre su estado de salud, también se han tomado fotografías de cada uno de los problemas cutáneos, algo que ningún otro estudio hasta el momento había conseguido.

Ningún estudio hasta el momento había logrado recabar tantos casos de manifestaciones cutáneas, según sus autores

Aunque ya había algún estudio publicado sobre los problemas dermatológicos que se habían identificado en algunos pacientes Covid-19, ninguna investigación hasta el momento había logrado recabar tantos casos de manifestaciones cutáneas, ni tampoco acompañarlos de imágenes de estos problemas, algo crucial en el estudio de la dermatología. También se habían difundido a través de redes sociales muchas imágenes cutáneas de posibles pacientes con esta infección, pero sin documentar de forma científica.

En este trabajo han participado casi un centenar de dermatólogos españoles y ha sido liderado por la Dra. Cristina Galván Casas, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Móstoles en Madrid, la Dra. Alba Català Gonzalo, del Servicio de Dermatología y Venereología del Hospital Plató de Barcelona y el Dr. Gregorio Carretero Hernández, del Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Gran Canaria Doctor Negrín de Las Palmas de Gran Canaria. “Los dermatólogos queríamos trasladar esta información al campo de la evidencia científica. Queríamos categorizar esas manifestaciones y ver qué podía ofrecernos su análisis”, adelanta la Dra. Galván Casas.

IDENTIFICACIÓN DE PATRONES

El análisis de los 375 casos y el uso de un método de consenso han mostrado que se pueden establecer cinco patrones de manifestaciones cutáneas: erupciones similares a sabañones en zonas acrales (19%); erupciones vesiculosas (9%); lesiones urticariformes (19%); erupciones máculo-pápulosas (47%) y livedo-reticularis o necrosis (6%).

Las erupciones acrales similares a sabañones (manos y pies) aparecían como áreas de eritema o coloración violácea, vesículas y pústulas. Son frecuentemente asimétricas. Este tipo de lesiones se detectó en el 19% de los casos, en pacientes más jóvenes, en las etapas tardías del proceso COVID-19, con una duración de 12,7 días y estaban asociados a un pronóstico menos grave.

Los autores señalan la necesidad de seguir investigando para conocer los mecanismos fisiopatológicos y poder relacionarlos con cada patrón cutáneo

Las erupciones vesiculosas, detectadas en el 9% de los casos, se han visto principalmente en el tronco. Consistían en pequeñas vesículas monomórficas (lesiones similares a las que salen en una varicela pero, a diferencia de esta enfermedad, estas vesículas son muy similares de tamaño y forma entre ellas). En ocasiones asentaban en las extremidades y podían tener contenido hemorrágico, agrandarse o diseminarse. El estudio ha mostrado que este tipo de manifestación se asocia a una gravedad intermedia y es más frecuente en pacientes de edad media. Suelen durar unos diez días y aparecer junto con los síntomas generales, en ocasiones antes que ellos.

Las lesiones urticariformes, el tercer tipo de patrón, se han registrado en el 19% de los casos. Se caracteriza por la aparición súbita de habones o ‘ronchas’ y/o angioedema (inflamación de piel y mucosas). Se han visto principalmente en el tronco o dispersas por el cuerpo, en algún caso en las palmas de las manos. Su duración media es de 6,8 días. Suelen producir intenso picor. Este tipo de manifestación se han observado en pacientes más graves y con más frecuencia han aparecido al mismo tiempo que otros síntomas vinculados a la COVID-19.

Máculo-pápulas, las manifestaciones más frecuentes, fueron detectadas en el 47% de los casos, el cuadro dermatológico es con frecuencia similar al de otras infecciones víricas, con erupciones formadas por manchas planas y lesiones elevadas, habitualmente dispersas por el cuerpo. En ocasiones muestras patrones específicos, cómo la distribución peri-folicular, o similar a pitiriasis rosada o eritema multiforme. Duran 8 o 9 días de media. También se han visto en pacientes más graves.

Interior lesiones

Por último, las lesiones que orientan a obstrucción vascular, cómo la livedo-reticularis y la necrosis, se han encontrado en el 6% de los casos, han aparecido en los pacientes de más edad y más graves (en este grupo se registró un 10% de mortalidad). Se trata de unas marcas en la piel que recuerdan a una red, similares a las que se veían por una exposición mantenida a una fuente de calor como en su tiempo eran los braseros y ahora pueden ser los portátiles. Los pacientes mostraron grados diferentes de afectación, incluyendo áreas de isquemia acral o en el tronco. Sin embargo, las manifestaciones COVID-19 en este grupo fueron más variables, cómo es el caso de la livedo reticular transitoria en pacientes jóvenes con buena evolución del proceso

“Lo que hemos visto, además de categorizar las manifestaciones cutáneas en cinco grupos, es un gradiente de enfermedad, de menos grave en los casos donde había pseudo-sabañones a más graves en pacientes con lesiones livedo-reticularis, que presentaban más casos de neumonía, ingresos hospitalarios y necesidad de atención en cuidados intensivos”, señala el Dr. Ignacio García-Doval, director de la Unidad de Investigación de la AEDV.

Hay que tener en cuenta, señala el estudio, que no se puede descartar que existan otras causas detrás de algunas de estas manifestaciones cutáneas, sobre todo en el caso de las lesiones urticariformes o en las máculo-pápulas, que pudieran tener otras causas, como las reacciones a alguno de los muchos fármacos que han recibido.

“Este no es un trabajo que haya buscado identificar las causas que están detrás de estos problemas cutáneos detectados en estos días. Lo que se ha pretendido en el estudio es categorizar los problemas y describir unos patrones para orientar, durante la pandemia, a clínicos, pacientes y autoridades sanitarias y también para servir de base de futuros estudios. Serán esos trabajos, los que se desarrollen más adelante, los que puedan servir para identificar si es la COVID-19 la responsable directa o indirecta de todas estas manifestaciones cutáneas”, apunta la Dra. Galván Casas.

Los autores señalan la necesidad de seguir investigando no sólo para hallar otras posibles causas sino para conocer los mecanismos fisiopatológicos y poder relacionarlos con cada patrón cutáneo y con los hallazgos encontrados en otros órganos. Por este motivo, están seguros de que a este estudio le seguirán otros muchos que utilicen el conocimiento generado en este trabajo de equipo. 

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