Estrategias de vacunación y personas que han superado la Covid-19: ¿deben vacunarse?

Algunos de los candidatos a vacuna que ultiman sus ensayos clínicos han omitido a este grupo por lo que los expertos consideran que son necesarios más estudios para comprobar la eficacia y seguridad de las vacunas.

Doctora sosteniendo una jeringa y la vacuna (Foto. Freepik)
Doctora sosteniendo una jeringa y la vacuna (Foto. Freepik)
CS
3 diciembre 2020 | 00:00 h

A finales del pasado mes de noviembre el Ministerio de Sanidad ofrecía los primeros detalles sobre la estrategia de vacunación contra la Covid-19 que se está desarrollando en España. La estrategia se fundamenta en cuatro objetivos operativos: fijar el orden de prioridad para la vacunación de los grupos poblacionales a vacunar, preparación logística y distribución de las vacunas, establecimiento de líneas prioritarias de vacunación mediante la creación de un registro e impulso de la farmacovigilancia y desarrollo de una estrategia de comunicación orientada tanto a profesionales como a la población en general.

"Será sometido al enriquecimiento de la Comisión de Salud Pública, del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, sociedades científicas, colegios profesionales y asociaciones de pacientes para que con sus comentarios pueda enriquecerse”, aseguraba el ministro de Sanidad, Salvador Illa, recordando que la estrategia de vacunación se dividirá, previsiblemente en tres etapas: las primeras dosis limitadas se emplearán en los cuatro grupos de riesgo principal entre enero y principios de marzo (alrededor de 2,5 millones de personas); desde a marzo a principios de junio y el resto del verano. Los grupos que serán vacunados en segunda o tercera etapa dependerán de la cantidad de dosis y la información sobre las características de la vacuna o vacunas de las que se disponga.

Los 15 grupos detallados por Sanidad son:

  • Personal sanitario y sociosanitario.
  • Residentes en residencias de mayores y personal que trabaja en ellas.
  • Mayores de 65 años.
  • Personas en condición de riesgo.
  • Personas con discapacidad dependientes.
  • Personas que trabajan o viven en comunidades o entornos cerrados.
  • Personas pertenecientes a poblaciones vulnerables por su situación socioeconómica.
  • Personas que desempeñan trabajos esenciales.
  • Personal docente.
  • Población infantil.
  • Población adolescente.
  • Población adulta.
  • Población en áreas con incidencia elevada o con brotes.
  • Embarazadas y mujeres en lactancia natural.
  • Personas con inmunización positivas a SARS-CoV-2.

Illa explicaba que, en base a estos grupos, se debatirá cuáles son los que serán vacunados en las etapas dos y tres, “conforme vaya evolucionando el proceso de vacunación y contemos con más certezas sobre la vacuna o vacunas que se desarrollen”, indicaba reiterando que el principal objetivo es evitar comorbilidades y fallecimientos.

LA INCÓGNITA DE LA INMUNIDAD

La prioridad de Sanidad se fija en los grupos de riesgo que aparecen en los primeros puestos del listado, pero existen muchas incógnitas en relación a algunos de los otros grupos que componen el listado. Concretamente, las personas con inmunización positiva al SARS-CoV-2. Lo cierto es que aún quedan muchas incógnitas respecto a la seguridad y eficacia de las vacunas en ciertos grupos poblacionales.

Moderna y la asociación de Sanofi y GlaxoSmithKline han excluido de sus ensayos clínicos a las personas que han dado positivo en las pruebas de detección del virus o positivo en anticuerpos. Misma línea seguida por Novavax

Tal y como informan en Business Insider, Moderna y la asociación de Sanofi y GlaxoSmithKline han excluido de sus ensayos clínicos a las personas que han dado positivo en las pruebas de detección del virus o positivo en anticuerpos. Misma línea seguida por Novavax. El motivo reside principalmente en que estos individuos podrían haber desarrollado ya una sólida respuesta de anticuerpos frente al virus lo que podría sesgar los resultados de los ensayos. El problema de esto es que su omisión significa que los investigadores no tienen certezas sobre si los candidatos a vacuna que están probando serían seguros o efectivos en aquellas personas que ya han superado la Covid-19.

Desde el inicio de la pandemia mucho se ha avanzado en materia de conocimiento sobre el nuevo coronavirus. Pero continúa abierta una de las mayores incógnitas en relación a este: ¿cuánto dura la inmunidad?

¿DEBERÍAN VACUNARSE LAS PERSONAS QUE HAN SUPERADO LA COVID-19?

Pfizer y Moderna han anunciado a lo largo de los últimos días resultados positivos sobre la eficacia y seguridad de sus candidatos a vacuna. La eficacia reportada por Pfizer en los resultados preliminares de sus ensayos clínicos de fase III es del 95%, mientras que la de Moderna se sitúa en el 94,5%. Reino Unido ha anunciado la aprobación de la vacuna de Pfizer para su administración la próxima semana.  Europa, previsiblemente, autorizará dicha vacuna el 29 de diciembre y el 12 de enero la desarrollada por Moderna.

“Queremos observar la vacunación en pacientes que no han sido infectados y que son susceptibles”, explica en Business InsiderTodd Ellerin, experto en enfermedades infecciosas del South Shore Health de Massachusetts. “Los pacientes que han superado la Covid-19 no van a ser la prioridad en los planes de vacunación”.

Es posible que Pfizer ya cuente con suficientes datos ya que sus ensayos clínicos de fase II y III no han excluido a personas que ya habían sido infectadas

Se plantea además el dilema de la existencia de un gran grupo poblacional que ha contraído el virus, pero no es consciente de ello ya que no se realizaron las pruebas diagnósticas al cursar la enfermedad de forma asintomática. “Debido a la escasez de pruebas, hay muchas personas que han tenido la Covid-19 y no son conscientes”, añade Natalie Lambert, profesora asociada de la Facultad de Medicina en la Universidad de Indiana. “Necesitamos más investigaciones además de analizar la protección que ofrecen las vacunas a las personas que no han cursado la Covid-19”.

Y es que la duración de la inmunidad generada ante el nuevo coronavirus continúa siendo uno de los grandes misterios de esta pandemia. Diversos estudios desarrollados en la materia ofrecen un abanico de posibilidades que oscilan entre los cinco y ocho meses. En el caso de que las células de memoria encargadas de combatir el virus desciendan de forma lenta, podríamos hablar incluso de años.

En este sentido se plantea un nuevo problema ante los casos documentados de reinfección. Individuos que podrían requerir la administración eventual de una vacuna para estimular su respuesta inmunológica. “Las personas pueden infectarse más de una vez. No quiero decir que los pacientes que han superado la Covid-19 queden excluidos de las campañas de vacunación, pero se necesita aprender más sobre ellos”.  Un problema que se plantea de igual forma en aquellas personas infectadas que han experimentado síntomas de larga duración.

En estos casos, es posible que la vacuna pueda intensificar una respuesta inmune ya agresiva en muchos pacientes que experimentan los síntomas asociados a la Covid-19 durante largos periodos de tiempo.

Retomando la inclusión de las personas que han superado la Covid-19 en los ensayos clínicos, Moderna, al no hacerlo, podría necesitar nuevos ensayos para asegurar que su candidato a vacuna es seguro y efectivo en este grupo. En este sentido es posible que Pfizer ya cuente con suficientes datos ya que sus ensayos clínicos de fase II y III no han excluido a personas que ya habían sido infectadas.

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