Facme emite recomendaciones sobre las condiciones de riesgo alto de Covid-19 grave

Mientras no se comprometa el avance rápido de la cobertura vacunal, es correcto priorizar grupos de riesgo y seleccionar vacunas, de acuerdo con los criterios establecidos en la Estrategia de vacunación.

Hombre mayor mirando por la ventana. Coronavirus, Covid 19 (Foto. Vlada Maestro EP)
Hombre mayor mirando por la ventana. Coronavirus, Covid 19 (Foto. Vlada Maestro EP)
CS
24 febrero 2021 | 20:05 h

En relación con el debate generado en torno a las condiciones de riesgo alto de padecer enfermedad grave por Covid-19 y las decisiones de priorización de la vacunación, la Federación de Asociaciones Científico Medicas Españolas (Facme), como representante del conjunto de sociedades científicas y de los profesionales que aportan sus conocimientos y su actividad laboral, ha realizado las siguientes recomendaciones:

•             El objetivo primario de la vacunación frente a Covid-19 es conseguir de forma rápida una inmunidad lo más amplia posible en la población general. Ante una disponibilidad de vacunas inicialmente baja y el conocimiento de que algunos grupos de personas presentan una vulnerabilidad mayor para la enfermedad grave, consideramos que fue adecuada la decisión de priorizar la vacunación en grupos con mayor riesgo de Covid grave, aunando el bien colectivo con el bien individual. Pero no debe olvidarse que perseguimos una protección colectiva que solo conseguiremos entre todos y que para ello deberemos utilizar todas las vacunas aprobadas y disponibles de la forma más eficiente posible.

•             Mientras no se comprometa el avance rápido de la cobertura vacunal, es correcto priorizar grupos de riesgo y seleccionar vacunas, de acuerdo con los criterios establecidos en la Estrategia de vacunación. Pero no podemos perdernos en debates sobre una ordenación precisa del riesgo de los distintos grupos de pacientes. En primer lugar, porque no existe todavía evidencia sólida para establecer una prelación de riesgo individual de los distintos colectivos de pacientes y, en segundo lugar, porque la priorización según riesgo individual no debe frenar el objetivo de alcanzar lo antes posible la protección colectiva.

•             Facme considera que la edad es un factor claramente asociado al riesgo de Covid grave y por ello proponemos seguir priorizando en primer lugar por criterio de edad e introducir los criterios adicionales de riesgo según indique la evidencia científica disponible.

•             En Facme consideramos que la revisión más útil en este momento sobre criterios o condiciones de riesgo en adultos es la realizada por la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Publica e Higiene (Sempsh), que utiliza tanto la magnitud del riesgo asociado como la evidencia o confianza en la asociación del riesgo. Asimismo, se contempla el plausible incremento de riesgo y la priorización en caso de suma de factores de riesgo, teniendo en cuenta que la edad entre 60 y 70 años se considera, por sí misma, un factor de riesgo alto.

Facme considera que la edad es un factor claramente asociado al riesgo de Covid grave y por ello proponemos seguir priorizando en primer lugar por criterio de edad e introducir los criterios adicionales de riesgo según indique la evidencia científica disponible

•             La opinión de las sociedades de Atención Primaria es que los sistemas de información actuales en Atención Primaria permiten identificar sin dificultad a los pacientes a citar, según presencia de uno o varios de los criterios de riesgo mencionados, en la medida que corresponden a la codificación de enfermedades que se utiliza en los sistemas de registro de pacientes de Atención Primaria.

•             Relacionado con lo anterior, las sociedades científicas médicas expresamos nuestra gran preocupación por la falta de comunicación, en muchas CC.AA., todavía a fecha de hoy, del diseño y organización de la vacunación en Atención Primaria, así como de la vacunación de dependientes no institucionalizados. Comprendemos que pueda haber diferencias en los detalles de la organización local, que deben adaptarse a las características del sistema de salud, pero debe garantizarse que no habrá diferencias en los criterios y objetivos de vacunación. Es urgente disponer y comunicar esa organización local concreta a los profesionales de Atención Primaria, que están ya recibiendo las preguntas de sus pacientes sin poder dar respuesta.

•             Aprovechamos para insistir en la conveniencia de aprovechar los recursos de la Atención Primaria, con planes como la apertura de los centros de salud en fines de semana para estas vacunaciones y reforzar los equipos de vacunación con personal voluntario supervisado por el personal médico y de enfermería de Primaria.

•             Desde las sociedades científicas nos parecen correctas las selecciones entre vacunas disponibles atendiendo a sus condiciones de transporte, administración y disponibilidad de datos, siempre que la selección no suponga ralentizar el acceso a vacunas aprobadas y disponibles.

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