Este martes 22 de junio el Consejo de Ministros ha aprobado un contrato con la empresa Indra para el diseño, desarrollo y evaluación de un proyecto piloto de una aplicación de rastreo que servirá para notificar a los contactos de un usuario del posible riesgo de estar infectados por la Covid-19.
Para ello se simularán en la isla una serie de contagios y los usuarios de la aplicación recibirán la alerta de que uno de sus contactos ha sido confirmado como caso positivo a través de sus teléfonos móviles y se les informará sobre cómo proceder. La prueba ha sido impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital junto con el Servicio de Salud de Canarias.
El principal objetivo que se persigue con esta prueba es realizar una evaluación sobre los aspectos técnicos de la aplicación y la experiencia de usuario que tienen los ciudadanos con la misma. Además, permitirá calibrar el funcionamiento del algoritmo sobre el funciona para garantizar que las notificaciones que envía sean veraces.
Estamos ante una prueba de vital importancia ya que de sus resultados dependerá la decisión del Ministerio de Sanidad de implantar la aplicación en el resto del territorio nacional, siendo las comunidades autónomas las que tendrán la última palabra según han informado fuentes gubernamentales.
Son ya varios los países a nivel europeo que han puesto en marcha o han comenzado a probar distintas aplicaciones que posibiliten la notificación de casos positivos a sus contactos y permitir así una trazabilidad de contactos lo más precisa y rápida posible.
De sus resultados dependerá la decisión del Ministerio de Sanidad de implantar la aplicación en el resto del territorio nacional, siendo las comunidades autónomas las que tendrán la última palabra
De este modo España se posiciona como el cuarto país del mundo que lanza una prueba con la API de Google y Apple. Los países participantes en los trabajos comunes en esta materia en el continente europeo han establecido la interoperabilidad de estas soluciones tecnológicas para reforzar la seguridad tras la apertura de fronteras.
La aplicación utiliza la tecnología Bluetooth. A través de esta los teléfonos móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros terminales que se modifican de forma periódica. Si dos teléfonos están cerca durante cierto tiempo, ambos almacenan el identificador anónimo emitido. De esta forma la aplicación entiende que ha existido riesgo de contagio si el contacto ha sido superior a los 15 minutos y a una distancia menor de dos metros de acuerdo a las explicaciones ofrecidas por fuentes gubernamentales.
En caso de que un usuario dé positivo en coronavirus a través de una prueba PCR será su decisión dar el consentimiento al sistema de salud para que se envíe una notificación anónima. Si lo hace, los terminales que hayan estado en contacto con el móvil del paciente recibirán una alerta informando de la posibilidad de contagio.
Desde el Gobierno consideran que los resultados serán óptimos si se consiguen alrededor de 3.000 descargas para contar con una muestra representativa. En caso de que se logre se introducirán en el sistema 300 falsos contagios para iniciar la prueba. Cabe señalar que el uso de la aplicación es completamente voluntario.
La aplicación trabaja sobre un modelo descentralizado que se basa en el protocolo Decentralized Privacy-Preserving Proximity Tracing (DP-3T), el más respetuoso en términos de privacidad de los usuarios y cumple con todas las garantías fijadas por la Unión Europea.