Guillermo Díaz: “No comparto que en medio de una crisis sanitaria se hagan discursos incendiarios”

En una entrevista concedida a ConSalud.es, el portavoz de Sanidad de Ciudadanos habla del apoyo de su formación al Gobierno para que se prorrogue el Estado de alarma y de la crisis política derivada del coronavirus.

Guillermo Díaz, portavoz de Sanidad de Ciudadanos (Foto: Congreso)
Guillermo Díaz, portavoz de Sanidad de Ciudadanos (Foto: Congreso)

Pasar de 57 a 10 escaños en apenas unos meses, sin duda hace mella a cualquier partido político. Así le ocurrió a Ciudadanos en las últimas elecciones de noviembre, teniendo como consecuencia que ningún diputado con experiencia sanitaria obtuviera representación parlamentaria. Por ello, y ante una crisis sanitaria deL calado como la actual, la formación naranja ha tenido que adaptarse a la situación y ha designado como portavoz de Sanidad a alguien alejado del sector. Es Guillermo Díaz, licenciado en Derecho, quien desde hace varias semanas vigila las actuaciones del ministro de Sanidad y del Gobierno durante la pandemia del coronavirus. Con este diputado por Málaga hablamos sobre la situación actual en esta entrevista para ConSalud.es.

Llegó a la portavocía de Sanidad tras dos compañeros de su partido que estuvieron poco tiempo, sin experiencia en el sector y en la peor crisis sanitaria de las últimas décadas. No parecía muy atractiva la idea, ¿no?

Normalmente, en las legislaturas anteriores hemos tenido a gente relacionada con el mundo de la Sanidad en la Comisión. En las listas teníamos a sanitarios pero, en esta ocasión, al ser bastantes menos diputados, no entraron, por lo que no había nadie de perfil técnico sanitario. Dicho esto, es verdad que Inés Arrimadas, con toda la crisis del coronavirus, optó por hacer un movimiento para que haya alguien de la Ejecutiva nacional en la Comisión de Sanidad, para estar más encima del asunto. Ella me pregunta a diario y también da indicaciones cada día.

"Paco Igea es un referente en sanidad dentro de Ciudadanos y, además, está haciendo un gran trabajo en Castilla y León junto a la consejera de Sanidad"

Después de un mes como portavoz, ¿qué valoración hace?

Es una Comisión con un gran componente político - de modelo, de forma de afrontar los problemas, de gestión, etc.- pero luego tiene algunos componentes técnicos que es a los que he dedicado más tiempo. Es verdad que el sanitario no es un mundo que yo conozca bien, pero sí es cierto que siempre he estado informado, y he llegado a colaborar en medios de divulgación científica. Esta primera etapa está siendo exigente, puesto que tengo que estudiar muchos temas sobre los que, evidentemente, no sabes todo. Pero ahora, ya tengo un equipo importante detrás de médicos, enfermeras, microbiólogos, etc., además de los afiliados. Incluso, ahora tengo que discriminar bien la información porque es mucha la ayuda que recibo, del partido y de la sociedad civil.

(INTERIOR) Guillermo Díaz (1)

Estoy en permanente contacto con todos los colectivos que, de un modo u otro, están afectados por esta crisis en el mundo sanitario. Por ejemplo, los farmacéuticos. Nosotros propusimos cambiar la concepción de la Farmacia que tenía en cuanto a riesgos laborales, que el Ministerio los había contemplado como un local comercial, para que se considerase un local de alto riesgo para este periodo. Y realizaron el cambio. Esto, evidentemente, venía de un trabajo con las asociaciones de farmacéuticos. La tarea de un político, en un 80 % es escuchar y luego, con el criterio propio, impulsar aquello que consideras que es lo más importante o necesario.

¿Le ha pedido consejos a Francisco Igea, quien fuera portavoz de Sanidad de C’s y ahora vicepresidente en Castilla y León?

No solo consejos, sino conversaciones muy largas. Además, Paco Igea y yo fuimos compañeros de escaño, nos conocemos muy bien y en muy poco tiempo de conversación puedo recibir mucha información de él, entendemos muy bien los códigos. Es un referente en sanidad dentro de Ciudadanos y, además, está haciendo un gran trabajo en Castilla y León, tanto él como la consejera de Sanidad.

"El mayor error del ministro de Sanidad ha sido la absoluta falta de previsión. Hemos llegado tarde a todas partes y eso nos ha costado muy caro; El acierto, su actitud en la Comisión"

Al Gobierno y al Ministerio de Sanidad se le ha criticado por su actuación durante esta crisis. Más allá de los errores, que los ha habido, ¿cree que merece la dureza de ciertos comentarios?

Creo que hay que ser exigentes y rigurosos, pero no comparto que en medio de una crisis sanitaria se hagan discursos incendiarios sencillamente por hacerse notar. Me parece excesivo que haya partidos políticos que hablan de la peste china y que esto se hace “para imponer una dictadura narco-comunista en España” u otros que digan que “hay que tomar medidas antifascistas contra el coronavirus”. No es ya que sean duros, es que parece una película mala de ciencia ficción. Lo que hay ser es controlador, fiscalizador, pero ser responsable y colaborar para que la cosa salga bien, no para preocupar a la gente, más de lo que legítimamente deben estar preocupados. Tú, por obtener un rédito electoral no puedes jugar con la tranquilidad de la gente.

¿Cuáles han sido el mayor error y el mayor acierto del ministro de Sanidad?

Errores ha habido varios. Pero sobre todo, el mayor error ha sido la absoluta falta de previsión. Hemos llegado tarde a todas partes y eso nos ha costado muy caro. Con respecto a su acierto, tengo que agradecer su actitud en la Comisión de Sanidad, donde permanentemente hace suyas propuestas nuestras. Tengo una norma que es no ir nunca a la Comisión sin ninguna propuesta, no me creo legitimado para hacer crítica si no llevo una propuesta. Y la verdad es que ya van tres que nos coge el ministro: la cartilla europea de vacunación, el cambio de la categoría de riesgos laborales de las farmacias y esta semana le hemos propuesto las soluciones habitacionales transitorias para personas que pueden verse afectadas y no tengan medios para pasar el virus, también me ha pedido que se la hagamos llegar porque la va a estudiar. Esa actitud es positiva.

"La relajación es incluso comprensible porque el hecho de que te dejen salir puede dar la sensación de que el peligro ha pasado. Y no es así. De hecho, ahora es mucho más compleja la situación"

Tanto Inés Arrimadas en el pleno como usted han insistido que han votado ‘sí’ únicamente a la prórroga del Estado de alarma. ¿Cree, como el Gobierno, que no hay otra opción mejor ahora para contener al virus?

Sin un plan con una naturaleza distinta que la legal, sin una hoja de ruta, solo tienes las leyes. Y de éstas, la única que puede confinar de forma generalizada a la población y limitar su libertad de movimientos, es la ley del Estado de alarma de 1981. En sus primeros artículos ya define que es aplicable en caso de epidemia. Lo que quieren otros es utilizar otras leyes, que están hechas para otras cosas, para intentar hacer una amalgama con tres o cuatro normas que suplan la aplicación de ésta. No, oiga, no. Hay que aplicar ésta mientras hay que aplicarla y que el Gobierno, por favor, se ponga a trabajar en una alternativa, no de carácter legal sino político y de acción para no tener que estar recurriendo a ésta que es una ley de carácter muy excepcional.

¿Qué otros ‘planes B’ proponen desde su formación?

Le hemos pedido que empiece a estudiar los elementos que permitan conocer el estado casi a tiempo real de la infección. Por ejemplo, el Gobierno debería estar estudiando ya tecnología que pueda ir en los teléfonos móviles y que equilibre bien el derecho a la privacidad con la salud pública. He visto varias alternativas en ese sentido, se están aplicando en otros países, que permiten conjugar ambos derechos. También deberían crear la figura de los rastreadores, personas que se encarguen de avisar quién ha tenido contacto con una persona que ha dado positivo en coronavirus. Eso es fundamental. Para poder quitar el Estado de alarma, tienes que lograr micro intervenciones que aíslen o impermeabilicen zonas donde se vea que hay un pequeño brote de nuevo.

(INTERIOR) Guillermo Díaz

Hay países con medidas muy buenas. No hace falta coger un modelo como un paquete, sino hacer un ‘mix’ de medidas. Deberían avanzar en ese aspecto. Pero, sobre todo, deben garantizar una reserva nacional de material de protección individual, para lo que hace falta que la industria española no vea un riesgo extremo de que se ponga a fabricar esto. Y, por otra parte, incrementar la producción de kits y de test, de manera que tengamos muchos y que cualquier persona con sintomatología, por leve que sea, pueda ser sometida a un PCR. Además, hay que estar muy coordinados y creérselo. Si te acomodas en el Estado de alarma y estás más pendiente de que no se enfade ERC porque tiene que tener sus competencias, que tampoco lo haga el PNV, y tienes que estar en equilibrio permanente en una situación como esta, hay un lastre importante. Por eso hemos salido al quite, para que haya un partido de Estado al que le interesa lo que le preocupan a todos los españoles y podamos dar pasos firmes hacia las fases siguientes del desconfinamiento.

"Confío en los criterios epidemiológicos que hay detrás de cada decisión autonómica. No tengo ninguna duda de que cada CC.AA. está haciendo lo que cree que seguro es lo correcto"

Ha insistido en la necesidad de que la población no se relaje. Ha dicho, literalmente, que “cumplir y ser responsables puede ser la diferencia entre salud y enfermedad, o la muerte y la vida”. ¿Teme que la sociedad española no cumpla tanto en esta nueva etapa?

La relajación sería incluso comprensible, porque el hecho de que te dejen salir puede dar la sensación de que el peligro ha pasado. Y no es así. De hecho, ahora es mucho más compleja la situación. Porque estar encerrado en tu casa exige mucho sacrificio, pero es una única acción. Desde el momento en el que puedes salir, las precauciones son mucho más complejas: debes llevar mascarillas, guardar la distancia de seguridad, no puedes irte de fiesta o juntarte con mucha gente en un mismo sitio, lavarte las manos con frecuencia, ser vigilante si tienes que ir al trabajo. Todas estas cuestiones lo hacen más complejo, a parte de que no son conductas naturales. No creo que haya una actitud negativa por parte de la sociedad española, al contrario, ha demostrado que sabe cumplir con las normas y que vela por quienes les ayudan. El pueblo español es muy solidario y agradecido. Pero es verdad que esta situación, más complicada, puede llevarnos a engaños, por lo que hay que ser más exigentes para enfrentarnos a ella porque podemos dar pasos atrás fácilmente. Algo tan sencillo como ponerte una mascarilla puede suponer que transportes el coronavirus y que se lo pegues a una persona mayor y que ésta, desgraciadamente muera. Hay que tener esto muy presente.

Sin embargo, todas las CC.AA., con menor o mayor grado, han pedido pasar a la Fase I. Incluidas Andalucía, con 8 millones de habitantes, y Madrid, el centro de la epidemia. Más allá de los criterios sanitarios que hayan presentado, ¿usted cómo lo ve?

Confío en los criterios epidemiológicos que hay detrás de estas decisiones. Cada comunidad ha cumplimentado un cuestionario que no es sencillo, con muchos datos que pueden ser útiles en un futuro y ahora mismo. Confío que cada región con sus equipos sabe perfectamente lo que están haciendo. Ahora hay que confiar en los expertos y los políticos actuar en consecuencia a cómo les guía el asesoramiento de estas personas. No tengo ninguna duda de que cada comunidad autónoma está haciendo lo que cree que seguro es lo correcto. Intentar hacer bloques administrativos y que la naturaleza responda a eso, es difícil. Por eso va a ser muy habitual que una provincia esté en una fase y que otra de la misma región esté en otra. Las provincias que reciben más afluencia de gente siempre se han visto más afectadas que aquellas que reciben menos. Todo va a influir también.

"Quien con cientos de muertos todos los días, todavía, está pensando en votos, tiene un problema moral de primer orden y no es apto para el servicio público"

Ya se ha constituido la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. ¿Cree que con este clima político, con el Gobierno cada vez con menos apoyo y la oposición más crítica, va a ser posible consensuar una salida conjunta a esta crisis?

Como es una cuestión de fe, en Ciudadanos estamos dando todos los pasos para que eso sea así. Es más, esa Comisión es un sucedáneo de lo que habíamos propuesto al Gobierno. Lo que ocurre es que se lo han llevado al Congreso y allí empezará la burocracia, por lo que se puede convertir en una herramienta, no digo que bien intencionada, pero muy lenta. Es una preocupación que tenemos. También pedimos a los grupos políticos que, por favor, abandonen el cálculo electoral y partidista. Quien con cientos de muertos todos los días, todavía, está pensando en votos, tiene un problema moral de primer orden y no es apto para el servicio público.

Uno de los ámbitos sobre los que se debatirá es el refuerzo de la sanidad pública. ¿Cuáles serán las propuestas de Ciudadanos?

Ahora vamos a constituir el grupo de la Comisión, que todavía está por ver cómo se estructura. Pero ya le digo que la propuestas de Ciudadanos en materia de sanidad van a ir a reforzar la investigación, no se puede abandonar porque es probable que en el futuro nos encontremos con más situaciones así y tenemos que estar mucho mejor preparados. También se ha de reforzar la figura del sanitario, sobre lo que no creo que haya un debate político en este sentido. Y es importante no olvidar, con carácter inmediato, que esto no se ha acabado sin más sino que hay más problemas ahora. Han habido muchos pacientes que no se han tratado en este tiempo y se van a encontrar con, por ejemplo, enfermedades cardiovasculares agravadas porque no han sido tratadas en este periodo. Por eso hay que renovar los contratos y no debilitar a la sanidad porque ya la presión del coronavirus sea menor. Por otro lado, necesitamos reindustrializar España y, de manera importante, en el sector sanitario, no se puede depender de terceros de manera permanente ante una situación así, nos tiene que pillar mejor preparados en un futuro.

Para acabar, le pregunto por un supuesto que es poco factible a día de hoy. Si el Gobierno llama a Ciudadanos para pactar unos presupuestos, ¿usted estará en el sí o en el no? Si es que sí, ¿qué líneas rojas marcaría?

Es una pregunta muy de política ficción (risas). Aunque ya hizo una oferta Inés Arrimadas de unos presupuestos de reconstrucción nacional. Lo que pasa es que esa propuesta va a chocar de manera frontal con las tesis de un partido del Gobierno como es Unidas Podemos. Se me antoja complicado combinar el populismo con el liberalismo. Pero bueno, todo se puede andar. Lo que depare el futuro en este aspecto es política ficción. Vamos a lo inmediato y ya veremos qué pasa.

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