Las cifras globales de la pandemia provocadas por el coronavirus continúan aumentando día a día. El número de personas infectadas por el SARS-CoV-2 supera ya los 28,9 millones mientras que la cifra de fallecidos se sitúa por encima de los 922.000. Un preocupante escenario en el que la carrera para el desarrollo de una vacuna continúa, aunque con algunos obstáculos inherentes a este delicado proceso.
En este contexto el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para Europa, Hans Kluge, ha declarado que los meses de octubre y noviembre traerán en el viejo continente “una mortalidad más elevada”. A pesar del alarmante aumento de casos en Europa la mortalidad se mantiene, por el momento, estable.
En este contexto recogemos las conclusiones hechas públicas por el último informe elaborado por The Global Preparedness Monitoring Board (GPMB) que pone de relieve el fracaso colectivo de los líderes políticos a la hora de prestar atención a las advertencias y su capacidad de preparación y respuesta ante la pandemia. Una situación que según el referido texto ha transformado “un mundo en riesgo” en un “mundo en desorden”.
“Las inversiones financieras y políticas adoptadas para la preparación han sido insuficientes y ahora estamos pagando el precio”, señala el informe. “No se trata de que al mundo le haya faltado una oportunidad para dar estos pasos. Han sido numerosas las llamadas a la acción en la última década, pero ninguna ha generado los cambios necesarios”.
“No se trata de que al mundo le haya faltado una oportunidad para dar estos pasos. Han sido numerosas las llamadas a la acción en la última década, pero ninguna ha generado los cambios necesarios”
La GPMB, convocada de forma conjunta por el Banco Mundial y la OMS, está presidida por el exdirector general de la OMS, Gro Harlem Brundtland, presidente también en la actualidad de un organismo de control independiente responsable de la supervisión de la OMS.
El informe de la junta relativo a 2019, publicado unos meses antes del inicio de la pandemia, alertaba sobre la existencia de una amenaza real “de una pandemia de rápida propagación debido a un patógeno respiratorio letal”, advirtiendo que tal evento podría causar la muerte de millones de personas y golpear duramente las economías globales. El informe de este año, titulado “Un mundo en desorden”, recuerda a los líderes mundiales de que nunca antes habían sido “advertidos con tanta claridad de los peligros de una pandemia devastadora”, y critica que no se hayan adoptado las medidas adecuadas para combatirla.
El documento reprocha que, a pesar de solicitar hace un año a los líderes mundiales su compromiso para la inversión en la preparación ante una posible pandemia, refuerzo de los sistemas de salud y planificación del riesgo financiero, las advertencias no han sido tenidas en cuenta y no se ha avanzado prácticamente nada en ninguno de estos aspectos.
“No aprender las lecciones de la Covid-19 ni actuar en consecuencia con los recursos, así como la falta de compromiso significa que, con la llegada de la próxima pandemia, que seguramente llegará, resulte aún más dañina”, concluye el informe.