Investigadores arrojan luz sobre una patología rara, pero grave, provocada por la Covid-19 en niños

Se trata del síndrome inflamatorio multisistémico, un efecto secundario que la Covid-19 puede provocar en niños.

Niño en una consulta médica. (Foto. Freepik)
Niño en una consulta médica. (Foto. Freepik)
Agustina Uhrig
13 agosto 2021 | 10:00 h

Investigadores del hospital neoyorquino Monte Sinaí, han arrojado luz sobre un raro, pero grave, efecto secundario de la Covid-19 en niños: el síndrome inflamatorio multisistémico.

También conocido como MIS-C, se trata de una enfermedad caracterizada por producir fiebre, dolor e inflamación de diferentes órganos, entre ellos el corazón, pulmones, riñones, piel, ojos o tracto gastrointestinal. Desde que comenzara la pandemia, se han registrado alrededor de 2.600 casos de niños afectados solo en los Estados Unidos.

Aún no se conoce la causa subyacente ni los genes, vías y tipos de células específicos implicados, aunque los estudios sugieren podría deberse a una afección autoinmune. Desde el Monte Sinaí, un trabajo de expresión génica ha encontrado nuevas vías de exploración que incluyen redes y subredes complejas de genes, construidos a partir de casos de niños con MIS-C y coronavirus, recogidos en el biobanco de Covid-19 del hospital estadounidense.

El aumento de células NK favorece que las CD8+ T se "cansen"

Los investigadores encontraron, mediante la secuenciación de las muestras de sangre de los pacientes estudiados, que las células específicas del sistema inmunológico que combaten las infecciones, están subreguladas en los niños con esta patología cardíaca. Es por esto que el coronavirus estaría asociado con una respuesta inflamatoria sostenida en el tiempo, una afección relativamente común durante y después de la infección por SARS-CoV-2.

Según explica el estudio, publicado en la revista Nature Communications, una de las redes de genes más importantes implica la supresión de dos tipos de células inmunitarias: las células NK (siglas en inglés de natural killer, asesinas naturales) y las células T CD8+.

Estas últimas, cuando están expuestas persistentemente a patógenos, entran en un estado de “agotamiento”, lo que se traduce en una pérdida de eficacia y capacidad de proliferación, produciendo un potencial debilitamiento de la respuesta inmunitaria inflamatoria. Además, el aumento de células NK favorece que las CD8+ T se "cansen".

Uno de los reguladores clave sería TBX21, que se constituye como una prometedora terapia contra la enfermedad

El coautor del estudio, profesor de Genética y Ciencias Genómicas y miembro del Centro de Inteligencia Clínica del Monte Sinaí (Mscic), en la Escuela de Medicina Icahn, el Dr. Noah Beckmann, explica que el estudio “constató que el agotamiento de las células T en pacientes con Mis-C, sería uno de los posibles causantes de la enfermedad, lo cual sugiere que un aumento tanto de las células NK y de las células CD8+ T en circulación, podría agravar los síntomas de la patología inflamatoria”. Además, añade que encontraron “nueve claves en la regulación de esta red, que se conoce que están asociadas con la funcionalidad de las NK y las CD8+ T agotadas”.

Uno de los reguladores clave sería TBX21, que se constituye como una prometedora terapia contra la enfermedad, pues actuaría como coordinador en la transición de las células CD8+ T de funcionales a agotadas.

El Monte Sinaí, a través del trabajo voluntario de más de 100 enfermeros, médicos e investigadores, ha creado el biobanco de Covid-19. En este, se han recogido muestras de sangre de cientos de pacientes ingresados en el centro, gracias al cual se ha podido estudiar y analizar la enfermedad provocada por el coronavirus.

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