Katalin Karikó: “Agradecemos este premio que arroja luz sobre la importancia de la ciencia”

Junto con otros seis científicos e investigadores ha sido reconocida con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica por su contribución al desarrollo de vacunas contra la Covid-19.

Los científicos galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021 (Foto. @CasaReal)
Los científicos galardonados con el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021 (Foto. @CasaReal)

Este viernes 22 de octubre Oviedo ha acogido la celebración de una nueva edición de los Premios Princesa de Asturias. Una cita en la que el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2021 ha sido concedido a siete investigadores científicos que han desempeñado un papel fundamental en el desarrollo en tiempo récord de las vacunas contra la Covid-19.

El año 2020 se inició con el arranque de una pandemia que cambió la vida cotidiana y la economía mundiales y se cerró con una demostración extraordinaria de la capacidad de la ciencia para hacer frente al problema, con las primeras vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la Covid-19.

Katalin Karikó, Drew Weissman, Philip Felgner, Uğur Şahin, Özlem Türeci, Derrick Rossi y Sarah Gilbert, de forma independiente, han contribuido al desarrollo de alguna de las vacunas aprobadas hasta la fecha, todas ellas basadas en diferentes estrategias, que tienen la proteína S como blanco común. Es una proteína presente en la superficie del virus que facilita su unión y entrada a las células.

Katalin Karikó ha sido la encargada de dar el discurso de agradecimiento. Sus palabras han destacado el importante papel de la ciencia y la investigación, y ha agradecido el esfuerzo y sacrificio realizado por los profesionales sanitarios de todo el mundo en la crisis vivida.

“Es un honor recibir el premio Princesa de Asturias. Agradecemos este premio que arroja luz sobre la importancia de la ciencia”, ha comenzado su discurso. “Hemos pasado años trabajando en tecnologías que a algunos les parecían ciencia ficción, pero confiábamos en que si podían salvar la vida de una sola persona merecerían la pena”.

“Las vacunas han protegido con éxito a millones de personas contra los efectos de la Covid-19. Cuando trabajaba en mi laboratorio solo pensaba con algo así. Solo somos representantes de los cientos de médicos, científicos y expertos que durante las últimas décadas han asentado nuestro trabajo”, ha manifestado recordando que la ciencia requiere de inversión y cooperación internacional. “Es importante seguir haciéndose preguntas y mantener viva la curiosidad. No nos detuvimos ante el fracaso, sino que nos impulsó a pensar de forma crítica”.

“Las vacunas han protegido con éxito a millones de personas contra los efectos de la Covid-19. Cuando trabajaba en mi laboratorio solo pensaba con algo así. Solo somos representantes de los cientos de médicos, científicos y expertos que durante las últimas décadas han asentado nuestro trabajo”

“Queremos enviar nuestro agradecimiento a todos los trabajadores sanitarios de primera línea para salvar a sus pacientes. Nos inspiraban para trabajar más duramente y actuar para desarrollar vacunas que salvan vida”, ha expresado Karikó.

“Ya estamos investigando formas de prevenir el VIH, la malaria, reducir el cáncer y tratar muchas enfermedades. Nuestra esperanza es inspirar a las siguientes generaciones de investigadores”, ha concluido su discurso.

EL TRABAJO DE LOS PREMIADOS

Philip Felgner es pionero en la utilización de microarrays de proteínas para entender de forma detallada cómo responde el sistema inmunitario a diferentes microorganismos infecciosos e identificar los mejores antígenos para usar en las vacunas y en pruebas diagnósticas. Además, en 1985 descubrió y desarrolló la tecnología de lipofección, estrategia que consiste en la introducción de material genético en un liposoma para que pueda ser transportado e introducirse en las células. Esta tecnología está presente en las nanopartículas lipídicas que sirven como vehículo de administración de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) frente a la Covid-19. 

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Por otra parte, Katalin Karikó, pionera en el estudio de las posibilidades terapéuticas de esta molécula, es considerada la madre de este tipo de vacunas. Junto al inmunólogo Drew Weissman, comenzó a trabajar en las vacunas basadas en ARNm y vieron que esta molécula provocaba fuertes reacciones inflamatorias porque el sistema inmunitario la detectaba como intrusa. Ambos lograron introducir pequeños cambios en la estructura del ARN para que estas reacciones no tuvieran lugar.

Este avance sentó las bases para el uso de terapias de ARN y sus resultados sirvieron a Uğur Şahin y Özlem Türeci (BioNTech) y Derrick Rossi (Moderna) para el desarrollo de las vacunas basadas en ARNm que actualmente han sido aprobadas contra la Covid-19 y cuyo uso se puede extender a diferentes áreas de la medicina como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias o la regeneración de tejidos.

Finalmente, la vacunóloga Sarah Gilbert ha sido otra de las personas que han trabajado para conseguir una vacuna frente al SARS-CoV-2. Su vacuna, otra de las aprobadas por las autoridades europeas hasta ahora (Oxford/AstraZeneca) está basada en un adenovirus que se utiliza como vector para introducir en las células el ADN que codifica la proteína S, estimulando así la respuesta inmunitaria.

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