Javier De La Torre (Marbella, 1963) es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra, realizó su residencia de Medicina Interna en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla y es Doctor en Medicina por la Universidad de Sevilla y Máster en Enfermedades Infecciosas, con carácter de título propio de la Universidad de Sevilla (2008).
De La Torre Lima, es coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Costa del Sol (Málaga) y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC). ConSalud.es, se ha puesto en contacto con él con el fin de poder analizar al detalle la situación de la epidemia del coronavirus Covid-19 y su avance en España.
¿En qué punto se encuentra el avance del coronavirus?
Estamos ante una escalada de casos a nivel mundial. Los datos que provienen de China hablan de un control y disminución de la curva, con un descenso notable de los casos en el último mes. Sin embargo, el foco ha cambiado a Europa. El ascenso de casos en este continente ha sido muy importante en las últimas semanas, teniendo el epicentro en Italia.
En España, el ascenso importante comenzó a finales de febrero. Durante los últimos días estamos teniendo unas cifras de infectados por encima de 1000 pacientes diarios que parece que no ha llegado aún al pico.
No obstante, en Madrid y pronto en todo el territorio nacional se ha dejado de hacer pruebas a los pacientes con manifestaciones leves, fruto de la importante sobrecarga de los laboratorios y de la necesidad de reservar esas pruebas para los pacientes más graves. Veremos unas cifras por debajo de las reales, que si las medidas de cuarentena empiezan a dar sus frutos, deberían empezar a bajar en unas dos semanas.
¿Cómo lo están notando?
Cada día vemos más sospechas, muchas de las cuales acaban siendo negativas, pero que necesitan descartarse en el contexto actual. Por otra parte, hemos notado un descenso en otros motivos de consulta, probablemente en relación a la concienciación social que ha hecho que la población postergue temas de salud menos urgentes para un momento futuro.
¿Cuándo esperan que remitan los casos?
El periodo de incubación medio es de unos 5-7 días, si bien se han visto ciclos de hasta 14 días y más. Teniendo en cuenta esto, deberíamos ver una estabilización en el número de casos a lo largo de la primera semana después de la cuarentena.
En general, se admite que para que una epidemia tiende a reducir el número de casos y a autolimitarse precisa de dos periodos de incubación, con lo que en 2-4 semanas las medidas deberían surtir efecto y comenzar con una reducción del número de casos.
¿Este tipo de epidemias serán cada vez más frecuentes por la globalización?
Es difícil de saber si las epidemias, que aparecen como consecuencia de una mutación sobre patógenos ya existentes que les dan ventajas evolutivas y los hacen más virulentos, pueden surgir con mayor o menor frecuencia dado lo aleatorio del proceso de mutación.
"La globalización hace mucho más sencillo la extensión de las enfermedades infectocontagiosas"
No obstante, lo que si está claro es que la fácil interrelación y comunicación entre personas hoy en día, que hace que una persona pueda estar en menos de 2 días de antípoda a antípoda, hace mucho más sencillo la extensión de las enfermedades infectocontagiosas.
Por ello, las medidas de control de estas enfermedades, de cribado, las políticas de seguimiento epidemiológico... Son aspectos esenciales en el mundo moderno y con gran transcendencia clínica.
¿Sigue sin conocerse el origen?
Los virus constantemente mutan en la naturaleza. Consecuencia de ello, un determinado virus, pongamos X. Se transmite a un ritmo de una persona por día, y que produce un cuadro clínico leve (imaginemos, tos y estornudos), puede ver modificado por una mutación una determinada proteína de su estructura, que hace que se una a un receptor distinto en nuestro organismo o bien a uno similar al previo pero con mayor afinidad.
Las consecuencias clínicas y epidemiológicas de este factor son impredecibles: puede producir mayor contagiosidad (si la proteína hace que entre más en las células, y así aparezcan más virus) o más letalidad (si afecta a órganos distintos o bien si afectando a los mismos los afecta de un modo más grave).
"La teoría sobre el origen del coronavirus en un laboratorio no tiene fundamento actual"
Esas mutaciones pueden llevar a que un virus sea muy contagioso pero poco grave, muy grave pero poco contagioso, o distintas mezclas. Al virus, desde un punto de vista evolutivo, le interesa producir una patología no tan grave como para acabar sin huéspedes, pero lo más contagioso posible para disponer de muchos huéspedes.
Cuando un virus alcanza unas buenas características, su reproducción se ve favorecida y evolutivamente es fuerte (la supervivencia del más fuerte). El nuevo coronavirus (que llamamos SARS-Coronavirus-2 por su importante analogía con el SARS-Coronavirus-1 que produjo la epidemia de SARS en 2002-2003), es un virus perteneciente a la familia de los betacoronavirus.
Estudios recientes han demostrado su fuerte analogía con virus habituales en especies como el murciélago o el pangolín, de los cuales por mutación probablemente dieron el salto a la especie humana. La teoría sobre el origen en laboratorio no tiene fundamento actual.
¿Qué piden a la población? ¿Y a las autoridades sanitarias y políticas?
A la población, antes que pedir creo que hay que reconocer. La disminución en la afluencia en las urgencias y hospitales se notó antes de la cuarentena, consecuencia de una concienciación importante. Solo tenemos que asomarnos a los balcones cada tarde para verlo.
Ahora les pedimos que sigan, que sigan en ese empeño. No es solo por nosotros, es por sus familiares, por sus mayores, por sus enfermos, por solidaridad con todos y con ellos mismos.
El problema de una pandemia es que no es lo único que ocurre. La gente sigue teniendo infartos, ictus, accidentes... Si saturamos los servicios sanitarios, la gente va a sufrir las consecuencias, y no solo por COVID-19. Es muy importante que cumplan la recomendaciones de QUEDARSE EN CASA.
"Les pedimos que sigan, que sigan en ese empeño... Es muy importante que cumplan las recomendaciones de quedarse en casa"
Una medida tan extrema solo tiene sentido si se aprovecha. Es una oportunidad de oro para frenar la curva. Hay que permanecer en casa. Y para aquellos que tienen la obligación de salir y trabajarse protegerse. Es clave mantener una distancia de 2 metros con las demás personas y un hábito frecuente de lavado de manos correcto.
En cuanto a las autoridades sanitarias y políticas, necesitamos más medios, más mascarillas, más equipos de EPI, necesitamos hacer más pruebas microbiológicas, cuantas más mejor pues así indicaremos adecuadamente los aislamientos y mejor podremos detener el curso de esta epidemia. Vamos a responder como siempre hacemos, con esfuerzo y vocación, pero necesitamos sentirnos respaldados.
Un mensaje que usted como médico daría frente al alarmismo
Estamos hablando de una patología infecciosa con una severidad media que afecta mas severamente a los mayores y más enfermos pero que, al contrario que con otras patologías, podemos todos colaborar.
Si conseguimos aplanar la curva, veremos como el número de afectados claramente desciende. Las próximas semanas son críticas, pero si España sigue mostrando esa cara solidaria, podremos conseguirlo.