¿Aún no te has vacunado contra la Covid-19 por miedo? Estas son las pautas para superarlo

La psicóloga y portavoz de anPIR, Gloria Bellido, explica para este medio las pautas a seguir para enfrentar el miedo a las agujas o vacunas

Vacunación contra la Covid 19. (Foto. Freepik)
Vacunación contra la Covid 19. (Foto. Freepik)
Agustina Uhrig
9 noviembre 2021 | 00:00 h

Siendo uno de los países a la cabeza en vacunación contra la Covid-19 y con más de un 88% de población diana vacunada con la pauta completa, España se enfrenta a un nuevo reto: llegar a los ‘rezagados’, aquellos que aún no han recibido la inyección sea por ‘pereza’ o por miedo. Intentar convencer a los negacionistas es una tarea complicada, pero aún es posible convencer a los que aún no han recibido el pinchazo sea por miedo a las agujas o a la vacuna en sí. A continuación, una serie de recomendaciones para dejar atrás el miedo y vacunarse.

Para la psicóloga y portavoz de la Asociación Nacional de Psicólogos Clínicos y Residentes (anPIR), Gloria Bellido, lo primero es “ver a qué tiene miedo la persona, si a las agujas, a los efectos secundarios de la vacuna o a toda la información falsa que se ha difundido sobre estas”. Así, cada uno de estos miedos se tendría que trabajar de forma diferente, explica para ConSalud.es la psicóloga.

Respecto a los indecisos y víctimas de la conocida como ‘infoxicación’ o ‘infodemia’, “lo más importante es que tengan información veraz de fuentes oficiales y mucho cuidado con los bulos para desarrollar un sentido crítico”: “Si contamos con la información, podremos disminuir nuestro miedo a las vacunas”, asegura la psicóloga.

Este miedo puede activar el nervio vago, produciendo sensaciones de mareo, palidez e incluso desmayos

Por otro lado, otro de los miedos que ha contribuido a que una parte de la población no se haya vaucnado es la fobia a las aguas. La gente que sufre este miedo irracional, conocido como aicmofobia, puede desarrollar respuestas fisiológicas como ansiedad, evitación, sudoración excesiva, palpitaciones, falta de aire, temblores… Tanto es así, que incluso se da una reacción particular que no ocurre con otras fobias: el síncope vasovagal.

Y es que tal y como explica la psicóloga, este miedo puede activar el nervio vago, produciendo sensaciones de mareo, palidez e incluso desmayos. Para evitarlo, Bellido recomienda hacer presión con los músculos apretando los puños antes de exponerse a las agujas a fin de contrarrestar y tratar de evitar este síncope.

Uno de los tratamientos más eficaces para acabar con la fobia a las agujas es la exposición gradual. Así, la recomendación es exponerse poco a poco y al ritmo al que la persona pueda tolerar, al estímulo que produce el miedo. “Cuando nos exponemos de forma repetida al temor, nuestro cuerpo se va habituando al estímulo, ya sea porque las sensaciones físicas que nos produce (como la ansiedad, palpitaciones, falta de aire…) no pueden mantenerse durante mucho tiempo y desaparecen de forma natural, o porque a nivel cognitivo, la exposición nos ayuda a comprobar que realmente el estímulo no es peligroso”.

Para superar la pereza es importante focalizarse en los beneficios a largo plazo de la vacuna y no tanto en el momento de ir a recibirla

La portavoz de anPIR reconoce que es un tratamiento que puede ser difícil en un primer momento, por lo que para superar el miedo se recomienda empezar gradualmente: primero, viendo fotos de agujas, luego un vídeo de un pinchazo, después cogiendo una aguja en la mano y por último recibiendo la vacuna.

¿Y los que no se han vacunado por ‘pereza’? Se trata de un comportamiento normal del ser humano - comenta Bellido - el centrarse en los beneficios a corto y no a largo plazo. Por este motivo, "es importante saber que estaremos protegidos de la enfermedad, favoreceremos la inmunidad de rebaño, entender que lo hacemos por nosotros y por las personas más vulnerables y ya de forma secundaria, por el certificado Covid que permite viajar y entrar a determinados países”. En resumen, para superar la pereza es importante focalizarse en los beneficios a largo plazo de la vacuna y no tanto en el momento de ir a recibirla.

En definitiva y como ocurre en toda comunicación humana, lo más importante para dialogar con gente con miedo o pereza es mantener una actitud asertiva, donde podamos expresar nuestros sentimientos, pensamientos y opiniones de una forma respetuosa y amable para el otro, pero defendiendo nuestra postura firmemente. “Con la gente con miedo a vacunarse es importante mantener una empatía hacia estos miedos y darles a conocer cuáles pueden ser los beneficios", concluye la portavoz de anPIR.

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