¿Tienen dudas los militantes del PSOE de la gestión del Gobierno en la crisis del Coronavirus?

El PSOE remite entre sus filas un argumentario en defensa a los principales ataques acerca de la gestión sanitaria que está haciendo el Gobierno de Pedro Sánchez.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno (Foto. La Moncloa)
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno (Foto. La Moncloa)

Doce puntos componen el argumentario del PSOE para defender su gestión de la crisis sanitaria del coronavirus Covid-19. A modo de proclamas de batalla, Ferraz ha remitido a sus filas socialistas un documento interno que lleva por título ‘Defensa ante los principales ataques sobre la gestión sanitaria’.

Cuando se elabora un documento de este tipo todo parece indicar que los dirigentes del partido no están totalmente convencidos, ni tienen la seguridad, de que los propios militantes del PSOE tengan del todo claro que la gestión del Gobierno en esta crisis sea la correcta, de lo contratio, no se entiende muy bién por qué es necesrio elaborar un argumentario para cerrar filas con la gestión del ejecutivo, obviando aspectos claves de esta crisis. 

De hecho, personalidades destacadas del partido, como es el caso de Felipe Gónzalez, se ha mostrado critico por la "falta de experiencia del Gobierno" en esta crisis y elogia la "humildad y la capacidad" del alcalde de Madrid para "estar al pie del cañón". Unas declaraciones que con toda seguridad no han gustado nada en el seno del PSOE.

En este argumentario, al que ha tenido acceso ConSalud.es, los socialistas presentan una férrea defensa del Gobierno de Pedro Sánchez y de cómo ha hecho frente a la pandemia de coronavirus sin contemplar ni una sola frase dedicada a la autocrítica.

El PSOE difunde entre sus integrantes un documento interno para defender su gestión de la crisis del coronavirus de toda posible crítica

Los esfuerzos del partido socialista se centran, por ejemplo, en contestar a aquellos que acusan al Ejecutivo de Sánchez de actuar tarde.

“España es el país que ha tomado las medidas más drásticas en relación con nuestro entorno. Las ha tomado, además, con menos número de fallecidos y con menos número de contagiados. Fuimos en Europa de los primeros países en decretar el estado de alarma cuando teníamos menos contagios y fallecimientos que cuando lo hicieron muchos de los países de nuestro entorno”, recoge el documento con el que el PSOE pretende contestar a la oposición y combatir las crecientes críticas en redes sociales. Pero desgraciadamente la realidad actual es que España es el país del Mundo con el mayor número de fallecidos por cada millón de habitantes.

¿ACTUÓ TARDE ESPAÑA?

Como bien explicó este diario, el Ministerio de Sanidad desoyó las advertencias tanto de la OMS como de la Unión Europea. El pasado 30 de enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una alerta de emergencia internacional con motivo de la expansión del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad de COVID-19.

De acuerdo al artículo 14 de la Ley General de Sanidad Pública, la gestión de este tipo de alertas procedentes de la Unión Europea (UE) o de la OMS, son competencia directa y automática del Ministerio de Sanidad.

Días más tarde, concretamente el 3 y el 11 de febrero, la OMS volvió a instar a los países, ante el avance del virus, a la compra de equipamiento necesario para hacer frente al SARS-CoV-2 y estar preparados ante la posibilidad cada vez más real de que el escenario de China se replicase en el resto del mundo. El Ministerio de Sanidad desoyó nuevamente las recomendaciones.

Mientras Illa defendía que España tenía suficiente suministro y equipos, el PSOE rebaja el tono diciendo que "se anticipó y se preparó todo lo que fue posible"

Una actitud que el Ministerio de Sanidad mantuvo dos días después tras el llamamiento realizado por la Unión Europea al acopio de recursos y materiales sanitarios para evitar posibles desabastecimientos. La respuesta de Salvador Illa, ministro de Sanidad, fue contundente el 13 de febrero: “España tiene suficiente suministro y equipos personales de emergencia en este momento”.

El argumentario del PSOE va más allá. “España, siguiendo los consejos de los expertos, se anticipó y se preparó todo lo que fue posible siguiendo las recomendaciones que llegaban de los organismos europeos y de otras instancias internacionales”, responde así a sus críticos el PSOE ante la acusación reiterada de la falta de previsión del Gobierno.

Sin embargo, los propios sanitarios han denunciado en numerosas ocasiones la falta de material de protección o incluso de profesionales.

En este sentido, el Ejecutivo decidió recurrir a médicos jubilados, estudiantes de Medicina o prorrogar el contrato a los residentes de último año. Esta última cuestión sigue generando auténtico malestar entre la profesión médica, exigiendo sindicatos y colectivos profesionales que en lugar de una prórroga de un contrato en formación se apueste por un contrato con condiciones laborales y retributivas de especialista/adjunto.

LA GRAN POLÉMICA: TEST RÁPIDOS DEFECTUOSOS

El Ministerio de Sanidad, en su intención de conseguir hacer pruebas masivas a los infectados por Covid-19, fraguó una compra en el mercado chino de test de diagnóstico rápido no exenta de polémica.

Tras anunciar la adquisición de más de 640.000 test, poco después tras los análisis de calidad efectuados por el propio Ministerio y varios laboratorios de hospitales, se informaba que un lote de 9.000 resultó fallido. Una cifra que más tarde superaba los 50.000 y acabó obligando a Sanidad a devolver miles de test.

La razón residía en que la sensibilidad de estos test para la detección del virus apenas alcanzaba el 30% cuando los requerimientos ante la COVID-19 son del 80%. La compra se realizó a través de una empresa nacional que los adquiría en China; empresa que nunca ha querido hacer pública el Gobierno, a pesar de que podría haber supuesto un problema serio en el caso de que alguna Comunidad Autónoma hubiera contratado sus servicios para adquirir estos mismos test. ¿Por qué no han querido revelar la identidad de esta empresa? el Gobierno no ha dado ninguna explicación al respecto.

Salvador Illa, ministro de Sanidad (Foto: Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa)Salvador Illa, ministro de Sanidad (Foto: Pool Moncloa / Borja Puig de la Bellacasa)

Una compra que apunta en un principio, directamente a la directora general de la Cartera Básica y Farmacia, Patricia Lacruz y a la que Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, remitió en una rueda de prensa para que aclarase la situación de la compra de los test fallidos.

"Todos los pedidos se realizan a empresas, en este caso fabricantes, distribuidores, intermediarios, empresas que nos garantizan el objetivo del producto. Este es el fin para adquirir cualquier producto para hacer frente a la infección del Covid-19. Estas empresas pueden ser nacionales o de otros países", respondía Lacruz.

CERO AUTOCRÍTICA

La defensa a ultranza que hace el PSOE elude completamente la compra fallida de estos test rápidos y su tardanza a la hora incorporarlos al diagnóstico de nuevos contagiados por Covid-19. De hecho, en Corea del Sur y en China se ha agilizado el control de los focos de contagio gracias al uso de estas pruebas de forma masiva entre la población.

En respuesta a aquellos que acusan al Gobierno de no haber dotado a la Sanidad de test rápidos, los socialistas responden lo siguiente: “La estrategia pasa por incrementar las PCR, las pruebas diagnósticas más fiables que se vienen realizando en hospitales; y complementar con los test de diagnósticos rápidos una vez determinado por el Centro Nacional de Microbiología que tienen una fiabilidad del entre el 64 y el 80%”.

La compra de los test defectuosos provocó una ralentización en el diagnóstico de nuevos contagios e impidió usarlos de manera efectiva entre la población

Sin embargo, Ferraz no cita que la estrategia resultó fallida ante la baja calidad de los test comprados a una empresa china, ralentizando el uso de los test en el peor momento de la crisis sanitaria del Covid-19. Justo cuando su uso era más necesario.

La compra fallida de test rápidos, la falta de material de protección y personal sanitario o la relegación al olvido de las residencias de ancianos y centros sociosanitarios en esta crisis, aunque en el argumentario deja claro que las residencias de ancianos es competencia de las Comunidades Autónomas,  ensombran la gestión gubernamental. Habrá tiempo de depurar responsabilidades y de rendición de cuentas aunque… ¿Se apeará el PSOE de los argumentos que hoy férreamente defiende?

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