La OMS desaconseja la utilización de remdesivir sin basarse en evidencias científicas

El organismo mantiene que no existen pruebas concluyentes de que este fármaco logre reducir la mortalidad en los casos más graves de Covid-19 pero varios expertos cuestionan sus argumentos.

Un trabajor de Gilead trabaja con muestras de Remdesivir (Foto: EP-Gilead)
Un trabajor de Gilead trabaja con muestras de Remdesivir (Foto: EP-Gilead)
CS
20 noviembre 2020 | 17:35 h
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La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha actualizado, a través del British Medical Journal, sus recomendaciones sobre el uso de remdesivir con la indicación clara a los países miembros de que no utilicen el fármaco para tratar a pacientes con Covid-19. El panel de expertos de la OMS asegura que no existen pruebas concluyentes de que el remdesivir consiga reducir las tasas de mortalidad en los pacientes graves ni que acorte los tiempos de recuperación.

Unas afirmaciones basadas en el análisis de los datos de varios ensayos internacionales que suman una muestra de más de 7.000 pacientes hospitalizados, y entre los que se encuentra el propio ensayo de la OMS bautizado como “Solidarity”.

La conclusión emitida por el organismo dirigido por Tedros Adhanom Ghebreyesus no son compartidas por parte de la comunidad científica. Tal es el caso de Gilead, compañía que ha desarrollado el antiviral. “Veklury (nombre del remdesivir) está reconocido como el tratamiento estándar para el cuidado de pacientes hospitalizados con Covid-19 en las guías clínicas de organizaciones sanitarias como el NIAID americano y otras sociedades en Japón, Reino Unido y Alemania”, explican desde Gilead tal y como recogen en Servimedia.

La compañía realiza estas declaraciones basándose en varios estudios controlados, aleatorizados y publicados en revistas especializadas revisadas por pares que han demostrado los beneficios clínicos del remdesivir. Entre estos se encuentran una recuperación más rápida de los pacientes con Covid-19 que puede ayudar a solucionar el gran problema de la saturación de los sistemas sanitarios.

“Veklury (nombre del remdesivir) está reconocido como el tratamiento estándar para el cuidado de pacientes hospitalizados con Covid-19 en las guías clínicas de organizaciones sanitarias como el NIAID americano y otras sociedades en Japón, Reino Unido y Alemania”

Motivo por el que Gilead ha mostrado su decepción ante las recomendaciones de la OMS ya que "parecen ignorar esta evidencia en un momento en que los casos están aumentando drásticamente en todo el mundo y los médicos confían en Veklury como el primer y único tratamiento antiviral aprobado para pacientes con Covid-19 con aprobaciones o autorizaciones en aproximadamente 50 países”.

El doctor Roger Paredes, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona y responsable de coordinar la rama española del estudio del NIAID con remdesivir, explica en el diario El País que “la OMS ha ido un paso demasiado lejos” y añade que “seguimos pensando que remdesivir tiene un efecto positivo moderado en un subgrupo de pacientes. Yo se lo seguiré dando a mis pacientes por mucho que diga la OMS”.

Paredes junto con otros médicos especialistas aseguraban el pasado mes de octubre que el estudio “Solidarity” de la OMS, uno de los que ha utilizado para basar su recomendación de no utilizar remdesivir, presenta limitaciones. “El problema de ‘Solidarity’ es que no aclara el momento del tratamiento, que es un medicamento antiviral muy eficaz cuando se utiliza en una primera fase del coronavirus, en los primeros diez días. A partir del día 11 ó 12 reduce su efectividad”, afirma el doctor Alex Soriano, experto en enfermedades infecciosas en el Hospital Clínic de Barcelona.

Estos médicos argumentan que el estudio impulsado por la OMS priorizó el acceso amplio lo que se ha traducido en una diversidad significativa en relación a la adopción, implementación, controles y muestra de pacientes del ensayo. Hecho que dificulta la extracción de hallazgos concluyentes.

Andre Kalil, investigador principal del ensayo del NIH desarrollado en un centro médico de la Universidad de Nebraska, explica que “Solidarity” carece de algunos fundamentos clave de la investigación científica como que "no hay monitorización de datos, no hay placebo, no hay doble ciego, no hay confirmación de diagnóstico de la infección", indicando además que "el diseño de un estudio de mala calidad no puede ser arreglado por un gran tamaño de muestra, no importa lo grande que esta sea".

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