El papel fundamental de los anticuerpos monoclonales en el tratamiento de la Covid-19

Es fundamental avanzar en el desarrollo de fármacos y terapias, como los anticuerpos monoclonales, para tratar a los pacientes con Covid-19 ya que, solo con las vacunas, no se acabará con la pandemia.

Científico analizando muestras de sangre en un microscopio (Foto. Freepik)
Científico analizando muestras de sangre en un microscopio (Foto. Freepik)
CS
24 junio 2021 | 00:00 h

La evidencia científica relativa al SARS-CoV-2 indica que la mayoría de las personas infectadas por este coronavirus cursan la Covid-19 de forma asintomática o con síntomas leves. Pero, alrededor del 20% de los pacientes, desarrollan la enfermedad de forma grave y muchos acaban falleciendo. De la ferocidad con la que el virus puede actuar hemos sido testigos todos por lo que, además de continuar desarrollando vacunas que nos ayuden a combatirle, es necesario avanzar también en el campo de los tratamientos, medicamentos y terapias que contribuyan a tratar la sintomatología de la Covid-19.

No solo para salvar las vidas de los pacientes hospitalizados, sino también la de muchos otros cuyas patologías se han visto condenadas prácticamente al ostracismo por el colapso y saturación de los centros hospitalarios en la atención a los pacientes Covid.

En este sentido son cada vez más los estudios y ensayos que ponen el foco en los anticuerpos monoclonales. En resumen, logran evitar las complicaciones e ingresos hospitalarios de los pacientes infectados por el SARS-CoV-2, tal y como afirma Giuseppe Remuzzi, director del Centro de Investigación Farmacológico Mario Negri de Milán.

Dichos anticuerpos monoclonales (mAbs, por sus siglas en inglés) se extraen del plasma de la sangre de pacientes que han logrado superar la Covid-19 con una alta carga vírica. Son copiados y se introducen en medicamentos que generan un tratamiento que, administrado en el momento oportuno de la infección y en el tipo de paciente adecuado son una gran opción a la hora de tratar pacientes con posibilidad de cursar la enfermedad de forma grave.

Se extraen del plasma de la sangre de pacientes que han logrado superar la Covid-19 con una alta carga vírica. Son copiados y se introducen en medicamentos que generan un tratamiento que, administrado en el momento oportuno de la infección y en el tipo de paciente adecuado son una gran opción

“Los anticuerpos monoclonales son una herramienta importante, que ciertamente contribuyen a la lucha contra el SARS-CoV-2, y en particular a prevenir la progresión de la enfermedad en la fase inicial en las personas más frágiles. Sin embargo, no les podemos atribuir las propiedades salvadoras que no tienen para los enfermos graves; porque eso sería un error, basándonos en las evidencias que tenemos, y crearíamos expectativas que luego pueden ser defraudadas”, destaca el presidente del Instituto Superior de Sanidad de Italia, Franco Locatelli.

Remuzzi dejaba claro en el referido encuentro que, a pesar de que este tratamiento es de reciente aprobación, “son efectivos siempre y cuando se empleé en los primeros días desde la enfermedad”. El experto deja claro que este tratamiento “no obtiene buenos resultados en pacientes que ya padezcan insuficiencia respiratoria o que requieran de oxígeno o respiración asistida a través de un ventilador".

“El uso de fármacos de anticuerpos monoclonales indica la eficacia de los anticuerpos para reducir la carga viral de la persona infectada”, expresa por su parte Carlo Federico Perno, responsable de microbiología del centro pediátrico Bambino Gesú de Roma. "El virus es más grave cuando la carga viral es más alta y ya hay medicamentos que pueden reducirla".

La evidencia científica con la que se cuenta hasta el momento indica que la importancia de los anticuerpos monoclonales reside en su capacidad para mejorar la inmunidad pasiva. Estos podrían acelerar los anticuerpos existentes e identificar otros nuevos que podrían ser utilizados como opciones preventivas a la hora de ayudar en la lucha contra la pandemia actual sino también contra futuros brotes. Los mAbs se diferencian de los anticuerpos naturales en el hecho de que, estos últimos, pueden tardar semanas hasta que estén listos para combatir una infección y los anticuerpos monoclonales acortan el proceso.

Estos son copias idénticas de un anticuerpo que se dirige a un antígeno específico (la mayoría de los anticuerpos monoclonales aprobados contra el SARS-CoV-2 se dirigen a las moléculas de la proteína del virus) para desencadenar una respuesta inmune.  

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